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LA TRIADA SATÁNICA

Existen tres figuras simbólicas en el satanismo que tienen que ver con la fragmentación profunda que el individuo humano y nuestra especie sufren, estas tres figuras tienen nombre que son: Satanás, Diablo y Lucifer.

Estos tres nombres adquieren relevancia, pues, históricamente y al seguir una línea evolutiva, reúnen tres tradiciones culturales y religiosas, me refiero a la semita, la griega y la romana. Ahora bien, ¿qué tienen que ver cada uno de estos nombres y su simbología con el individuo, en concreto con el satanista? Pues bien comencemos por su definición etimológica de cada uno de los nombres aquí enunciado, ya que es este significado el que marca su simbología.


En primer lugar, el vocablo Satán o Satanás viene del hebreo שָּׂטָן Shaitan, Que significa "adversario" o "acusador".

Por su parte, la palabra "Diablo" deriva del vocablo  διάβολος griego "diabolos" que traducido significa el divisor, también puede traducirse como bala o proyectil, de ahí que a los perdigones se les llame diábolos.

Respecto a la maravillosa palabra "Lucifer", ésta deriva de dos vocablos, el primero un sustantivo, el segundo un verbo, "Lux" que significa luz, y "Ferre" que significa portar o llevar, por lo que su traducción al español es "Portador de Luz".

En ese orden, es decir primero Satán, luego Diablo y finalmente Lucifer, conjugan la trinidad interna del ser humano, en la cual, si faltase una de estas figuras, el individuo estaría incompleto, infeliz, en pocas palabras sería un muerto viviente y en algunos casos un verdadero cadáver, es decir la falta o nulidad de alguna de estas figuras en la psique humana irremediablemente lleva a la muerte. Esto es una Ley que no es exclusiva de ser humano pues está presente en todo el ser del universo, lo cual representa un proceso evolutivo, mismo que trataré de explicar con la pobreza del lenguaje vernáculo.

El ser humano, tiene tres características fundamentales que lo hacen ser lo que es y no otra cosa distinta, me refiero a la conciencia, emoción y voluntad. Pues bien, La conciencia, como su nombre lo indica es aquella parte introspectiva, reflexiva y retroalimentativa de la psique humana, por la cual nos reconocemos como individuos y "conocemos" nuestros actos internos y externos; lo cual conlleva irremediablemente a la responsabilidad de los propios actos, ello en el sentido más estricto de la palabra, es decir la capacidad de responder por los actos propios, pues solo "yo" el que "soy" puedo actuar por mí y a través de mí. Pues bien esa gran facultad es nuestro amado "Satanás", el adversario, el acusador, pues es el "Ello" (parafraseando a Sigmund Freud) el que muestra quien soy, mis características profundas, lo que me hace ser yo y no alguien más, me muestra mis profundos temores, profundas fantasías, potencial y limitaciones, ¡es él el que me acusa! cuando me siento vacío, frustrado, amargado, ya que de algún modo misterioso me planta frente a mi espejo, me dice y repite tal como si estuviera en mi contra "Eso ‘Yo’ lo hice, nadie más que Yo", me reta mostrándome a través de mi profunda tristeza e insatisfacción que ‘Soy’ más de lo que pretendo ser.



Sí señor, Satanás me acusa que si soy poco es porque 'Yo’ así lo he decidido, nadie más, 'Yo’ soy el único responsable de mi desdicha, no solo eso, me exige ser feliz o en su caso hundirme hasta conocer la verdadera infelicidad; sin embargo, en este proceso acusador, me guste o no también ‘Soy’ mi único Juez, y dictaré sentencia condenatoria o absolutoria, consciente o inconscientemente, solo Yo’ sabré hasta dónde hacerme sufrir, elegiré el castigo o redención, no sin antes pasar por el Juicio y ese le corresponde al Diablo.

Si, el Diablo me divide (como su nombre lo dice "diabolos") y ataca donde más me duele, es decir en mis emociones, las vuelve contradictorias,  me lleva a la crisis, me confronta conmigo mismo, "Yo soy" mi enemigo, "Yo soy" quien me odia con todas mis fuerzas, hasta ser capaz de destruirme por completo, de no ser que haga el "Gran Pacto" a no ser que le venda mi alma al Diablo, y si ese es el gran secreto, pues se vende el alma y no el espíritu.

El alma es el objeto del Gran Pacto, pues solo vendiéndola al Diablo puedo ser su dueño, y cuando soy dueño también me convierto en Amo, esto es posible, pues el alma es la loca de la casa, es la parte que "anima" mi cuerpo y le confiere vida, tal como cualquier otro ser vivo, sin embargo cuando me convierto en "Amo" decido en libertad, ahora soy dueño de mi animosidad, la controlo, y mi alma hace lo que me place y me satisface, hice un pacto con el Diablo, ¡ahora somos amigos! y tenemos un negocio en donde el fin es obtener ganancias con trabajo mutuo.

Ahora estoy listo para ejercer mi voluntad, estoy listo para enfrentarme a "Lucifer", estoy listo para verle a la cara al que porta la Luz, pues la voluntad no lo es si no hay actos pero éstos no serán manipulados por mi alma sin freno, ahora soy el jinete, decido, actúo, sigo enfrentándome a los mismo problemas que cuando conocí a Satanás, es más a los mismos retos y sentimientos que cuando llego el Diablo a mi vida, con la gran diferencia que ahora tengo y soy Amo de mi alma.

Ahora Satanás es mi instructor, el Diablo mi avizor y consolador, ambos le rinden culto a Lucifer. ¡Sí, Lucifer es mi inteligencia! ¡Es mi conocimiento! Lucifer es mi luz que aclara mis más profundos deseos.

Ahora puedo ver.

TWIN TEMPLE, HOMENAJE A SATÁN

Todo el mundo sabe que el diablo tiene las mejores canciones. Desde que Robert Johnson vendió su alma en la encrucijada, hasta el Black Metal empapado de sangre noruega, Satán se ha extendido por mucho tiempo sobre el mundo de la música, provocando miedo en los corazones de los santuarios. Pero nada de lo que sucedió antes lo preparará para la llegada de Twin Temple: el único proveedor en Los Ángeles de Satanic Doo-Wop. Los devotos Satanistas y los meticulosos conservadores del espíritu antiguo e intemporal del rock'n'roll, este dúo vestido de negro y elegante sin esfuerzo, ha creado un sonido que combina su ideología Satánica con la irresistible melodía del rock n' de los años 50 y 60. El resultado es Twin Temple (Bring You They Signature Sound ... Satanic Doo-Wop), un álbum debut que no solo sirve para saludar al Oscuro,


"Realmente es solo un reflejo de todo lo que amamos", explica la vocalista Alexandra James. “Siempre nos ha encantado el rock n' roll, especialmente de la era dorada de la música estadounidense, pero también somos Satanistas y estudiamos lo oculto. Ambos practicamos magia. Era una idea loca: "¿Por qué no puedes amar a Roy Orbison y saludar a Satán al mismo tiempo?" El Satanismo ha sido relegado a la escena del Metal durante tanto tiempo, pero somos Satanistas y escuchamos The Platters y Buddy Holly, ¿sabes? También amamos el Metal, pero esto es un reflejo de quiénes somos como personas. Este disco era algo que queríamos crear para nosotros... estábamos felices de ver que también resonó en otras personas".

Originalmente lanzado de manera independiente por la banda y limitado a 666 copias de vinilo adecuadamente malévolo y entregado por completo en Rise Above en la primavera de 2019, el debut de Twin Temple está tan bellamente concebido y ejecutado que suena como un clásico largo y perdido de los años 60, desenterrado en una bóveda de estudio polvorienta. Con la conmovedora pero emotiva voz de Alexandra y los deslumbrantes y auténticos arreglos de Zachary James, canciones como The Devil (Didn't Make Me Do It) y I'm Wicked prometen su lealtad a Satán de la manera más extrañamente accesible e infecciosa. Reforzado por un montón de silbidos analógicos y una devoción por las técnicas de grabación de la vieja escuela, es un álbum que trae la visión única e iluminada de la banda sobre el Satanismo a una vida vívida y vital.

"Algo de lo que estamos cansados es de todos los registros sobreproducidos", dice Alexandra. “Simplemente saca el alma de la música. Con este registro, queríamos deshacernos de todo eso. Observamos cómo todos nuestros héroes hicieron discos en los años 50 y 60. Ni siquiera se mezclaban en estéreo en ese entonces, por eso hicimos el disco en mono. Hicimos todo, incluidas las voces, en vivo para grabar. Entramos al estudio, tocamos las canciones dos o tres veces y elegimos las mejores tomas. Todo el registro se realizó en un día y medio. Tiene crudeza porque queríamos capturar el elemento humano, en lugar de sobreproducirlo todo. Lo perfecto es aburrido”.


Con una filosofía Satánica que valora el individualismo, el respeto, la igualdad y el desafío, Twin Temple está intuitivamente en sintonía con la cultura paria integral del rock n'roll, incluso el sonido diabólicamente sedicioso de Alexandra cantando seductoramente sobre Sex Magick puede hacer más que los críticos de música y apostadores desprevenidos escupan su café. En última instancia, este acto transgresor de travesuras musicales es tan subversivo como lo es en esta era de división social, ignorancia insidiosa y hostilidad vacía.

"Para nosotros, existe una conexión entre el Satanismo y el rock n' roll: ambos están muy definidos por la transgresión, el rechazo de las normas sociales y un sentido feroz de individualismo y cultura ajena", declara Alexandra. “Históricamente, el rock n’ roll estadounidense desempeñó un papel integral en la justicia social y la igualdad. Ante las leyes racistas de Jim Crow del sur y la segregación, había adolescentes blancos y negros bailando juntos en los espectáculos de Frankie Lymon. Se trataba de un cambio social, de romper los límites y de todas las normas opresivas de la vieja guardia. En nuestras mentes, el rock and roll vintage, el doo-wop y el Satanismo van de la mano. ¡Pero al mismo tiempo, reconocemos que no es el emparejamiento más probable!"

Parece que las mejores melodías del diablo están en buenas manos. Salve Twin Temple. ¡Salve Satán!

-Dom Lawson




SATÁN NOS CUIDA POR SU PROPIA CUENTA

SATÁN NOS CUIDA POR SU PROPIA CUENTA

Satán nos da una fuerza interior y nos vuelve fuertes en espíritu. A diferencia de las religiones más tradicionales, donde los adherentes están siempre orando y buscando a su dios, Satán viene a nosotros por su cuenta.


Muchas veces, podemos sentirlo. Él viene a guiarnos cuando estamos mal, preocupados, o estamos teniendo problemas. Él nos pone en línea y nos dirige en cuanto a lo que tenemos que hacer para estar centrados y felices.

La base del Satanismo espiritual yace en nuestra función de terminar la obra de Satán sobre la humanidad. Este es el objetivo de la divinidad, y se lleva a cabo a través de la meditación. La humanidad se encuentra actualmente en un nivel muy bajo espiritualmente. Cuando comenzamos a meditar, experimentamos profundos cambios positivos en nuestras vidas.

Satán y sus demonios ─los dioses originales─ nos protegen y cuidan, a medida que nos transformamos y alcanzamos el poder personal. Con Satán, tenemos la protección que los de fuera no tienen. Podemos alcanzar los poderes de la mente y del alma cuanto deseemos. Para los de fuera, esto puede resultar peligroso.

Satán también nos da conocimiento. “Os dirijo a la senda recta sin un libro”.

A medida que nos transformamos y crecemos, nuestras vidas cambian para mejor y se hacen mucho más felices. Aprendemos a través de Satán cómo tomar el control de nuestras propias vidas y del destino en lugar de estar a merced del destino. Aprendemos a sanarnos a nosotros mismos, y a cumplir nuestros deseos, usando los poderes de la mente y el alma.

Al hacer un compromiso, nos involucramos en un ritual formal. Esto se hace por libre albedrío. Estamos haciendo una elección consciente, en lugar de ser arrastrados a alguna iglesia, y recitar oraciones enlatadas delante de un montón de seguidores ciegos.

Debido a que muchos han sido fuertemente adoctrinados a estos elementos y a lo que representan ─Enemigos de Satán─, renunciamos de forma permanente mediante un ritual de dedicación. Esto es algo psicológicamente sano y liberador.

El ritual de iniciación es algo muy personal e individual, a menos que decidas hacerlo como parte de un grupo.


¿LA BIBLIA SATÁNICA?


¿LA BIBLIA SATÁNICA?

La Biblia Satánica es una obra filosófico-religiosa que expresa la ideología y las creencias de la Iglesia de Satán, iglesia fundada por Anton Szandor LaVey (conocido como el “Papa Negro”). Erróneamente percibida, la obra exalta cosas positivas como la independencia, el placer, la auto-realización y la libertad.

Este oscuro texto está conformado por la recopilación de varios ensayos sobre ocultismo, religiones paganas y demás piezas literarias relacionadas con Satán. La Biblia Satánica, como libro, fue compuesta por Anton LaVey en 1969. Escrito que detalla la ideología Satánica y sus rituales. Es importante resaltar que la gran mayoría de Satanistas no creen en el Diablo como un Dios, más bien esta figura es vista como una idea en contra del Dios tiránico del Viejo Testamento. Esta biblia busca que las personas entiendan que cada uno de ellos es su propio Dios, de la misma forma que la serpiente engañó a Eva diciéndole que después de comer del fruto prohibido reconocería entre el bien y el mal y determinaría la verdad.

La tradición cristiana dicta que el hombre pagará por sus faltas ante Dios el día de su muerte, mientras que la biblia de LaVey promulga la liberación de Dios a cambio de que cada persona sea responsable de sus actos y consecuencias. Por otra parte, este oscuro libro indica que el pecado es propio de la naturaleza del ser humano y de las decisiones que éste tome. Es pues contrario al catolicismo, en el cual se impone el pecado y la culpa es una herramienta para subyugar al ser humano, tal y como se ve en el versículo 17-9 de Jeremías: “El corazón del hombre es engañoso y sobre todo perverso”. Aquella oración se refiere a la muerte como última consecuencia del pecado y la separación de Dios; aunque no todo es sacrificio en el cristianismo, también hay palabras para motivar a los creyentes mientras que el Satanismo promueve directamente el orgullo y la arrogancia.

La Biblia Satánica es un compendio de cuatro libros, cada uno de estos presenta a cuatro demonios como los jefes del infierno y también explica los diferentes principios del Satanismo.

El libro que LaVey publicó como la Biblia Satánica se divide en dos partes esenciales. La primera expone la ideología y el razonamiento que el Satanismo promulga como religión en el siglo XIX. La segunda parte habla sobre los rituales y prácticas comunes dentro del círculo de creyentes. En estos textos también se menciona al padre del Satanismo moderno: Aleister Crowley.

EL LIBRO DE SATÁN “LA DIATRIBA INFERNAL”
En las líneas de este capítulo el autor explica cómo el Diablo ha sido insultado y atacado los por hombres bajo el mando de Dios y sus predicadores, mofándose del hecho que El Todo Poderoso mismo promueve la libertad de palabra, sin embargo, al Diablo no se le permite hablar. Pero ahora el Príncipe Oscuro no se calla nada, en los párrafos de este texto se puede apreciar la llamada al ser humano para volver a la ley de la selva y que así el hombre aprenda nuevamente a vivir bajo ese código de conducta en el que imperan los más fuertes y la caridad y compasión son dejadas de lado. Donde cada verso es un infierno y cada palabra es una lengua de fuego.

EL LIBRO DE LUCIFER: “LA ILUMINACIÓN”
Antes era un apreciado Dios romano que traía la luz, el aire y la iluminación; pero, después de la llegada del cristianismo, Lucifer y todo lo que él representaba se convirtió en sinónimo de todo lo que es malvado. A partir de esto la nueva religión promulgó la verdad como el medio para ser libres, así como también hizo gran énfasis en el rechazo del demonio Lucifer. La teología del cristianismo presenta al demonio como un gran mentiroso, si este es el caso, los Satanistas creen que fue el Diablo quien creó el resto de religiones que se escuchan en el mundo moderno, y no Dios; ya que, según los Satanistas, esas religiones representan “burbujas de falsedad”. A diferencia de los cristianos que creen en verdades rebeladas e incuestionables, los Satanistas piensan que lo que en realidad libera es la duda, pues lo que creemos que es la verdad es siempre cuestionable y cuando nos aferramos a una supuesta verdad nos esclavizamos a la inamovilidad de una convicción cerrada; como decía el viejo proverbio latino: “ubi dubium ibi libertas” (donde hay duda hay libertad). Además, y sobre todo, los Satanistas piensan que si se clausura la duda se clausura el portal por donde llega la verdad.

EL LIBRO DE BELIAL “EL DOMINIO DE LA TIERRA”
El nombre de este demonio significa “que no tiene amos”, palabras que simbolizan la verdadera independencia. En este texto Belial representa el elemento de la tierra y este elemento representa la magia, momento en el que se remueve el velo de subterfugios que envuelve la práctica de estas artes negras. Y es que, según los Satanistas, los ocultistas convencionales son depositarios de “actitudes místicas carentes de razón objetiva”, además de que han sido creadores de laberintos, han relegado los principios elementales y verdaderos de la magia y han complejizado las cosas innecesariamente al punto de no poder usar sus artes y ser víctimas de aquellas. Así, estos ocultistas habrían creado, ya deliberadamente o ya por ignorancia, el velo de misterio y la complejidad que envuelven a la magia, volviéndola algo exclusivo para aquellos pocos que conocen su verdadera naturaleza. En otras palabras, los esotéricos que la practican deberían estar encima de la magia, sin embargo, están atrapados en el laberinto de conocimientos creados por ellos mismos para esconder el arte de los que no creen en ella.

EL LIBRO DE LEVIATÁN “EL MAR RUGIENTE”
Como el nombre de este capítulo indica, Leviatán es el gran dragón del abismo en las profundidades del océano; “su rugido se escucha en el bravo mar y sus invocaciones son sus tribunales”. En esta parte del libro se profundiza en la magia y la energía que se requiere para que las invocaciones funcionen. Para que un ritual sea efectivo, se tiene que usar las palabras adecuadas y al mismo tiempo darle creencia con la fuerza y la voluntad con que se dicen las palabras del ritual y se ejecutan sus procedimientos, de lo contrario el hechizo no funcionará. Es en esta parte del libro donde entran las famosas claves en lenguaje Enoquiano, un lenguaje más antiguo que el sanscrito, con sonidos que se parecen a los del árabe, el hebreo o el latín, y con aparición escrita primigenia en una obra de 1659 de John Dee, un famoso astrólogo y vidente británico. Hay que tener en cuenta que la variedad de rituales tienen diferentes cánticos, los cuales pueden ser versos, sonidos, cantos, poesías entre otros más.

AUTORES SINIESTROS 
Anton Szandor LaVey nació el 11 de abril de 1930 y fundó la Iglesia de Satanás el 30 de abril de 1966 en el Estado de California, fue autor de la Biblia Satánica, texto que publicó en 1969. Esta fecha se convirtió en el año primero del Reinado de Satán y en los años siguientes su templo adquirió mucha fama en California. Pronto Anton confirmó que obtuvo muchos de los fragmentos de la Biblia Satánica de su predecesor Aleister Crowley. Sus enseñanzas están enfocadas en la gratificación y la exaltación de todos los deseos humanos.

Aleister Crowley nació el 12 de octubre de 1875, en el trayecto de su vida desempeñó varias funciones, entre ellas sobresalen el ocultismo, la escritura y el espionaje. Crowley fue un miembro influyente de muchas sectas de esoterismo, entre ellas “Golden Dawn” y “Ordo Templi Orientis”. La obra más importante de Aleister es “El Libro de la Ley”, también era conocido como “el hombre más perverso de la tierra”. De acuerdo con los registros, Crowley tuvo una experiencia mística en 1904, evento que lo impulsó a formar su religión filosófica conocida como “Thelema” en la cual habla del destino que cada persona tiene y de la voluntad necesaria para llevarlo a cabo. Edward Alexander Crowley falleció el 1 de diciembre de 1945 por una infección respiratoria.