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MITOS Y VERDADES DE LA IGLESIA DE SATÁN




MITOS Y VERDADES DE LA IGLESIA DE SATÁN 
Peter H. Gilmore

Hasta ahora no sabemos cuál es el móvil de este ataque de odio. No conocemos los motivos de estas personas. A lo mejor quisieron protagonizar un ritual satánico. A lo mejor lo único que querían era ofendernos en lo más sagrado para nosotros”, declaró David Velázquez, el párroco de la Iglesia de Santa Rosa de Lima, según consigna el portal del periódico El Universal, en una nota fechada el 27 de mayo del presente año.

Magus Peter H. Gilmore in Lotus Position by Diana DeMagis; Hellfire Altar
Un día antes se había dado a conocer que un grupo no identificado de personas irrumpió en el templo para acuchillar una imagen de la Virgen de Guadalupe. Los atacantes defecaron en el interior de la parroquia y escribieron en las paredes el número 666 con salsa de tomate.

Quienes hayan perpetrado el acto de vandalismo lo hicieron cobijados por el anonimato y aunque no se han asumido abiertamente adoradores de Satanás, fueron calificados como tales tanto por el religioso, como por gran parte de la opinión pública.

Sin embargo, quienes sí se asumen abiertamente Satanistas –que no satánicos– rechazan por completo este tipo de agresiones a otros cultos, además de que no esconden su rostro ni su identidad.

No te quejes sobre algo que no tenga que ver contigo”, dice a la letra la octava de las Once Leyes Satánicas de la Tierra, creadas por Anton Szandor LaVey, autor de La Biblia Satánica y quien fundó oficialmente la Iglesia de Satán el 30 de abril de 1966.

La historia del culto, así como la biografía de su fundador están al alcance cualquier persona en Internet (www.churchofsatan.com), así como las reglas para sumarse a la religión –debidamente reconocida como tal en Estados Unidos– y toda la papelería que se requiere para aspirar a ser miembro. Aunque en las declaraciones se lee que los integrantes del culto mantienen un perfil bajo y son celosos de su privacidad, sí se hace hincapié en que para aspirar a formar parte de la Iglesia de Satán se debe ser legalmente adulto en el país donde se reside.

Semanas antes de sucedido este ataque contra la Iglesia de Santa Rosa de Lima, Playboy México logró hacer contacto con el actual Sumo Sacerdote de la Iglesia de Satán, Magus Peter H. Gilmore, quien respondió a un cuestionario enviado por nuestra revista. Coincidentemente, se le preguntó porque el grueso de la sociedad tiene una imagen real de los auténticos Satanistas.

Cualquiera que realice una investigación elemental puede aprender cómo pensamos”, escribió Gilmore. “Quienes prefieren pensar que cometemos actos criminales es porque no quieren reconocer lo que somos: ateos responsables que son culpados de la irresponsabilidad de otros. Nuestra ideología demanda libertad y por eso atemoriza a quienes necesitan de un líder, religioso o político, que los cuide como si fueran niños y controle sus vidas”.

Los sacrificios humanos no existen en su ideología y quienes los practican, afirma, no pertenecen a la auténtica Iglesia de Satán.

Existen fanáticos de la parafernalia diabólica que realizan parodias de lo que es adoración al Demonio e intentan confundir a la gente asumiéndose como Satanistas. Es importante aclarar que no lo son y nos interesa desvelar estas confusiones cuando suceden”.

UN ICONO DEL POP

A diferencia de lo que se cree, desde su fundación en 1966, la Iglesia de Satán no está en busca de nuevos adeptos. Por el contrario, su estructura es demasiado hermética y la mayoría de sus limitantes no gritan a los cuatro vientos su posición como Satanistas.

De hecho, en caso de que alguien quiera sumarse al culto, debe primero leer extensos ensayos acerca de la historia y creencias de Anton LaVey, además de demostrar plenamente que no desea ingresar únicamente por curiosidad.

Aunque la Iglesia de Satán en efecto utiliza el pentagrama como símbolo de identificación –en el que cada pico de la estrella representa un elemento de la Naturaleza– también se desentiende de las cruces invertidas y otro tipo de simbolismos heréticos, desde el punto de vista cristiano, con los que culturalmente se le relaciona.

De hecho, la Iglesia de Satán no adora a ningún ser inmaterial o espiritual. La imagen del diablo con cuernos sostiene, ha sido promovida por sus detractores para infundir miedo en la gente. Satán, como ellos lo entienden, es el hombre mismo, con sus defectos y virtudes. Su filosofía es, entonces, humanista y libertaria, tanto de acción como de pensamiento.

La imagen del diablo, como nos la presenta el cristianismo, ha sido parte de la cultura pop a lo largo de la historia”, sostiene Gilmore. “La ópera, alguna vez, fue parte de la cultura pop y en muchas de ella aparecía Satán como una criatura con cuernos y cola. Después, la imagen ha presentado distintos grados de profundidad: en algunas películas parece un refinado caballero que explora las pasiones humanas y en algunos videojuegos modernos luce como un monstruo infernal sediento de sangre”.

Lejos de molestarse, el Sumo Sacerdote añade, con sorna: “Estas representaciones lucen medievales para la época en que vivimos. Sin embargo, quienes no son cristianos comparten nuestra visión de Satán como un símbolo de dejar atrás la opresión y apoyo a la individualidad. Así lo entendieron Mark Twain y Lord Byron”.

EL DIABLO SE PORTA “BIEN

¿Satánicas? Sí, en efecto lo son. Las Once Leyes Satánicas para la Tierra enuncian principios que no huelen a “diabólicos” por ningún lado: “Cuando estés en el hábitat de otra persona, muestra respeto o mejor no vayas allá”, dice la número 3. “No hagas avances sexuales a menos que te sea dada una señal de apareamiento”, expone la 5. Paradójicamente, cuando decenas de sacerdotes católicos son acusados de pederastia, la regla número 9 de los Satanistas, a la letra reza: “No hieras niños pequeños”.

Al mismo tiempo, otras pudieran sonar agresivas para quienes pertenecen a una cultura compasiva, acostumbrada a poner la otra mejilla: “Cuando camines en territorio abierto, no molestes a nadie. Si alguien te molesta, pídele que se detenga. Si no lo hace, destrúyelo”, manda la regla número 11.

Gilmore explica: “El bien y el mal no existen. La gente califica como 'malo' aquello que es negativo para sus creencias. Se les olvida que, para otras personas, ellas podrían representar lo 'malo'. El terrorismo nos lo ha demostrado, pero poca gente ha puesto atención en ello”.

Incluso, los Satanistas son partidarios del cuidado de la Tierra. “El Satanismo entiende al humano como un animal más sobre la tierra, porque las religiones espirituales lo han dotado de una arrogancia que los creen con derecho a simplemente ‘utilizar’ a otras especies. Para nosotros, es indispensable mirar al planeta como un organismo”.

Los Satanistas tampoco creen en el fin del mundo, ahora que tan de moda está hablar de las profecías relativas al año 2012. Gilmore afirma que ese temor sólo les provoca risa, porque denota su falta de cultura. Los Satanistas ponderan la ciencia, antepone.

Nuestro planeta terminará cuando se destruya nuestro sistema solar. Los Satanistas somos adultos responsables de su destino y perdemos el tiempo con supersticiones”, concluye.

¿ROCK SATÁNICO?

Si bien el Satanismo ha sido ligado a un tipo específico de música, el heavy metal, Peter H. Gilmore, argumenta: “No existe un arte satánico oficial. Yo mismo escucho y compongo música clásica y he encontrado que piezas de Wagner o Shostakovich son mucho más afines a nuestra ideología que el metal. De hecho, muchas de esas bandas escriben muy pobremente y se dedican a blasfemar contra el cristianismo. Eso no los convierte en Satanistas porque el culto al diablo es una invención cristiana. El auténtico satánico es ateo y rechaza todos los cultos”.

Sin embargo, Marilyn Manson fue investido Reverendo de la Iglesia de Satán por Anton LaVey en persona, a lo que el actual Sumo Sacerdote afirma: “Su nombramiento fue para reconocer el dinero que ha hecho, a costa de sus fans, reciclando viejos estereotipos del rock”.

Entrevista al Sumo Sacerdote de la Iglesia de Satán Peter H. Gilmore. (Grand Master of the Church of Satan), Publicada en Playboy México.

EL ORIGEN DE LA CABRA DE MENDES



EL ORIGEN DE LA CABRA DE MENDES

“El hombre se basa en el simbolismo y la metáfora al construir un marco conceptual personal para comprender el universo en el que vive. Él siempre ha inventado sus dioses usando su mente física”. 
Peter H. Gilmore, The Satanic Scriptures.

En la teología egipcia antigua, se creía que existía una esencia vital en cada persona viviente. A esta chispa de vida se la conocía como el Ka, y se pensó que había sido creada por una deidad en el momento de la concepción. Cuando una persona moría, los egipcios creían que el Ka abandonaría el cuerpo y se dividiría en dos partes: el Akh y el Ba. Aunque se sabe que los detalles precisos del concepto egipcio de muerte y sus mitos con respecto a la vida futura han variado un poco con el paso de los siglos, generalmente se creía que el Akh de una persona fallecida, su espíritu o intelecto, realizaba un viaje peligroso por el inframundo para un lugar donde eventualmente sería juzgado por los dioses. Mientras tanto, el Ba del difunto, que puede ser entendido en términos de su alma o su personalidad, continuaría habitando en la Tierra entre los vivos.



En los campos de la arqueología y la antropología, no es ningún secreto que el simbolismo y el comportamiento simbólico impregnan prácticamente todos los aspectos de la sociedad humana. Los antiguos egipcios son conocidos por haber llevado esta fascinación con el simbolismo un poco más allá que la mayoría de las culturas, sin embargo, con la creencia expresada de que existe una conexión intrínseca entre objetos, lugares o eventos que exhiben características similares o son simbólicamente similares de alguna manera. Por lo tanto, en algún lugar de los lejanos milenios de la prehistoria egipcia, se estableció una conexión simbólica significativa entre la palabra para alma, Ba y la palabra cabra, Ba. Aunque puede haber existido una diferencia sutil en la pronunciación entre esas dos palabras, su transliteración es esencialmente la misma.

En consecuencia, desde una fecha extremadamente temprana en la sociedad egipcia antigua, se pensó que un carnero era la encarnación de un alma que residía en la Tierra entre los vivos. En la mente egipcia, la conexión fue notablemente profunda. Y en el pueblo de Anpet (la futura ciudad de Mendes) en el delta del Nilo, evidentemente se creía que el simbolismo invocado por los homónimos proporcionaba una prueba incontrovertible de que el alma en cuestión era de naturaleza divina. Por lo tanto, un carnero era potencialmente el avatar viviente de un dios. Y con esa interpretación establecida firmemente en la antigua psique egipcia, nació la Cabra de Mendes.

[Extracto de Ancient Mendes: An Archaeological Perspective por Warlock Robert John Kuplin]


¿QUÉ? ¿EL DIABLO?


¿QUÉ? ¿EL DIABLO?
Peter H. Gilmore

El Satanismo no es adoración al Demonio. Eso viene como un susto para muchos que no han explorado nuestra filosofía y es la principal mala interpretación que los de afuera tienen con respecto a la Iglesia de Satán. Nuestro fundador Anton Szandor LaVey afirmó esta postura desde el comienzo. A lo largo de los años individuos con la necesidad de sentirse apoyados por una deidad han afirmado que el Dr. LaVey de alguna manera llegó a creer en un Satán literal. Si examinamos su trabajo, es claro que él nunca cambió de opinión acerca de esto, ni fue jamás la creencia en el Demonio alguna práctica secreta del “círculo interno” de la Iglesia de Satán.

Nosotros como satanistas entendemos que la verdad y la fantasía son necesarias para el animal humano. Es un paso hacia la sabiduría cuando uno sabe con certeza cuál es cuál. El hombre se respalda en el simbolismo y la metáfora cuando construye un marco conceptual para comprender el universo en el cual vive. El siempre ha inventado sus propios dioses utilizando su cerebro carnal. De La Biblia Satánica: “El hombre siempre ha creado sus dioses, más que sus dioses lo han creado a él”. Sin embargo, éste acto de creación es usualmente negado. La historia muestra que los fundadores de las religiones afirmaron un contacto personal con la deidad fabricada a través de sus imaginaciones, y legiones de seguidores reforzaron aquella ficción. No hay nada malo con la fantasía, mientras que como un individuo sepa que se está utilizando éste auto-engaño controlado como una herramienta para tratar con la existencia. Para nosotros satanistas escépticos, pragmáticos, eso está manejado en la cámara ritual. La dependencia en construcciones fantásticas se vuelve peligrosa cuando los creyentes en religiones espirituales insisten dogmáticamente que sus fantasías personales y colectivas son reales en el mundo, que ellas son la única verdad absoluta y por eso esperan para que el mito los guíe o intentan obligar a otros a compartir éste engaño. Eso ha sido la fuente para incontables guerras, como cualquier estudiante de historia puede observar.
El libro seminal del Dr. LaVey, La Biblia Satánica, publicado en 1969 establece algunos principios básicos:
El satanista toma conciencia que el hombre, y la acción y reacción del universo, es responsable por todo, y no se engaña en pensar que a alguien le importa.
¿No es más sensible adorar a un dios que, él mismo, ha creado, de acuerdo con sus propias necesidades emocionales – uno que represente mejor el propio ser carnal y físico que tiene la idea/poder para inventar a un dios en primer lugar?
De una entrevista de 1986 con Walter Harrington de The Washington Post:
“Satán es un símbolo, nada más” dice LaVey. “Satán significa nuestro amor por lo terrenal y nuestro rechazo a la imagen pálida e inefectiva de Cristo en la cruz”.
Aceptando la premisa axiomática que los dioses no existen como entidades supernaturales significa que los satanistas son ateos de hecho. Sabemos que el mundo objetivo es indiferente a nosotros. Ya que nuestra filosofía es egocéntrica, cada satanista se ve a sí mismo como la persona más importante de su vida. Cada individuo, de esta manera, genera su propia jerarquía de valores y juzga a todo basado en sus propios estándares. Por lo tanto, nosotros los satanistas nos apuntamos a nosotros mismos como los “Dioses” en nuestros universos subjetivos. Esto no significa que pensamos tener los poderes de una deidad mitológica, sino que significa que veneramos las capacidades creativas de nuestra especie. Así para distinguirnos de los ateos, quienes simplemente rechazan a Dios como no existente, nos llamamos a nosotros mismos “Yo-teístas”, con nuestro propio y saludable ego como el centro de nuestra perspectiva. Este es verdaderamente un concepto blasfemo que vuela a la cara de cada una de las otras religiones y es por esto que Satán nos sirve bien como un símbolo. El fue descrito como -el orgulloso-, que se negó a inclinarse ante Jehová. El es aquel que cuestiona a la autoridad, buscando la libertad más allá del atrofiante ámbito del Cielo. El es la figura defendida por Mark Twain, Milton y Byron como el crítico independiente que heroicamente se sostiene por si solo.

El Dr. LaVey realizó la más detallada presentación de su concepto de cómo funciona Satán en su filosofía en el siguiente monologo que apareció en el libro de Jack Fritscher, Popular Witchcraft, publicado en 1973.
“No siento que elevando al demonio en un sentido antropológico es tan factible como a los teólogos o a los metafísicos les gustaría creer. He sentido Su presencia, pero solamente como una extensión exteriorizada de mi propio potencial, como un alter-ego o un concepto evolucionado que he podido exteriorizar. Con una plena conciencia, yo me puedo comunicar con esta semblanza, esta criatura, este demonio, esta personificación que veo en los ojos del símbolo de Satán – la cabra de Mendes – al comulgar con ello ante el altar. Ninguno de estos es algo más que una imagen reflejada de la potencial que percibo en mí mismo.
Tengo la conciencia de que la objetivación es de acuerdo a mi propio ego. No estoy engañándome a mí mismo de que estoy llamando a algo que está desasociado o exteriorizado de mí mismo, el altísimo. Esta Fuerza no es un factor que me controla y sobre cual yo no tengo control. El principio satánico es que el hombre voluntariosamente controla su destino; si no lo hace, algún otro hombre – mucho más inteligente que él – lo hará. Satán es, por lo tanto, una extensión de la propia psique o esencia deliberada, por lo que aquella extensión puede a veces contrariar y dar directrices a través del sí mismo de una forma en que se piensa del sí mismo como una unidad individual no puede. De esta forma ayuda a describir de una manera exteriorizada al Demonio. El propósito es tener algo de una naturaleza idolatra, objetiva con la cual estar en comunión. Sin embargo, el hombre posee conexión, contacto, control. Esta noción de un Dios/Satán no es nueva.”
El acercamiento esbozado acá, de crear concientemente una exteriorización del yo con el cual uno comulga únicamente durante el ritual, es un concepto religioso revolucionario del satanismo de LaVey y es un acercamiento de “tercer lado” el que se hace elusivo a muchos para los que ello no es natural. Es una prestidigitación psicológica, no una forma de fe. Establece que para el satanista en ritual, él ES Satán.

Para ser justos, la gente asistiendo a trabajos de los ritos bombásticos y teatrales de LaVey puede no ser capaz de separar la exclamación “¡Viva Satán!” mientras estén en la cámara ritual con la incredulidad en cualquier dios externo fuera de la cámara. Pero entonces, el satanismo no está consignado para todos. Cuando se nos pregunta si existe un próximo volumen de Satanismo para Bobos, respondemos: “El satanismo no está destinado para bobos”. Como él dijo en La Biblia Satánica y frecuentemente en entrevistas: “El satanismo demanda estudio –NO adoración”. La capacidad para pensar es esperada en los satanistas. Así LaVey esperaba que aquellos que apoyaran su filosofía entendieran dónde trazar la línea entre lo fantástico y lo real. El proclamó que era un feriante, y sintió que sus satanistas no debían ser unos ignorantes, confundiendo la mascarada con la realidad. Como un hombre de carnaval, él sabía cómo entretener para atraer la atención y así, entonces, poder presentar ideas más serias. Algunos podrían mirar despectivamente su metodología, desestimando sus más profundas meditaciones debido a los elementos circenses. Sin embargo, yo creo que se podría hacer un caso en que todas las religiones están en el “negocio del espectáculo”, pero la Iglesia de Satán es la única lo suficientemente honesta para admitirlo.

En una entrevista realizada en un LP llamado The Occult Explosion (La Explosión Oculta) de 1973, el Dr. LaVey explicó cómo la Iglesia de Satán trata diferentes conceptos de Satán:
 ”Satán es, para nosotros, un símbolo más que un ser antropológico, aunque muchos miembros de la Iglesia de Satán, místicamente inclinados, prefieren pensar en Satán en una forma muy real y antropomórfica. Por supuesto, nosotros no desalentamos esto, debido a que nos damos cuenta que para muchos individuos una imagen, una bien forjada imagen de su mentor o su divinidad tutelar, para ellos es muy importante, para conceptualizar ritualmente. Sin embargo, Satán simbólicamente es el maestro: el informante de los porqués y los por los cuáles del mundo. Y en respuesta a aquellos que nos catalogarían de “Adoradores del Demonio” o fueran muy rápidos para asumir que somos adoradores de Satán, debo decir que Satán demanda estudio, no adoración, en su más verdadera simbología.
Nosotros no nos humillamos; no nos ponemos de rodillas y adoramos a Satán. No pedimos, no imploramos a Satán para que nos brinde lo que deseamos. Sentimos que quienquiera que vaya a ser bendecido por cualquier dios de su elección va a tener que mostrar aquel dios que él es capaz de hacerse cargo de las bendiciones que son recibidas.
Así él apoya la creación de un dios-símbolo basado en las propias necesidades y elecciones estéticas. La fantasía creativa es empleada para la realización emocional, experimentada en el contexto de la cámara ritual. Los satanistas ven a Satán como su símbolo apropiado para concretar aquellas necesidades, una magnificación de lo mejor dentro de nosotros.

Adicionalmente, LaVey especuló sobre la idea que cuando se intenta Magia Mayor, eso podría ser que el operador esté interviniendo en una fuerza que es parte de la naturaleza para magnificar su Voluntad. Esta fuerza está oculta, desconocida y por lo tanto, “oscura”. Pero LaVey no vio la fuerza como una entidad supernatural. En La Biblia Satánica, explicó originalmente “el satanista simplemente acepta la definición (de Dios) que mejor le acomoda”. El sigue de cerca aquello con la definición que él emplea:
Para el satanista, “Dios” – por cualquier nombre que se le llame o por ningún nombre del todo – es visto como un factor de balance en la naturaleza y no como un ser preocupado con el sufrimiento. Esta poderosa fuerza que penetra y balancea el universo es demasiado impersonal para preocuparse de la felicidad o la miseria de las criaturas de carne y hueso en ésta bola de mugre sobre la cual vivimos.
LaVey claramente deposita una fuerza desinteresada, remota –no una personalidad o entidad –que balancea el universo. El lo ve tan indiferente a las formas de vida, como cualquiera de las otras fuerzas, como lo sería la gravedad. Es un mecanismo, no un personaje. Eso no amerita deferencia, contemporización o idolatría. Puede ser nombrado o no. Opera sin el conocimiento de otros seres conscientes. El habló de esto a Burton Wolfe, quien escribió la introducción a La Biblia Satánica:
Por supuesto que LaVey señaló a quién quisiera escuchar que el Demonio para él y sus seguidores no era el tipo estereotipado envuelto en un atuendo rojo, con cuernos, cola y tridente, sino más bien las fuerzas oscuras en la naturaleza, que los seres humanos están recién comenzando a comprender. ¿Cómo pudo LaVey cuadrar tal explicación con su propia apariencia, en momentos de capucha negra y cuernos? El respondió –La gente necesita el ritual, con símbolos como los que encuentras en partidos de béisbol o en servicios religiosos o guerras, como vehículos para gastar las emociones que no pueden liberar o incluso comprender por éllos mismos.
Así LaVey aceptó que actualmente puede haber elementos inexplicados del universo que eran parte de su trama, pero que estos no son sobrenaturales. El sugiere que la mente inquisitiva del Hombre puede eventualmente llegar a entender cómo ellos funcionan. Las implicaciones de éstas ideas ofrecen gran libertad. Puesto que no existe una deidad real vigilando o mandando el comportamiento de nuestras especies, los hombres son libres para imaginarsen cualquier tipo de Dios que elijan para satisfacer sus propias necesidades, sin embargo no deberían olvidarsen que tales fantasías son solamente eso – nada más.

En aquel mismo pasaje, él también indica la razón principal para comprometerse en el ritual, el que definió como Magia Mayor: este sirve como un medio para la liberación de emociones reprimidas que las personas podían no comprender completamente. Por lo tanto, el ritual posee un propósito ritual; claramente no está pensado como forma de adoración de alguna entidad sobrenatural. El ritual es demostrablemente parte de la cultura humana. LaVey sabía que este sirvió un valor para las personas a lo largo del milenio, incluso si este fue realizado por razones que no cuadraban con la realidad. Esto hizo que la gente se sintiera mejor de lo que habían sentido de antemano. Así, como continuó en La Biblia Satánica, hablando de la búsqueda por una religión apropiada: “Si él se acepta a sí mismo, pero reconoce que el ritual y la ceremonia son dispositivos que sus religiones inventadas han utilizado para sustentar su fe en una mentira, entonces es la MISMA FORMA DE RITUAL que sustentará su fe en la verdad –el esplendor primitivo que le otorgará su conciencia de su propio ser majestuoso le sumará sustancia”. De esta forma el dispositivo del ritual, que él explico como “auto-engaño controlado”, puede ser de uso práctico para el bienestar del propio estado mental. La verdad referida más arriba es que todos los dioses son una invención de la bestia creativa llamada Hombre.

Para resumir el viaje de un típico individuo observando la realidad para declararse a él mismo un satanista, déjenos enumerar varias afirmaciones:
  • La Naturaleza abarca todo lo que existe. No hay nada sobrenatural en la Naturaleza.
  • Lo espiritual es una ilusión. Soy completamente carnal.
  • La razón es mi herramienta para el conocimiento, haciendo de la fe un anatema. Cuestiono todas las cosas. Soy un escéptico.
  • No acepto falsas dicotomías. En lugar de ello, encuentro el “tercer lado” el que me acerca al entendimiento de los misterios de la existencia.
  • El universo no es benevolente, tampoco malevolente, es indiferente.
  • No existen Dioses. Yo soy ateo.
  • No existe un propósito intrínseco para la vida más allá de los imperativos biológicos. Así determino el sentido de mi propia vida.
  • Yo decido lo que es de valor. Yo soy mi valor más elevado, y de esta forma soy mi propio Dios.
  • Soy un YO-teísta
  • Bien es aquello que me beneficia y promueve aquello que estimo.
  • Mal es aquello que me hiere y obstaculiza lo que aprecio.
  • Yo vivo para maximizar lo Bueno para mi mismo y para aquellos que valoro. Todo el tiempo me mantengo en control en mi búsqueda del placer. Yo soy un Epicúreo.
  • El mérito determina mi criterio para el juicio de mí mismo y de los otros. Juzgo y estoy preparado para ser juzgado.
  • Busco un resultado justo en mis intercambios con aquellos alrededor mío. Yo, de esta manera, haré a los demás lo que preferiría que ellos me hicieran a mí. Sin embargo, si ellos me traten pobremente, devolvería aquel comportamiento en grado similar.
  • Comprendo la necesidad humana por símbolos como formas de purificación de complejas estructuras de pensamiento.
  • El símbolo que mejor ejemplifica mi naturaleza como una bestia consciente es Satán, el avatar de la carnalidad, la justicia y la auto-determinación.
  • Me veo reflejado en la filosofía creada por Anton Szandor LaVey.
  • Me enorgullezco de llamarme un satanista.
Estas ideas fundamentales para satanistas funcionan como un cimiento terrenal que encontramos profundamente liberador y damos la bienvenida a la aceptación de nosotros mismos como animales humanos. Para el tipo de persona que siente la necesidad por una figura paterna externa supernatural, la responsabilidad por auto-determinación explícita en ésta ruta podría ser pavoroso. Para el satanista, la creencia en cualquier Dios o Demonio real al cual uno debería comprometerse es repugnante y embrutecedora. Nosotros “coincidimos con discrepar” con aquellos que están orientados espiritualmente con respecto a nuestros diferentes acercamientos de vida, de ahí nuestro apoyo al pluralismo en la sociedad. Nosotros los satanistas sabemos que nuestra manera no es para todos. Simplemente solicitamos a que los otros sigan sus propios caminos y nos permiten ser como somos.

Pero por favor, todos ustedes creyentes, entiendan que no somos simplemente vuestro “reverso”. No somos adoradores del Demonio. Simplemente somos auto-adoradores carnales buscando disfrutar nuestras vidas al máximo. Que encuentren regocijo en el servilismo a tu deidad elegida. ¡Nosotros ciertamente lo haremos!

Texto originalmente publicado en Las Escrituras Satánicas

SOMOS UNA LEGIÓN


SOMOS UNA LEGIÓN
Magus Peter H. Gilmore

Desde el reciente debut de “The Black Flame”, he pasado muchas horas en las ondas radiales de Norteamérica divulgando la palabra a los curiosos radioescuchas acerca del verdadero satanismo, en oposición a los risibles y anticuados retratos esbozados por los crédulos anfitriones de programas de entrevista y los alarmistas fundamentalistas. Lo que más me complació fue descubrir que la semilla de “La Biblia Satánica” ha producido algunos frutos fascinantes y florecientes, esparcidos a lo largo del continente.

Me he encontrado gente muy estúpida, pero también muchos compañeros que han agradecido y acogido nuestra filosofía de auto-interés racional. Como es de esperar, la mayoría de los individuos satánicos que llamaron para conversar lo hicieron durante programas de trasnoche. Sí, nosotros los satanistas somos los hombres vestidos de negro, los vampiros y los licántropos que merodean en la noche.

Con ironía, he disipado los rumores de que laboratorios satánicos, en las profundidades del Pentágono, están ahora perfeccionando el virus que hará la estupidez dolorosa para el perpetrador. ¡Si sólo sus esfuerzos fueran apurados!

Fui testigo de la evidencia de que existe una gran diversidad entre los de nuestro tipo, lo que es un signo irrefutable de la salud de nuestro creciente movimiento. El satanismo promueve innumerables sendas personales desarrolladas por satanistas completos, quienes se han alzado por encima de la manada de borregos. El satanista se ve a sí mismo diferente, y experimenta un sentimiento de alienación de aquellos que lo rodean. Este es el primer paso hacia la individuación. Uno primero observa a sus vecinos y cuestiona los cimientos mismos de sus valores. La verdadera pregunta satánica es ¿Por qué? ¿Es usted una persona con una identidad que se ha hecho a sí misma, o simplemente absorbió lo que se está pregonando en el mercado cultural? ¿Es usted consciente de sí mismo? ¿Se siente usted orgulloso de no ser absorbido por las abundantes masas? ¿Cómo ve a aquellas personas a quienes encuentra a lo largo de su existencia cotidiana, y que son también, en algún sentido, parias?

El verdadero satanista se relaciona con las personas como individuos, evitando aquellas doctrinas colectivistas, tales como el racismo. Los satanistas no toleran simplemente a los raros y los inadaptados de la sociedad, los buscan para ganar sabiduría de sus camaradas excéntricos. Somos verdaderamente lobos solitarios, aullando nuestras canciones de negra melancolía en la noche. Pero a veces optamos por ir en manada.  Incluso podríamos intentar sacudir la complacencia de aquellos que irreflexivamente abrazan la realidad consensual, demostrándoles que hay mucho más en el Infierno y en la Tierra de lo que se podrían haber soñado en sus filosofías.

Y a veces encontramos a aquellos niños salvajes, lobeznos abandonados porque sus naturalezas contrarias son percibidos por otros que los rechazan. Ellos aún tienen que comprender su singularidad, y nosotros recibimos a éstos infantes compañeros de la noche, iluminando con la Llama Negra su camino a lo largo del Sendero de la Mano Izquierda. ¡Qué maravillas tenemos para mostrarle a usted, que no removería su manto de rectitud para envolverse en la túnica del entendimiento Luceferiano! Estas alturas no son para los tímidos. ¿Se atreve usted a mirar dentro del espejo negro, humeante de Tezcatlipoca? ¿Desea unirse a nosotros?

Texto publicado originalmente en Las Escrituras Satánicas

UNA APUESTA HECHA EN EL INFIERNO


UNA APUESTA HECHA EN EL INFIERNO
Magus Peter H. Gilmore

El gran logro de Anton LaVey como filósofo llegó a través de su capacidad de ver en fuentes muy diferentes lo que tienen en común. A esto lo llamo una “resonancia”, basada en el “tono” fundamental elegido para hacer un axioma: el concepto de la supremacía individual. Compuso una racional “progresión de acordes” terrenales con estos estrepitosos matices conceptuales diseminados y lo llamó Satanismo. Esto fue hecho conscientemente como medio de oposición a la previa dominación de las doctrinas anti-individualistas del cristianismo y otras religiones espirituales.

Cuando el Dr. LaVey escribió “La Biblia Satánica”, decidió que sería conveniente dividirla en cuatro secciones que representaran los elementos primigenios —Fuego, Agua, Tierra y Aire— a través de los Príncipes Herederos del Infierno en la práctica diabólica. Por lo tanto, los ensayos que explican la filosofía, fueron reunidos en el “Libro de Lucifer” representando el Aire, dando luz a los lectores sobre los conceptos fundamentales. Sus explicaciones sobre la teoría del ritual conocido como Magia Mayor, están en el “Libro de Belial”, que entraña el dominio de la Tierra. Los textos efectivos para los mismos rituales están en el “Libro de Leviatán”, con las necesarias y procelosas palabras para despertar toda la escala de emociones humanas en la Cámara de Descompresión Intelectual, que representan el mar y por tanto, el Agua. Necesitaba algo excepcionalmente potente para el “Libro de Satán”, textos que encarnan el Fuego, y esto se encuentra en el libro “Might Is Right”, escrito por alguien con el seudónimo de Ragnar Redbeard. LaVey habría aprovechado diferentes filósofos y librepensadores, que igualmente despreciaban al cristianismo, pero necesitaba algo aún más explosivo, palabras que ardieran en las páginas y sirvieran de flogisto a la sensibilidad individualista, que tuviera la innata naturaleza de LaVey por el rechazo hacia el fétido nazareno.

El Dr. LaVey volvió a examinar la larga y por momentos desarticulada diatriba de Redbeard. “Might Is Right” había llegado a su vida muchos años antes y fue inspiradora, —este descubrimiento se detalla en la introducción de este libro— entonces, vio el potencial para destilar una diatriba centrada. Seleccionó pasajes que podrían presentarse como eminentes epigramas, los enumeró, ordenó, y colocó cual munición en un arma, lista para disparar a sus lectores, con la rabia que se engendra cuando nuestra especie considera la prevalencia de las ovejeras doctrinas celestiales contempladas por la sociedad occidental.

Y las palabras de Redbeard le sirvieron, ya que el formato para el mercado masivo de “La Biblia Satánica”, llego a mentes sedientas de imágenes dramáticas y pensamientos perturbadores, para encender lo que se esperaba fuera una pira funeraria contra una religión cuyos estertores de muerte se preveían. El Dr. LaVey trajo lo mejor de Redbeard desde el limbo, aun fuera de circulación y de las mentes, y así revivió el espíritu audaz que había permanecido en estado latente —un trabajo verdaderamente mágico. Las bodas de Redbeard con los propios conceptos diabólicos de LaVey fueron incendiarios. Si no fuera por “La Biblia Satánica” y la dedicatoria original que incluía “Para Ragnar Redbeard, cuyo poder tenía la razón”, el libro que ahora tiene en sus manos pudo haber continuado languideciendo en la oscuridad —un destino que sería el preferido por los amantes y lacayos de Jesús.

Sin embargo, desde la publicación de la obra seminal que puso en marcha al Satanismo contemporáneo, así como las ediciones subsiguientes del libro de Redbeard que hemos visto en los últimos años, dan una vuelta al poder de la derecha cristiana, sobre todo en los Estados Unidos, y la continua potenciación del cristianismo fundamentalista y el Islam en muchas otras naciones. Los que juran lealtad a Jesús o Alá, se están moviendo para difundir sus doctrinas a muchos que no quieren saber nada de ellos; estos fanáticos están convencidos que están en una misión destinada a dominar los “infieles”, con esperanzas de ganar la aprobación de un más allá que nosotros sabemos, es un engaño. Ellos confían en la apatía de la mayoría de personas, así como en la “santa justicia” de su causa, y esperan lograr la condenación de sus víctimas.

Hemos visto que los cristianos a menudo suponen que quien rechaza sus escrituras, simplemente le otorga autoridad moral. Se equivocan. Promovemos la idea de vivir en una sociedad secular en la que todos puedan elegir cualquier religión o filosofía que se ajuste a su naturaleza, siempre y cuando ninguna de las alternativas intente forzar a los renuentes. Sin embargo, de ninguna manera vemos sus puntos de vista como “verdaderos”. No somos adoradores del Diablo, ni del soborno de su mitología rancia, ni su definición del mal. Somos Satanistas que ven su preciado Jesús como una farsa. Vemos su mitología central con una deidad-padre ordenando que su hijo sea torturado hasta la muerte como ofrenda, eso es completamente repugnante. No aceptamos su moral bíblicamente derivada y diseñada para débiles de corazón. No aceptamos la voluntad de subsumir nuestra individualidad y convertirnos en esclavos de un fantasma celestial y el abandono de las bondades de esta, nuestra única vida. No, en absoluto. Encontramos sus doctrinas repulsivas y poco naturales para las personas como nosotros mismos, también contraproducentes para la supervivencia y el progreso de nuestra especie. Nosotros no somos como quienes abrazan mitos del más allá y que voltean sus mejillas esperando por más abusos. Nosotros somos los lobos y no a las ovejas. Sean bienvenidos a sus ilusiones espirituales, con tal que se mantengan a sí mismos.

Recibimos constantes y espontáneos correos electrónicos de parte de movimientos cristianos diciendo que si tuviesen la facultad de legislar, nos obligarían a doblar la rodilla frente a su pútrido príncipe de la pasividad. Eso no lo vamos a tolerar, ni debe hacerlo cualquier persona que apoye la libertad de pensamiento, ya sea que se emocionen por la iconografía Satánica o no. No estamos solos en nuestra aversión instintiva por el cristianismo, uno no tiene que ser un Satanista para adoptar la ira de Redbeard contra aquellos que prefieren postrarse ante ídolos de abnegación.

Tras los acontecimientos del 9/11, que ahora debe ser obvio hasta para el más perezoso, el fundamentalismo religioso es una locura, no es una alternativa saludable para ser respetados. Cuando los Imamíes claman la muerte de quienes hacen sátiras mofándose de su profeta muerto hace mucho tiempo, los fanáticos seguidores de los disturbios y de matarse unos a otros (sin que sea una gran pérdida), cuando militantes “nacidos de nuevo” bombardean clínicas de aborto y asesinan a los médicos que trabajan en ellas, el “ciudadano promedio”, que es sólo un cristiano nominal (o lo que sea) debe ver en su conciencia el verdadero peligro de estas ideologías. Incluso debe sacudirse y decir “no” cuando el Dios-obsesionado le pida ir de la mano con su locura represiva. ¿Quizá sea necesario ver que existen otras alternativas? Pueden empezar con Ragnar.

Hay un poder autentico en la escritura de Redbeard, ya que “Might is Right” es una descripción exacta de cómo funcionan las sociedades humanas. Irónicamente, los que promueven la doctrina del llamado “Príncipe de Paz” los últimos dos mil años lo han hecho con herramientas de poder-espada, potros de tortura, el auto da fe, y en tiempos modernos, a punta de pistola. Mientras niegan la poco saludable normalidad del poder y dominio en sus filosofías, utilizarán estas técnicas para hacer valer sus creencias. Eso no sorprende a los Satanistas, y esto simplemente prueba la tesis de Redbeard. Él aspiraba a una sociedad más honesta, que no defendiera falsos y anormales valores en nuestra especie de primates salvajes. Él quería purgar la hipocresía de la sociedad, y por celebrar la naturaleza de la bestia llamada hombre, no denigró.

Cualquiera que fuera el verdadero nombre del autor de “Might Is Right”, finalmente demostró serlo, si acaso, con certeza que sabemos fue uno de los nuestros, —nació con un carácter para encontrar que las doctrinas del servilismo, espiritualidad y cobardía son repugnantes. Sus palabras sirven como vacuna contra la ruina del cristianismo y sus viles intentos para barrer los que desean vivir una vida auto-determinada. Nuestra especie avanza para evitar la afirmación continua de las alocadas doctrinas nazarenas en esta civilización. Las palabras llameantes de Redbeard, seguirán sirviendo como una poderosa fuente de inspiración para nosotros, los Anticristo, ya que nuestra especie se mueve por un mundo cada vez más secular y verdaderamente justo.

Ciudad de Nueva York, abril 11 de 2006.

“Una Apuesta Hecha en el Infierno” (A Match Made In Hell), fue publicado originalmente como Epílogo para el libro Might is Right, or The Survival of the Fittest escrito por Ragnar Redbeard, LL.D. (M.H.P. & Co., Ltd, ©2006)

FUNDAR UNA FAMILIA


FUNDAR UNA FAMILIA:
"La moral" vs. Matrimonio homosexual
Magus Peter H. Gilmore ©2004

El tema de matrimonios del mismo sexo, es un tema controversial en todo el país. Actividades de desobediencia civil están en marcha, donde parejas del mismo sexo se han casado por medio de varios funcionarios del gobierno, con aprobación de las leyes existentes. Es una parte intrínseca de nuestra filosofía, como se expresa en la Biblia Satánica, aceptar una gran cantidad de prácticas sexuales humanas, --siempre y cuando sea entre adultos que lo consienten y dentro de los parámetros de las leyes locales. Por lo tanto, nuestra posición sobre este tema debe ser clara.

La Iglesia de Satán es la primera iglesia en aceptar plenamente a sus miembros, independiente de su orientación sexual y por ello que somos campeones en bodas/uniones civiles entre parejas adultas, ya sean del mismo sexo o del opuesto. Siempre y cuando el amor este presente y los asociados quieran comprometerse en una relación, respaldamos su deseo de una alianza legalmente reconocida, con los derechos y privilegios que vienen de esa unión.

Actualmente el principal uso coloquial del matrimonio, es la forma legalmente reconocida como "familia",  cuando las parejas formalizan su lazo de amor. En el pasado, el matrimonio fue concebido como un estímulo para la procreación, mientras servía como un estado/iglesia sancionando la actividad sexual. El matrimonio ya no es visto por la sociedad en general como un medio para la aplicación de la moral cristiana en su estándar de conducta.

La evidencia muestra que nuestra sociedad popular, no ve el matrimonio como un dispositivo para la reproducción muy alentador, ya que no hay nulidad del matrimonio, si una pareja no puede o decide no tener hijos. Tampoco en nuestra sociedad encontramos que el matrimonio sea necesario como castigo para la actividad sexual; ese concepto fue destrozado durante la revolución sexual de la década de 1960. Si la ley vigente mantiene sus anticuados códigos de moral religiosa, que atentan contra la igualdad de trato para las personas sujetas a estos mandatos, entonces les ha llegado el momento a nuestros legisladores para purgar las leyes de los dogmas religiosos y armonizarlas con la sociedad secular que existe en los EE.UU.

Este secularismo es uno de los objetivos de los Padres Fundadores y en general se mantiene sólido, a pesar de cierto grado de éxito en la contaminación teísta. El cambio de nuestro lema nacional de los seculares "E Pluribus Unum" (de muchos, uno) al religioso "En Dios Confiamos", y la adición a esta referencia: "ante Dios" al Juramento a la Bandera, sobresalen como ejemplos principales. Tal vez estas aberraciones deben ser corregidas también.

Es tiempo que los americanos defiendan los principios axiomáticos de la libertad individual y el secularismo en que se fundó nuestra nación, y así evitar nuevas incursiones de la moral cristiana, para forzar a los no creyentes con una camisa de fuerza a su sistema de creencias.

Permitir matrimonios del mismo sexo no significa que los cristianos y otros que se oponen a esta práctica sean forzados a este tipo de uniones. Les puede resultar de mal gusto, pero cuando una nación se alienta a la búsqueda individual de la felicidad, no hay garantía que a todo el mundo le va a gustar lo que hacen los demás. Eso hace parte de la libertad --tolerancia de la diversidad. La idea de modificar la Constitución de los EE.UU. para que esté en línea con el dogma cristiano debería ser un anatema para los estadounidenses que entienden su base conceptual.

Por último, puesto que algunas personas tratan de sugerir que nuestra actitud sobre la sexualidad es "todo es valido" a pesar de nuestras principales declaraciones de "Responsabilidad para el Responsable", hay que reiterar otra norma fundamental: La filosofía de la Iglesia de Satán, prohíbe terminantemente la actividad sexual con niños, así como con animales no-humanos. Todos los miembros que incurran en estas actividades abusivas se deben considerar expulsados. Nuestros estándares son liberales, pero nos vemos en la necesidad de establecer límites claramente definidos que tienen por objeto proteger a aquellos que no pueden dar su consentimiento informado. La Iglesia de Satán ha representado esta posición al público durante más de 35 años.

Magus Peter H. Gilmore 9 March, 2004 C.E.
Este ensayo apareció originalmente en churchofsatan.com, Año IXL A.S.
©2011 traducción por Antihéroe.

JERARQUÍA NATURAL


JERARQUÍA NATURAL
Magus Peter H. Gilmore

El Satanista ve la sociedad humana como dividida en varios estratos en torno de los cuales las personas gravitan en el discurrir de sus vidas. Este principio de estratificación se encuentra en actividad en la sociedad humana en todo el mundo y también dentro de los dominios de la Iglesia de Satán. El significado de la estratificación es, que los individuos se elevan al nivel del éxito que merecen por medio de sus capacidades y de su respectivo ejercicio. Este es un ejemplo de justicia en acción, otro importante principio de la práctica Satánica.

Cada persona está naturalmente dotada con un diferente nivel de talento bruto. Sin embargo, para los Satanistas, el cultivo de esas capacidades determinará el valor de cada individuo. Esto no debe de ser confundido con la autoevaluación de una persona. Sólo usted puede determinar en qué medida está alcanzando las metas escogidas en su vida y esto ha de estar en concordancia con sus propios patrones. Es norma de la plebe juzgarse a sí misma mediante patrones ajenos. Su propia satisfacción debe ser lo más importante.

También es natural el deseo de ser estimado por aquellos que se ganaron su respeto. El hecho de que muchas personas desean ser juzgadas de acuerdo a nuestros patrones es evidente por las muchas cartas recibidas preguntando: “¿Cómo puedo progresar en la Iglesia de Satán?” Bien, he aquí la respuesta: Nosotros juzgamos a nuestros miembros con despiadada franqueza, equiparando sus logros en el mundo real con su propio valor. Por tanto para progresar en la Iglesia de Satán, debe aplicar sus talentos para obtener éxitos mensurables en las áreas de emprendimientos que escogió. Después de todo el Satanismo es una religión elitista, por tanto, si desea reconocimiento, debe probarnos que es un ser que sobresale en algo notable.

Nuestra intención no es alentar a los miembros a que se procuren una posición en nuestra organización. Los nuevos y ambiciosos miembros deben tratar de avanzar en sus propias vidas, pues ello será la prueba viviente de la superioridad de los Satanistas en relación a las masas en general. Esto es principalmente cómo puede ayudar a la Iglesia de Satán. Demostrando que puede vivir una vida productiva y llena de alegría por medio de la filosofía Satánica, usted ayudará a difundir nuestras ideas a los pocos dignos con quienes contacta en su vida cotidiana. Dejé que los individuos que respetan sus realizaciones sepan que usted es un Satanista y así estará promoviendo la reputación pública de la Iglesia de Satán. A cambio, cada miembro exitoso que nos mantenga informados de sus hechos, le será concedido reconocimiento, lo que será un beneficio adicional y no un fin.

A lo largo de los años hemos observado que aquellos que vienen a nosotros ávidos de un titulo, en general, son personas que fracasaron en atender las demandas del mundo real, no consiguieron éxitos significativos y ahora buscan alguna forma de inflar sus egos y llenar ese vacío. No cumplen nuestro criterio de progreso. Cuando no reciben laureles inmerecidos, se sienten resentidos y es así como debe ser.

No exigimos que nuestros miembros registrados del primer nivel nos prueben cosa alguna. El deseo de unirse a nosotros ya indica que se diferencio lo suficiente del rebaño para ser llamado Satanista, lo que por sí solo es un paso considerable. Más no significa que ya se encuentre automáticamente en la cima de la montaña. Todos los tipos de personas se unen a nuestra organización por sus propias razones. Algunas demostraron apenas una rudimentaria comprensión de la filosofía del Satanismo. Desde que la afiliación les agrada, es óptimo, pero no los destacaremos como modelos. Otros nos buscan después de haberse vuelto individuos respetados de manera impresionante. Esa hazaña es muy apreciada y será reconocida. Para ser un satanista exitoso se debe llevar una vida de acuerdo con los propios valores. Si su vida es feliz, usted alcanzó un importante objetivo. Sin embargo, si un miembro de la Iglesia de Satán desea promoción deberá de estar a la altura de patrones muy elevados para poderse colocar en medio de un núcleo de individuos superiores.

Los nuevos miembros registrados reciben un formulario de solicitud de afiliación activa –es nuestra manera de obtener una imagen de usted como individuo, o al menos de aquella que desea hacer de sí mismo. Al principio no sabremos que es exacto u exagerado en esa primera lectura. Después de enviar este formulario, se puede esperar que el miembro demuestre ciertas alegaciones, enviándonos pruebas de sus habilidades. Algunas veces solicitaremos una muestra de algo que usted mencionó y parezca ser de interés. También esperamos para ver si usted está trabajando en el sentido de llevar su vida rumbo a las metas que determinó, pues las personas estáticas no son candidatas a la promoción en nuestra organización. Si ese pedido de afiliación fuese aceptado, usted sería considerado un miembro activo, lo que significaría, que obtendría nuestra aceptación como Satanista en nuestros términos. Recibiendo así por correo un certificado de aceptación como “Satanista de Primer Grado”. Todos los grados más allá de ese primer nivel sólo suceden por medio de invitación.

Anton LaVey formulo nuestro sistema de grados durante los primeros años de la Iglesia de Satán, por ser esta una práctica general en muchas organizaciones sociales y esotéricas. Exigió que los patrones para la promoción en nuestra Iglesia no se basasen en misticismo u ocultismo, sino en el conocimiento de temas prácticos además del Satanismo, y aun más que eso, en la aplicación de tal sabiduría para fines mensurables. El Dr. LaVey experimentó con la designación de colores específicos para los medallones y para que de esta manera fueran usados por cada uno de los miembros dependiendo del grado. Y por algún tiempo, eran efectuados exámenes escritos para valorar la prontitud para cada nivel específico.

Ha mediado de los años setenta quedó claro que muchos miembros estaban obsesionados por “maniobrar para ganar una posición”-preocupándose demasiado con la posición ocupada en la organización y no con el trabajo dirigido al progreso en el mundo “externo”. Esto era contrario al énfasis de nuestra filosofía carnal en el progreso personal tangible, así que después de eso, la existencia de grados perdió énfasis en la literatura de la Iglesia y el método de los formularios usados para reconocimiento fue descartado.

Nuestra Iglesia es única como un círculo libre de individuos, y nuestro protocolo para la interacción entre nuestros miembros se fundamenta en el paradigma de una “Sociedad de admiración mutua”. No esperamos que todos nuestros miembros, altamente individualistas, gusten los unos de los otros, pero exigimos, eso sí, que se comporten como damas y caballeros, cuando entren en contacto en todas las situaciones ya sea en forums on-line o cara a cara. La interacción nunca es exigida y en caso de extremo desacuerdo, en el que la civilidad aparentemente no puede ser mantenida, esperamos que los miembros involucrados cesen la confrontación mutua. La violación de este patrón puede ser motivo de expulsión.

Hoy mantenemos nuestros grados tradicionales, pero estos no deben ser vistos como “etapas iniciáticas” esperadas por nuestros miembros. La Iglesia de Satán no es una organización iniciática. Nuestra posición es para los perceptivos, que ven, que una vida plena será llenada de autenticas experiencias iniciáticas a través de los muchos caminos que exploren; por tanto, no es necesario adoptar una postura tan artificial en nuestra Iglesia. No se exige de ningún miembro que vaya más allá de la afiliación registrada. El Primer Grado que denota al miembro activo es para quien busca una mayor implicación en la organización y con otros miembros locales. Los demás grados (del Segundo al Quinto) no están abiertos a solicitudes o formularios. La administración observa el progreso de los miembros cualificados y podrá optar por conceder reconocimiento a individuos destacados, en base a la demostración de la excelencia en la compresión y comunicación de la teoría Satánica, aliada a prácticas poderosamente significativas que resultarán en realizaciones superiores en el área de los emprendimientos humanos. Las personas naturalmente y de forma bastante orgánica ascienden a niveles específicos, y es posible observarlas según nuestro criterio. Esto es meritocracia funcional.

Siguen los niveles de nuestra jerarquía, precedidos por la forma femenina:

Miembro Registrado (Ningún Grado)
Miembro Activo - Satanista (Primer Grado)
Bruja/Brujo (Segundo Grado)
Sacerdotisa/Sacerdote (Tercer Grado)
Magistra/Magister (Cuarto Grado)
Maga/Magus (Quinto Grado)

Hay también personas que realizan tareas para la organización y así reciben títulos descriptivos de “Administrador”, “Agente” y “Maestre de Gruta”. Estas responsabilidades pueden ser asumidas por miembros de diferentes grados. “Sumo Sacerdote” y “Suma Sacerdotisa” son los títulos administrativos máximos y sólo pueden ser conferidos a los miembros de Cuarto y Quinto Grado.

Un individuo que demuestra una completa comprensión de la filosofía de la Iglesia de Satán, habilidades para comunicarla y además de eso, le gustaría ser un contacto junto a los medios de comunicación locales y otros grupos interesados, pueden ser escogido para actuar como Agente de la Iglesia de Satán. Los individuos designados como Agentes deben demostrar que ya tuvieron éxito en sus esfuerzos para el esclarecimiento público de los conceptos erróneos referentes a nuestra filosofía. Usted ya debe de haber visto, a muchos de nuestros portavoces en varios medios de comunicación, así que ellos podrían inspirarlo a seguir su conducta.

Después del primer nivel avanzado a de ser alcanzado es el de Bruja, en el caso de las damas, y de Brujo en el caso de los caballeros, que es nuestro Segundo Grado. Esta es una posición de estima ofrecida a aquellos miembros que demostraron un gusto implacable en la auto-presentación elevándose en varias ocasiones con extraordinaria firmeza, Naturalmente estos diabolistas comprenden y aplican los principios de la teoría Satánica, tan apreciada por todos nosotros, actuando en el mundo de tal forma que son ejemplos del Satanismo en acción. Ellos se realizaran en un área escogida y adquirirán el respeto de sus compañeros. Sus estilos de vida son orientados a la disminución del contacto con el rebaño humano. En síntesis nuestras Brujas y Brujos son emprendedores con buenas perspectivas de éxito con ostentación personal.

Los individuos que se encuentran desde Tercero al Quinto Grado son todos miembros del Sacerdocio de Mendes, y aquellos poseedores de esos títulos pueden ser llamados “Reverendos”. Son los que actúan como portavoces de la filosofía de la Iglesia de Satán. Los miembros del Sacerdocio constituyen el Consejo de los Nueve, es decir, el cuerpo dirigente de la organización, designados por el Sumo Sacerdote y por la Suma Sacerdotisa y responsables por ellos. La Orden del Trapezoide consiste en individuos que ayudan en la administración de la Iglesia de Satán. Los miembros de nuestro Sacerdocio son personas de destacado éxito en el mundo real – ellos dominaran habilidades y ganaran la aclamación de sus colegas y de esta manera conquistaran su posición – “Así en la Tierra como en el Infierno”. Ellos son los defensores y los agitadores que se encuentran en el centro de nuestro movimiento. Aunque se espera que sean especialistas en la comunicación de nuestra filosofía, no se exige que hablen por nosotros, y hasta pueden optar por mantener en secreto su afiliación y posición jerárquica, para atender mejor a sus objetivos personales y a los de nuestra organización. Usted podría encontrase con miembros de nuestro Sacerdocio sin nunca saberlo. El Cuarto Grado denota el dominio consumado de nuestra teoría y práctica, y el Quinto Grado de Maestro Satánico pertenece a quien progresó en el propio acto de establecer el Satanismo.

¿Por qué convertirse en un miembro? Depende de lo que eso signifique para usted personalmente. La razón básica es mostrar lealtad a la organización que incorpora la filosofía que galvanizó su vida, sirviendo para representar con claridad esos conceptos para nuestra sociedad, como un sombrío y evidente farol para todos los Satanistas natos. Además de eso, pueden abrirse posibilidades para una participación más profunda con otros miembros, como una forma de trabajar en proyectos de interés mutuo. La Iglesia de Satán enfáticamente no pretende ser un medio de socialización. Esperamos que nuestros miembros tengan habilidades para atender a esas necesidades por sí mismos. No se puede ser un maestro de la Magia menor estando dentro del armario.

Sobre todo hay dos perspectivas que utilizamos: su auto-imagen en lo referente al éxito obtenido viviendo como Satanista, algo que es medido por su grado de satisfacción con su propia vida, y la valoración que hacemos de usted como un modelo del Satanismo, que determinará el nivel de su grado según nuestros patrones de precisión. En el caso de que haya optado por vivir como Satanista, aprenda a satisfacerse a sí mismo. No exigimos cualquier otra obligación. Tan solamente eso ya es un desafío conquistado por pocos. Si quiere ser reconocido por la Iglesia de Satán como un modelo de rendimiento, deberá entonces satisfacer nuestros criterios. Estos criterios están en constante evolución y se fundamentan en el contexto en el que un individuo se levanta para  volverse conocido. La tendencia es que se vuelvan cada vez más rigurosos, exigiendo una cualidad cada vez superior a las personas que desean ser promovidas.

No es necesario que los miembros se sometan a nuestro juicio. Todos son libres para determinar sus propios caminos y normas de realización. La satisfacción personal es por sí misma un admirable objetivo. Entretanto, si fuera su deseo ganar nuestro reconocimiento, deberá probarnos sus éxitos. Infórmenos de cómo lo está haciendo, particularmente para enorgullecernos cuando objetivos significativos son alcanzados. Hay personas desorientas que desean afiliarse a nuestro grupo de elite basadas en la pretensión y la adulación. El Satanismo ofrece a aquellos “pruebas de fugas en la tubería interna” para perforar a aquellos que inflan sus egos con aire caliente, y no con acciones demostrables. Si usted fuera un individuo destacado, como tantos que se adentran en nuestros sombríos portales, entonces asumirá su lugar merecido en un círculo de compañeros. Le evaluaremos a usted de acuerdo con sus triunfos. Para algunos vale la pena el esfuerzo.

“The Satanic Scriptures”
Magus Peter H. Gilmore

SATANISMO: LA RELIGIÓN TEMIDA



SATANISMO: LA RELIGIÓN TEMIDA
Peter H. Gilmore ©1992

Cuando Anton Szandor LaVey afeitó su cabeza y creó la Iglesia de Satán el 30 de abril de 1966, sabía que sería muy pronto el punto focal de atención para muchas personas alrededor del globo. Ahora que ha pasado un aniversario más de ésa noche decisiva ¿ha comenzado el mundo a entender el significado verdadero que hay detrás de la única religión organizada en la historia en tomar como su símbolo la figura por antonomasia del orgullo y la rebelión y para muchos, del mal?

¿Y es que hay razones verdaderas para que algunas personas sientan temor ante el creciente fenómeno del Satanismo contemporáneo? Como sacerdote de la Iglesia de Satán y representante ante los medios, puedo decir cándidamente ¡Sí! Sin embargo, lo que el populacho ha decidido temer es un ridículo retrato en technicolor chillón pintado por los intentos desesperados de los medios por llamar la atención, por evangelistas en su esfuerzo por llenar sus arcas y mantener a sus amantes repletas de joyas, y aún más deprimente, por un segmento de la comunidad terapéutica que han hallado una mina de oro en el tratamiento de los supuestos "sobrevivientes de abuso ritual", quienes no ofrecen evidencia alguna de sus cuentos de terror (curiosamente bastante parecidos a las historias narradas por mujeres a las que Freud denominó histéricas), excepto por su ferviente creencia de que fueron victimizadas. No desperdiciaré mi precioso tiempo refutando la absurda afirmación de que existe una conspiración internacional de Satanistas generacionales enfrascados en la tarea de esclavizar el mundo a través del abuso de las drogas y sacrificar niños que han sido dados a luz única y exclusivamente para tal fin por mujeres emocionalmente inestables. Esto ha sido tratado adecuadamente por otras fuentes (El Centro Nacional del FBI de Análisis de Crimen Violento: Guía Para los Investigadores de Abuso Ritual Infantil, enero de 1992; el reporte del Comité para la Examinación Científica de Religión: Satanismo en América, octubre de 1989; el reporte del Departamento de Salud del Gobierno Británico: La Extensión y Naturaleza del Abuso Ritual Infantil Organizado, HMSO, 1994). En lugar de ello, demos una mirada mas cercana al Satanismo contemporáneo y evaluémoslo por lo que es en realidad: una religión brutal de elitismo y Darwinismo social que busca restablecer el dominio del capaz sobre el idiota, justicia rápida sobre la injusticia, y un completo rechazo del igualitarismo como un mito que ha lisiado el avance de la especie humana durante los últimos dos mil años. ¿Es esto algo a lo cual temer? Si eres uno de la mayoría de la mediocridad humana que existen como un holgazán drogado por los medios, ¡apuesto a que sí lo es!

La filosofía del Satanismo está delineada en los escritos de Anton Szandor LaVey. Sus libros incluyen La Biblia Satánica (The Satanic Bible), Los Rituales Satánicos (The Satanic Rituals), La Bruja Satánica (The Satanic Witch —que originalmente se titulaba The Compleat Witch), El Cuadernillo del Diablo (The Devil's Notebook) y ¡Satán Habla! (Satan Speaks). Actualmente todos se encuentran disponibles y deberían ser consultados por cualquiera que esté interesado en un retrato detallado de lo que es la Iglesia de Satán. Se puede obtener mayor información leyendo dos libros de Blanche Barton, la consorte del Dr. LaVey, madre de su hijo; Satan Xerxes Carnacki LaVey y Suma Sacerdotisa de nuestra Iglesia; La Vida Secreta de un Satanista, la biografía autorizada de Anton LaVey (The Secret Life of a Satanist—publicada por Feral House), y La Iglesia de Satán (The Church of Satan —publicada por Hell's Kitchen Productions). Dichas obras tienen una gran cantidad de material relacionado con la historia y las prácticas actuales de la Iglesia de Satán.

Para quienes aún tienen que estudiar dicha literatura, hay tres grupos de "patrones de conducta" publicados a lo largo de los años por la Iglesia de Satán escritos por LaVey, los cuales pueden dar al no iniciado una versión encapsulada de la filosofía Satánica. Los primeros son las Nueve Declaraciones Satánicas, las cuales abren La Biblia Satánica y ofrecen al Satanista una base sólida.

Las siguientes afirmaciones, Las Once Reglas Satánicas de la Tierra, fueron escritas más o menos en la misma época, pero en ése entonces fueron consideradas demasiado francas y brutales para el público general, y eran dadas sólo a los miembros. He aquí la Lex Satanicus, una ley de la jungla para la interacción social.

Desde que hemos estado dando declaraciones sobre qué es lo que buscamos, se consideró que ya era hora de elaborar una lista de comportamientos que nos gustaría que se evitasen en la Comunidad Satánica. Los Satanistas somos conscientes que somos humanos y que nuestros esfuerzos van encaminados a la perfección, pero a veces podemos caer en patrones de conducta negativos. Así nació la lista de los Nueve Pecados Satánicos, guías sobre lo que los Satanistas consideramos como un comportamiento no productivo y que deberían ser identificados y eliminados de nuestra existencia cotidiana.

Por favor, tómese el tiempo que crea necesario para seguir los enlaces y leer ésos tres documentos antes de proseguir con éste ensayo.

Básicamente, esto resume los rudimentos de la filosofía Satánica. Ciertamente no tiene nada que ver con el ideal judeo-cristiana de altruismo y auto sacrificio, y para alguien que haya crecido en ese ambiente, puede parecer algo extraño y atemorizante. De manera realista, el código de comportamiento Satánico está basado en la naturaleza humana tal cual es, y para quienes no han sido lo bastante adoctrinados en dicho sistema de creencias anti-vitales y anti-racionales, resulta algo natural. Hoy en día es un hecho que muchas personas se llaman a sí mismas cristianas, pero no tienen un concepto claro de lo que comprende realmente ésta filosofía, y generalmente se comportan de manera Satánica. Creemos que ya es hora de que esto se reconozca y que la gente se denomine a sí misma como lo que en realidad son, y no lo que socialmente sea conveniente para ellos.

Como puedes ver, en la Iglesia de Satán no existen elementos de adoración al Diablo. Tales prácticas son vistas como herejías cristianas; como la creencia en la visión dualista del mundo (Dios vs. el Diablo) y el elegir aliarse al Príncipe de las Tinieblas. Los Satanistas no creen en lo sobrenatural, ni en Dios o el Diablo. Para el Satanista, él es su propio Dios. Satán es un símbolo del hombre viviendo tal como se lo dicta su naturaleza orgullosa y carnal. La realidad detrás de Satán es la de la fuerza oscura evolucionaria que es la entropía y que permea todo en la naturaleza y provee los medios para la supervivencia y la subsecuente propagación de todos los seres vivos. Satán no es una entidad consciente que deba ser adorada, sino una reserva de poder dentro de cada ser humano para ser utilizada a voluntad. Por esto es que cualquier concepto de sacrificio es rechazado como una aberración cristiana, en el Satanismo no hay deidad a la cual sacrificarse.

Los Satanistas tienen experiencias de lo supranormal en la práctica de la Magia Ritual o Magia Mayor. Esta es una técnica para influenciar en el devenir de los eventos humanos para que lleguen a un fin deseado alcanzando un estado emocional extremo en el contexto de un ritual, dando una visión de lo que uno quiere que ocurra, (Lo que Va a Ser—Is To Be en el original en inglés) lo cual, si tus niveles de adrenalina están lo bastante altos, permeará las mentes inconscientes de aquellos a quienes quieres influenciar, haciendo que se comporten a tu Voluntad en el momento adecuado. Esto no quiere decir que cualquier cosa sea posible, ya que el hacer un buen vehículo para estos eventos requiere mucha energía, y es muy difícil influenciar ciertos hechos debido a la inercia de los acontecimientos presentes en el momento. El ser consciente de las propias capacidades, y de lo que uno es capaz de lograr es la marca que identifica a un exitoso Mago Satánico. La teoría y práctica de la Magia Mayor puede encontrarse en La Biblia Satánica y Los Rituales Satánicos. Los Satanistas también practican la Magia Menor, que consiste básicamente en la manipulación cotidiana de tus semejantes para obtener tus fines. Algunas técnicas detalladas son dadas en La Bruja Satánica.

Recientemente hemos visto a ciertos evangelistas e incluso a ciertos académicos denominar al Satanismo como un movimiento neo-Nazi. Este es un rótulo errado. El movimiento Nazi se basaba en gran parte en una doctrina racista de superioridad Aria. El Satanismo es mucho más que eso. Si bien existen ciertas diferencias biológicas entre las razas, como niveles de desempeño —estadísticamente demostrables— en varias actividades que difieren de una raza a otra, es bastante irracional pensar que alguien pueda ser o no élite sólo por el color de su piel. Aún si se proviene de un material genético óptimo —y con esto me refiero a progenitores o ancestros que demostraron, con su labor y desempeño, ser mejores que sus semejantes— no garantiza el avance del individuo en cuestión. No, los Satanistas solo reconocemos un individuo como élite si demuestra haber cultivado sus habilidades al nivel de excelencia más alto posible. Esto requiere la virtud Satánica de la disciplina, una cualidad que tratamos de inculcar en nuestra propia juventud de hierro. Hay individuos de élite de diferente extracción étnica y son admirados por el Satanismo como los seres superiores que son, creando así una étnia Satánica única.

El Satanismo valora el individualismo, algo que difícilmente se consigue andando por la calle. Sin embargo, no adoptamos una actitud de indiferencia donde todos los valores son relativos y que nada sobresale por encima del fango de lo común. El Satanismo preconiza un retorno a valores más "tradicionales" en el arte y la literatura como el dominio de la técnica y la comunicación emocional, de forma y función, diseño y desempeño. Los Satanistas encuentran mucho material valioso en la cultura occidental que merece ser atesorado como pináculo de los logros humanos y no para que sean enterrados bajo la capa de los intentos multiculturalistas de desplazarlos con "logros" dudosos simplemente por ser no-occidentales, como se hace últimamente en algunos círculos académicos. Exhortamos a cada individuo a buscar la grandeza humana donde quiera que pueda ser encontrada, tanto de las bóvedas de la historia y como en los productores talentosos del presente, y hacer mofa de las farsas de moda exponiéndolas como las fachadas superficiales que son. El Satanismo defiende la aceptación del Hombre como un animal, y ha habido muchos creadores de culturas del pasado que se han apropiado de éste concepto y lo han explorado en el contexto de su sociedad, es por esta razón que buscamos dichas expresiones artísticas y filosóficas y las consideramos como las raíces de nuestra actual toma de conciencia.

Los Satanistas ven la estructura social de la humanidad como estratificada, de manera que cada persona alcance un nivel equivalente al desarrollo (o la pérdida) de sus talentos naturales. Defendemos el principio de La Supervivencia Del Más Fuerte en todos los niveles de la sociedad, desde permitirle a un individuo permanecer o caer, hasta permitirle a las naciones que no pueden manejarse a sí mismas, que afronten las consecuencias de su propia incapacidad. Cualquier ayuda en todos los niveles será quid pro quo. A medida que a los débiles se les permita experimentar las consecuencias de un Darwinismo social, habría una reducción concomitante en la población mundial. Así es como siempre ha actuado la naturaleza para curar y fortalecer a sus hijos. Puede parecer cruel, pero así es este mundo. Aceptamos la realidad y no tratamos de transformarla en alguna utopía contraria a la fuente de la existencia. La aplicación práctica de ésta doctrina contemplaría el cese del sistema de asistencia social actual y nuevos programas para premiar y motivar a los individuos sobresalientes de todos los campos para alcanzar la excelencia personal. Una meritocracia remplazará la práctica de injusticias como "la acción afirmativa" y otros programas diseñados para castigar a los hábiles y premiar a quienes no lo merecen.

Los Satanistas también buscan realzar las leyes de la naturaleza concentrándose en fomentar la práctica de la eugenesia. Esta no es una doctrina exótica incubada en la mente de los médicos locos del Tercer Reich. Es una práctica para alentar a las personas de talento y capacidad para que se reproduzcan, a que enriquezcan el material genético del cual puede crecer nuestra especie. Esta era una práctica común alrededor del mundo, como puede probarlo un texto refrendado por la Unión de Templanza Cristiana de Mujeres, hasta que ganó una mala reputación debido a los excesos Nazis. Hasta que el código genético sea descifrado y podamos elegir a voluntad las características de nuestra progenie, los Satanistas buscan juntar lo mejor con lo mejor. Los Satanistas que saben que tienen algún defecto hereditario se abstienen de reproducirse.

Los Satanistas se hallan bastante molestos por el nivel extraordinario de actividad criminal que abunda hoy en día, y por lo tanto abogan por el retorno de la Lex Talionis romana, que el castigo iguale al crimen en grado y naturaleza. Para lograr esto, estaríamos complacidos de ver la institución de una fuerza policíaca de élite, de hombres y mujeres con las mejores condiciones físicas y mentales, entrenados en las técnicas más avanzadas de combatir el crimen, que estarían equipados para erradicar la plaga que convierte a nuestras ciudades en poco más que junglas de concreto. El hombre es una criatura social por naturaleza y elabora con sus semejantes un contrato social, estableciendo así reglas de conducta para permitir el máximo de libertad para la interacción de sus miembros. Desobedeced esas reglas y el castigo ha de ser rápido y seguro, y lo más probable, público. Esto no significa la encarcelación de individuos en instituciones a expensa de las víctimas para la supuesta rehabilitación. No, Estos criminales deben utilizarse en algo, tal vez obligándolos a trabajar para limpiar el ambiente que ha sido tan descuidadamente degradado bajo el dominio de la filosofía espiritual cristiana que ve al hombre como un ser superior a las otras criaturas vivientes, con un derecho divino a abusar de ellas a voluntad. El hombre es un animal y debe volver a actuar como tal, sin ensuciar su propio hábitat, como sólo lo hacen los humanos enfermos.

La Iglesia de Satán sigue un plan de cinco puntos para mover a la sociedad en direcciones que para los Satanistas se consideran beneficiosas:

PRIMER PUNTO
La defensa del reconocimiento y aceptación general de la estratificación, que no es nada menos que la eliminación del igualitarismo donde quiera que haya echado raíces. La mediocridad será identificada y despreciada. Los estúpidos deberían sufrir por su comportamiento. Lo verdaderamente bello y magnífico será apreciado. Cada individuo debe escoger para sí mismo sus propios parámetros estéticos, pero creemos que hay ciertos elementos que son innegables, aún si no resultan satisfactorios para todos. Por ejemplo, no se puede negar el nivel de superioridad alcanzado en una sinfonía de Beethoven, una escultura de Miguel Ángel, una pintura de DaVinci o una obra de Shakespeare. Muchos Satanistas están trabajando en crear sus propias ciudadelas de excelencia por fuera de la corriente cultural principal (mainstream) y han preservado lo valioso del pasado y continúan creando nuevas obras para desencadenarlas sobre quienes sepan apreciarlas.

SEGUNDO PUNTO
Sometimiento estricto a deberes fiscales para todas las iglesias. Esto removería la sanción gubernamental de la religión y obligaría a éstos parásitos a vivir de sus propios miembros, y si no pueden, perecerán como es debido. La Iglesia de Satán nunca ha buscado estar libre de impuestos y desafía al resto de las iglesias del mundo a depender de sí mismas. Expongamos la naturaleza vampírica de las religiones organizadas y veamos si pueden resistir la luz del día.

TERCER PUNTO
Reclamamos la restauración de la Lex Talionis en toda la sociedad humana. La tradición judeo-cristiana que existe secularmente bajo el disfraz del humanismo liberal ha exaltado al criminal por encima de la víctima, apartando la responsabilidad del malhechor con la doctrina del perdón. Tal forma de pensar es una desgracia para todo ideal de justicia. ¡Debe cesar! Cada individuo debe aceptar las consecuencias de sus propias acciones, y no debe permitírseles buscar un chivo expiatorio en la sociedad, la historia, o cualquier otra supuesta influencia externa. No es sorprendente que muchos Satanistas sean parte de organismos de seguridad, agentes del orden, al igual que un gran número de personas en éste y otros sistemas de justicia penal que en este punto están completamente de acuerdo con el Satanismo. Si no se hace justicia, los Satanistas abogan por la práctica de hacer justicia personal, pero te advertimos que debes estar plenamente consciente de las consecuencias de tales acciones en la corrupta sociedad de hoy. Con el actual estado de cosas, el clamor que de la bienvenida a la justicia cuando vuelva para quedarse aún está por llegar.

CUARTO PUNTO
Los Satanistas defienden una nueva industria, el desarrollo y promoción de compañeros humanos artificiales. Estos humanoides serán construidos de modo que sean lo más realistas posibles y disponibles para cualquiera que pueda conseguirlos. Reconociendo que el animal humano suele ensalzarse a sí mismo denigrando a otros, este mundo provee un lugar seguro para dar rienda suelta a tal comportamiento. Tener el amante de tus sueños, prescindiendo de tus propias habilidades; todo individuo como un rey que pueda comprar su propio súbdito; o viceversa, comprar el amo a quien desees servir. La libertad de elección para satisfacer tus deseos más secretos sin molestar a nadie estaría al alcance de la mano. ¿Qué podría ser mejor para borrar la tensión que existe en nuestra sociedad y promover una interacción más saludable entre los humanos de verdad?

QUINTO PUNTO
Finalmente, defendemos la construcción de ambientes totales, al día con la tecnología, pero teatralmente convincentes, que literalmente sean domos del placer y lugares de entretenimiento y deleite. Hemos contemplado los inicios de este ideal en varios de los gigantescos parques que se construyen siguiendo un modelo específico, pero podemos llevarlos al nivel observado en películas como Westworld. Aquí podrías complacerte a ti mismo en cualquier ambiente imaginable. La recreación de épocas pasadas no sólo sería modelo para estas construcciones, sino que la ciencia ficción y la fantasía serán fuentes de inspiración para muchos de estos campos de juego. Incluso hoy en día se están desarrollando tales proyectos.

¿Sería la persona promedio capaz de ser miembro de la Iglesia de Satán? Como los Satanistas cubren todo el espectro de los alcances económicos y profesionales, a menos que alguien lleve un medallón con el símbolo de Baphomet o un pin en la solapa que lo identifique como representante autorizado, no podrás distinguir al Satanista únicamente por la apariencia y el comportamiento. En su vida diaria, los Satanistas son individuos que disfrutan sus vidas en el aquí y ahora. Comen lo que les place, visten como quieren, y generalmente siguen el estilo de vida que se acomode mejor a su gusto, siempre y cuando esté acorde con las leyes de su país de residencia.

No hay requisitos para la participación en la actividad ritual. Las técnicas presentadas en nuestra literatura son para que los miembros las usen como les plazca. Algunos Satanistas disfrutan la atmósfera social de un ritual en grupo y buscan a otros para ése propósito. Muchos Satanistas encuentran su actividad ritual como algo muy personal y prefieren hacerla en solitario. Ambos caminos son aceptables para la Iglesia de Satán. De hecho, no hay reglas para la frecuencia de la actividad ritual. Algunos celebran ritualmente los equinoccios o solsticios como días festivos, pero por supuesto la festividad Satánica más importante del año es el cumpleaños de uno mismo. El proceso ritual es usado frecuentemente como un catártico, para limpiar al individuo de deseos que, de permanecer insatisfechos podrían convertirse en compulsiones; de ésta manera, tales prácticas toman el lugar de una terapia. Los Satanistas aprecian su individualidad y no tratan de conformarse con los parámetros de normalidad de los demás. Así mismo, los Satanistas no proselitizan, así que ten por seguro que nunca encontrarás alguien de túnica negra agitando folletos en tu rostro. Tenemos nuestra literatura disponible, y si alguien encuentra esta filosofía de su gusto, pueden contactarnos para investigar la posibilidad de afiliación. El público general probablemente se sorprendería al darse cuenta que han estado interactuando con Satanistas durante muchos años, y que estos Satanistas serán algunas de las personas más interesantes, sinceras, confiables y entretenidas que hayan conocido.

Cuando el mundo está permeado completamente por el Satanismo, dará un ambiente desafiante donde podrás lograr mucho o poco, dependiendo del nivel de acción del que puedas dar muestra y la extensión de tus capacidades naturales. Si, puede ser pavoroso para las masas que desean sentarse y ser pastoreadas y guiadas como rebaño por los medios, saltando de un producto a otro. ¡Nuestro mundo te reta a pensar, y a hacer algo con esos pensamientos! Como realistas que somos, no esperamos que un gran porcentaje de la población humana tenga la energía y la disciplina necesaria para sobresalir, ni tampoco una sociedad Satánica obligaría a la gente a hacer cosas que estén más allá de sus capacidades, pero no nos abstendremos de juzgar esa gente según nuestros propios parámetros. Quienes deseen llevar una existencia drogada, ya sea que el elemento adictivo sea químico o los medios, serán reconocidos como los esclavos que son y serán despreciados como tales. Pueden continuar en su senda autodestructiva si así lo desean, pero no les será permitido que detengan a los que sí buscan la perfección y la grandeza.

Y aquellos de ustedes que han sido engañados para que crean en el tigre de papel fabricado por los medios de comunicación de hoy en día, no se preocupen, los Satanistas no estamos tras sus hijos, ya que probablemente sean tan desesperanzadoramente mediocres como sus padres. Pero estamos llevando el mundo hacia un estado donde sus habitantes trabajarán, a no ser que quieran morir de hambre, y los parásitos serán expulsados para marchitarse y morir. Así pues, solo necesitas temer al Satanismo si eres un criminal, un parásito o un vagabundo. Y tú... ¿aún tienes miedo?

A New Age: essays on current religious beliefs and practices —Merrimac Books ©1992.