INTERPRETACIÓN OBJETIVISTA


INTERPRETACIÓN OBJETIVISTA

Leonard Peifoff

El egoísmo, según la interpretación Objetivista, no significa la política de violar los derechos (morales o políticos) de otros para satisfacer las necesidades o deseos de uno mismo. No significa la política de un bruto, de un estafador o de un mendigo. No significa la política de convertir a otros hombres, sea con palos o con lágrimas, en sirvientes de uno. Cualquier política semejante, como veremos a su debido momento, es destructiva no sólo para la víctima, sino también para el perpetrador, y es condenada como inmoral, por lo tanto, por el principio mismo del egoísmo. 

La mejor formulación de la visión Objetivista sobre este tema es el juramento de John Galt, el héroe de La Rebelión de Atlas. “Juro – por mi vida y mi amor a ella – que jamás viviré para el provecho de otro hombre, ni le pediré a otro hombre que viva para el mío”. El principio encarnado en este juramento es que el sacrificio humano es malvado, no importa quién sea su beneficiario, seas tú quien te sacrifiques por otros, o sacrifiques a otros por ti.

ACERCA DE LA MUERTE, EL CIELO Y EL INFIERNO, Y LA INMORTALIDAD


ACERCA DE LA MUERTE, EL CIELO Y EL INFIERNO, Y LA INMORTALIDAD
Alberto A F. Reyes

Tengo un concepto bastante distinto para la muerte al que pudiera ofrecerme cualquier religión. Como Ateo razonable creo que es ridículo suponer que después de que un humano muere va a un cielo o a un infierno. No existe tal cosa, lamento echar abajo ese lindo sueño ilusorio de una vida más allá de la muerte. Pero sería irresponsable de mi parte fomentar este vago criterio.

Es aquí en la tierra donde conocemos el infierno o la gloria (entiéndase infierno y gloria como todo aquello que nos dé placer o sufrimiento, todo lo que nos construye en todos los sentidos y todo lo que nos obstaculiza) según sea lo que cada uno se procure para sí, construirá su infierno o su gloria. Por tanto, conviene sacar el mayor provecho a la vida en vez de gastar energía y tiempo en crear falsas esperanzas para autoengañarnos. Como dice LaVey, malditos sean los que esperan una vida mejor mas allá de la tumba, pues perecerán en medio de la abundancia.

Se en cambio que cuando un ser vivo muere, lo que hay después es su cuerpo material en decadencia que se volverá a su estado primigenio para servir como nutriente a otros seres, de la misma forma que otros seres sirvieron antes al mismo propósito, de esta forma somos parte de un ciclo eterno dentro de la naturaleza. No hay nada que escape a sus leyes (de la naturaleza), ningún ser vivo incluyendo al humano está exento de estas leyes.

Tal vez en bastantes eones cuando el sol se vuelva supernova y su explosión destruya nuestro sistema solar, ese ciclo se romperá para convertirnos en polvo espacial inerte en el universo.

El alma, es la esencia del ser humano, es única e irrepetible y es real. vive solo en nuestros enlaces neuronales superiores a los de cualquier otro animal sobre la tierra. Eso es lo único divino en el humano.

Por otra parte, suponer que cuando uno muere nuestra alma (entiéndase al alma por psique) tomará una forma etérea para vivir en otro plano es engañarse a sí mismo creándose falsas esperanzas, y esto es empezar a carecer de sabiduría.

El universo es totalmente material, el principio de todo es la materia y en este universo no hay cabida para cielos o infiernos extramateriales. Aun así, quienes afirman que el cielo es real y que el infierno es real no tienen una prueba que sustente tal afirmación.

sin embargo, hay una forma de ser inmortal y les revelaré el secreto. No es la gran cosa al parecer, pero funciona.

Si usted desea ser inmortal asegúrese de llevar una buena vida y dejar algo trascendental para sus generaciones futuras, de esta forma usted influirá aún después de muerto en las vidas de su progenie y de sus amigos, vecinos, camaradas y de más personas que influyen en su círculo social. esta es la verdadera inmortalidad. si usted asegura así su inmortalidad su memoria perdurará por muchas generaciones más allá de la suya.

LEY DE LA RECIPROCIDAD


LEY DE LA RECIPROCIDAD
Alberto F. Reyes

La premisa de este modelo es: "trata a los demás del mismo modo que deseas ser tratado, y solo da lo que recibes". La ley de la reciprocidad se presenta como un modelo de intercambios interpersonales con otros individuos, funciona para muchos y ha demostrado ser un eficiente modelo que vale la pena implementar en muchas esferas de la vida.

Consiste básicamente en mostrar el mismo interés que otros muestran en usted y prestar las mismas atenciones que recibe de los demás. De esta manera se moldea un ambiente adecuado a sus intereses personales, pues solo da lo que recibe, o trata a los demás de la forma que desea ser tratado; no obstante, si ese trato le es indiferente a su interlocutor, usted mostrará un grado de interés similar.

De esta manera evita gastar tiempo, energía y otros menesteres que de otra forma no serían apreciados por los otros si fuese complaciente en todo, o si fuese incapaz de mostrar el mínimo de interés en sus interlocutores.

Los intercambios entonces son "intercambios saludables", teniendo en cuenta que las dos partes se benefician en grado y medida proporcional, esto cultivado a largo plazo constituye los lazos de la verdadera fraternidad.

La ley de la reciprocidad no es un modelo antipático a la sociedad, aún que tenga sus bases en la ética objetivista, es decir el modelo presentado por Ayn Rand en que el egoísmo es fundamentado, valga la expresión, de forma "objetiva", la preservación del individuo toma un carácter primordial, y la indulgencia es bien implementada de forma que es beneficiosa para ambas partes, en lugar del asistencialismo desmedido e hipócrita.

Este modelo tiene su base en la premisa expuesta al principio, "trata a los demás como deseas ser tratado, y solo da lo que recibes". Por tanto, no cree en el asistencialismo como una medida válida para el progreso de nadie. En su lugar postula el "solo da si recibes algo a cambio" de esta forma moldeamos una sociedad responsable en vez de una sociedad que espera con la mano estirada la ayuda de nadie.

Por tanto, cuando alguien se encuentra en necesidad quien lleva esta filosofía no se niega a ayudarle si está dentro de sus posibilidades hacerlo, siempre que a cambio reciba algo gratificante, pero jamás de forma injusta o desproporcional al otro puesto que el valor del bien o favor prestado, debe ser de grado similar al recibido.

Este modelo de reciprocidad mutua tiene valores y carácter firme que pocos modelos de conducta humana poseen, eso es un bien innegable. Por eso y otro tanto es un modelo completamente válido como estilo de vida responsable.

LOS 11 PRINCIPIOS DEL OTRO YO


LOS 11 PRINCIPIOS DEL OTRO YO
ACERCA DEL AMOR LIBRE
David Martín

1. Ni me perteneces ni te pertenezco; nos conocimos libres y nos enamoramos libremente.

2. Tenemos derecho a nuestro espacio personal y a pedir que el otro no interfiera cuando se necesita ese espacio.

3. Tener miedo a amar por tener miedo a sufrir, es como tener miedo a vivir porque vamos a morir.

4. El otro es un espejo que nos devuelve el reflejo de aquello que nos gusta y también de aquello que no nos gusta de nosotros mismos.

5. Ese es el motivo por el cual cuando el espejo (el otro) refleja lo hermoso de nosotros, estamos en una nube y cuando muestra lo horrible descendemos al infierno.

6. Mediante el infierno que nos refleja el otro, es cómo podemos ver conscientemente aquello que no somos capaces de ver en nosotros mismos y transmutarlo.

7. No existe ningún amor ideal. Al principio todos los amores son lindos a causa de que los amantes solo quieren ver y muestran al otro el lado que les gusta de ellos mismos, pero no tarda en brotar y aparecer aquello que no nos gusta de nosotros mismos y cuanto más se huye de eso, más esto se muestra al otro. Es preciso ponerse a trabajar duro para superarlo.

8. El equilibrio no viene de solo decirse cosas lindas para no ofender si no de decir lo que se piensa, aunque hiera, ser firme en las palabras, pero suave en el tono y las maneras. Las Heridas son una oportunidad para avanzar como personas e integrar y sanar aquellos aspectos que detestamos en nosotros mismos.



9. Los dos amantes se ganan el derecho a vivir en el éxtasis cuando han transmutado todas las partes de aquello que no les gusta de sí mismos, entonces y solo entonces es que llega el paraíso que vivieron al principio de conocerse, pero esta vez de forma estable y sin esconder nada.

10. Ir cambiando de pareja una y otra vez buscando lo "bonito" del principio es una pérdida de tiempo, aun si así topas con una pareja sociópata, narcisista o psicópata que te maltrata por el placer de sentirse superior a ti, lo mejor es que los saques de tu vida o te consumirá y finalmente te destruirá.

11. Hay que dejar volar al otro si quiere abandonar la relación, y si está seguro de hacerlo. Si el otro ya lo pensó bien, dejarle ir es la única opción, sin embargo, igualmente habrás avanzado mucho en tu desarrollo personal y eso nadie puede arrebatártelo.

Satanismo no Adversario