UNA APUESTA HECHA EN EL INFIERNO


UNA APUESTA HECHA EN EL INFIERNO
Magus Peter H. Gilmore

El gran logro de Anton LaVey como filósofo llegó a través de su capacidad de ver en fuentes muy diferentes lo que tienen en común. A esto lo llamo una “resonancia”, basada en el “tono” fundamental elegido para hacer un axioma: el concepto de la supremacía individual. Compuso una racional “progresión de acordes” terrenales con estos estrepitosos matices conceptuales diseminados y lo llamó Satanismo. Esto fue hecho conscientemente como medio de oposición a la previa dominación de las doctrinas anti-individualistas del cristianismo y otras religiones espirituales.

Cuando el Dr. LaVey escribió “La Biblia Satánica”, decidió que sería conveniente dividirla en cuatro secciones que representaran los elementos primigenios —Fuego, Agua, Tierra y Aire— a través de los Príncipes Herederos del Infierno en la práctica diabólica. Por lo tanto, los ensayos que explican la filosofía, fueron reunidos en el “Libro de Lucifer” representando el Aire, dando luz a los lectores sobre los conceptos fundamentales. Sus explicaciones sobre la teoría del ritual conocido como Magia Mayor, están en el “Libro de Belial”, que entraña el dominio de la Tierra. Los textos efectivos para los mismos rituales están en el “Libro de Leviatán”, con las necesarias y procelosas palabras para despertar toda la escala de emociones humanas en la Cámara de Descompresión Intelectual, que representan el mar y por tanto, el Agua. Necesitaba algo excepcionalmente potente para el “Libro de Satán”, textos que encarnan el Fuego, y esto se encuentra en el libro “Might Is Right”, escrito por alguien con el seudónimo de Ragnar Redbeard. LaVey habría aprovechado diferentes filósofos y librepensadores, que igualmente despreciaban al cristianismo, pero necesitaba algo aún más explosivo, palabras que ardieran en las páginas y sirvieran de flogisto a la sensibilidad individualista, que tuviera la innata naturaleza de LaVey por el rechazo hacia el fétido nazareno.

El Dr. LaVey volvió a examinar la larga y por momentos desarticulada diatriba de Redbeard. “Might Is Right” había llegado a su vida muchos años antes y fue inspiradora, —este descubrimiento se detalla en la introducción de este libro— entonces, vio el potencial para destilar una diatriba centrada. Seleccionó pasajes que podrían presentarse como eminentes epigramas, los enumeró, ordenó, y colocó cual munición en un arma, lista para disparar a sus lectores, con la rabia que se engendra cuando nuestra especie considera la prevalencia de las ovejeras doctrinas celestiales contempladas por la sociedad occidental.

Y las palabras de Redbeard le sirvieron, ya que el formato para el mercado masivo de “La Biblia Satánica”, llego a mentes sedientas de imágenes dramáticas y pensamientos perturbadores, para encender lo que se esperaba fuera una pira funeraria contra una religión cuyos estertores de muerte se preveían. El Dr. LaVey trajo lo mejor de Redbeard desde el limbo, aun fuera de circulación y de las mentes, y así revivió el espíritu audaz que había permanecido en estado latente —un trabajo verdaderamente mágico. Las bodas de Redbeard con los propios conceptos diabólicos de LaVey fueron incendiarios. Si no fuera por “La Biblia Satánica” y la dedicatoria original que incluía “Para Ragnar Redbeard, cuyo poder tenía la razón”, el libro que ahora tiene en sus manos pudo haber continuado languideciendo en la oscuridad —un destino que sería el preferido por los amantes y lacayos de Jesús.

Sin embargo, desde la publicación de la obra seminal que puso en marcha al Satanismo contemporáneo, así como las ediciones subsiguientes del libro de Redbeard que hemos visto en los últimos años, dan una vuelta al poder de la derecha cristiana, sobre todo en los Estados Unidos, y la continua potenciación del cristianismo fundamentalista y el Islam en muchas otras naciones. Los que juran lealtad a Jesús o Alá, se están moviendo para difundir sus doctrinas a muchos que no quieren saber nada de ellos; estos fanáticos están convencidos que están en una misión destinada a dominar los “infieles”, con esperanzas de ganar la aprobación de un más allá que nosotros sabemos, es un engaño. Ellos confían en la apatía de la mayoría de personas, así como en la “santa justicia” de su causa, y esperan lograr la condenación de sus víctimas.

Hemos visto que los cristianos a menudo suponen que quien rechaza sus escrituras, simplemente le otorga autoridad moral. Se equivocan. Promovemos la idea de vivir en una sociedad secular en la que todos puedan elegir cualquier religión o filosofía que se ajuste a su naturaleza, siempre y cuando ninguna de las alternativas intente forzar a los renuentes. Sin embargo, de ninguna manera vemos sus puntos de vista como “verdaderos”. No somos adoradores del Diablo, ni del soborno de su mitología rancia, ni su definición del mal. Somos Satanistas que ven su preciado Jesús como una farsa. Vemos su mitología central con una deidad-padre ordenando que su hijo sea torturado hasta la muerte como ofrenda, eso es completamente repugnante. No aceptamos su moral bíblicamente derivada y diseñada para débiles de corazón. No aceptamos la voluntad de subsumir nuestra individualidad y convertirnos en esclavos de un fantasma celestial y el abandono de las bondades de esta, nuestra única vida. No, en absoluto. Encontramos sus doctrinas repulsivas y poco naturales para las personas como nosotros mismos, también contraproducentes para la supervivencia y el progreso de nuestra especie. Nosotros no somos como quienes abrazan mitos del más allá y que voltean sus mejillas esperando por más abusos. Nosotros somos los lobos y no a las ovejas. Sean bienvenidos a sus ilusiones espirituales, con tal que se mantengan a sí mismos.

Recibimos constantes y espontáneos correos electrónicos de parte de movimientos cristianos diciendo que si tuviesen la facultad de legislar, nos obligarían a doblar la rodilla frente a su pútrido príncipe de la pasividad. Eso no lo vamos a tolerar, ni debe hacerlo cualquier persona que apoye la libertad de pensamiento, ya sea que se emocionen por la iconografía Satánica o no. No estamos solos en nuestra aversión instintiva por el cristianismo, uno no tiene que ser un Satanista para adoptar la ira de Redbeard contra aquellos que prefieren postrarse ante ídolos de abnegación.

Tras los acontecimientos del 9/11, que ahora debe ser obvio hasta para el más perezoso, el fundamentalismo religioso es una locura, no es una alternativa saludable para ser respetados. Cuando los Imamíes claman la muerte de quienes hacen sátiras mofándose de su profeta muerto hace mucho tiempo, los fanáticos seguidores de los disturbios y de matarse unos a otros (sin que sea una gran pérdida), cuando militantes “nacidos de nuevo” bombardean clínicas de aborto y asesinan a los médicos que trabajan en ellas, el “ciudadano promedio”, que es sólo un cristiano nominal (o lo que sea) debe ver en su conciencia el verdadero peligro de estas ideologías. Incluso debe sacudirse y decir “no” cuando el Dios-obsesionado le pida ir de la mano con su locura represiva. ¿Quizá sea necesario ver que existen otras alternativas? Pueden empezar con Ragnar.

Hay un poder autentico en la escritura de Redbeard, ya que “Might is Right” es una descripción exacta de cómo funcionan las sociedades humanas. Irónicamente, los que promueven la doctrina del llamado “Príncipe de Paz” los últimos dos mil años lo han hecho con herramientas de poder-espada, potros de tortura, el auto da fe, y en tiempos modernos, a punta de pistola. Mientras niegan la poco saludable normalidad del poder y dominio en sus filosofías, utilizarán estas técnicas para hacer valer sus creencias. Eso no sorprende a los Satanistas, y esto simplemente prueba la tesis de Redbeard. Él aspiraba a una sociedad más honesta, que no defendiera falsos y anormales valores en nuestra especie de primates salvajes. Él quería purgar la hipocresía de la sociedad, y por celebrar la naturaleza de la bestia llamada hombre, no denigró.

Cualquiera que fuera el verdadero nombre del autor de “Might Is Right”, finalmente demostró serlo, si acaso, con certeza que sabemos fue uno de los nuestros, —nació con un carácter para encontrar que las doctrinas del servilismo, espiritualidad y cobardía son repugnantes. Sus palabras sirven como vacuna contra la ruina del cristianismo y sus viles intentos para barrer los que desean vivir una vida auto-determinada. Nuestra especie avanza para evitar la afirmación continua de las alocadas doctrinas nazarenas en esta civilización. Las palabras llameantes de Redbeard, seguirán sirviendo como una poderosa fuente de inspiración para nosotros, los Anticristo, ya que nuestra especie se mueve por un mundo cada vez más secular y verdaderamente justo.

Ciudad de Nueva York, abril 11 de 2006.

“Una Apuesta Hecha en el Infierno” (A Match Made In Hell), fue publicado originalmente como Epílogo para el libro Might is Right, or The Survival of the Fittest escrito por Ragnar Redbeard, LL.D. (M.H.P. & Co., Ltd, ©2006)