LA CABRA SABÁTICA O BAPHOMET - QAYIN

 


También llamada "la Cabeza Negra de la Sabiduría", esta figura luciferina es representada diferente al Baphomet tradicional de Eliphas Levi. La figura es completamente negra, el simbolismo detrás de esta figura es la palabra de raíz arábica 'FHM', significando "negro" o "sabio". Los cuernos representan poder, la cabeza de cabra representa el cuerpo carnal y la antorcha representa a la Flama Negra y sabiduría. El pentagrama invertido representa el poder del adversario y la divinidad caída dentro de la humanidad, así como la posibilidad de ascensión y el conocimiento tanto de luz como de oscuridad.

Las alas representan el espíritu angelical, el intelecto superior. Las lunas arriba y abajo a los cuales Baphomet señala representan equilibrio, en donde no hay completos aspectos de "bien" o "mal" y los puntos de vista. Baphomet también representa a Qayin, quien es también Caín el primer hechicero y luciferino. Las serpientes gemelas son Do-mar y Dehak, las serpientes de Azhi-Dehak.

Caín representa el poder de lo angelical y lo infernal, el hijo de la Serpiente y la Prostituta, y es un símbolo del luciferino como un individuo.

- Tomado de "La Biblia del Adversario" escrito por Michael W. Ford




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SI NO ERES PARTE DE LA SOLUCIÓN ¿ERES PARTE DEL PROBLEMA?

 


Considero que esta idea se ha romantizado como "el deber ser" de la sociedad actual, pero en realidad es otro modo de recluir a los individuos en un sistema colectivista apelando a un deber moral de la sociedad.

No necesariamente debes ser o formar parte de un movimiento que no te representa, tampoco quiere decir que una causa que no me representa deba ser desacreditada de alguna forma o algo parecido. 

No es inmoral elegir rechazar ser parte de una causa o movimiento social que no me representa, de hecho, no es inmoral no querer formar parte de algo que no afecte directa o indirectamente mis intereses personales y egoístas, que no tenga que ver conmigo, que no me importe lo suficiente, y que no se oponga de alguna forma a lo que mis intereses precisan.

No soy un mártir de las causas sociales y tampoco vine a arreglar al mundo, no pretendo que los otros luchen mis batallas, no quiero yo luchar las batallas ajenas.

Me reuniré con aquellos con intereses en común conmigo, si es lo que convenimos que sea lo mejor, cuando estos hayan sido vulnerados y junto a mis aliados los defenderé, velaré por ellos y tomaré por la fuerza si precisa la ocasión.

Creo que en este contexto lo más apropiado entonces sería dejar que los otros demandar por su causa siendo neutro mientras los intereses que su causa precisa no interfieran con los míos.

- Alberto A F. Reyes


ANTICRISTIANISMO


 Dios no obliga a nadie a actuar de una manera u otra; incluso cuando hacía justicia en el mundo actuando a través de lluvia de fuego, diluvios y plagas, la gente seguía haciendo lo que quería. De otra manera seríamos simples robots.

En todo caso, Dios solo pone las normas a seguir, y somos nosotros los que elegimos la desobediencia. No tememos al infierno ni a la ira de Dios.

Y en efecto, somos nosotros mismos los que forjamos, por tanto, nuestro camino al cielo o al infierno. Por mi parte he aceptado el infierno siempre que pueda vivir conforme a mi propia voluntad sin lamerle las patas a deidades ajenas a mí. Rechazo toda enseñanza de Cristo y vivo conforme a mi propia voluntad, cargando mi propia cruz, sin rayar en el mediocre lloriqueo del borrego cristero ante la naturaleza del hombre: somos viles, mentirosos, crueles, lujuriosos...

Sin embargo, nuestra naturaleza no es impedimento para el goce de esta vida, única y terrenal. ¡Mayor motivo tengo para sacar provecho de esta vida a mi manera si se me amenaza con el infierno ante la libertad de pensamiento y la rebeldía!

No necesito que ningún alcahuete nazareno desperdicie una vida que nadie le pidió, ni ofrezca una salvación inexistente. ¡Insensato es convencer al mundo que un dios abandonó su omnipotente eternidad por una vida humana en la Tierra, y presentarlo como la más grande muestra de amor! ¿Quién sino Satanás para comprender en todo caso cómo es la vida del hombre? ¿Cuál es la carga de un ser eterno el sufrir una cantidad efímera de tiempo en forma de hombre clavado en una cruz ante la carga de un ser finito como yo y una condena eterna? En todo caso Satanás comprendería mejor mi destino que aquél imbécil al cuál llaman Padre Celestial.

Por tanto, elijo la figura del lobo opuesto al cordero y su "buen pastor". Elijo el camino del anticristo. Porque en mi condena comparto destino con aquél cuya locura fue lo suficientemente grande y memorable para darme una alternativa ante la sumisión y abandonar todo parasitismo espiritual.