EL SATANISMO CONSIDERADO COMO UNA RELIGIÓN
Satanismo es la doctrina filosófico-religiosa compilada
por Anton Szandor LaVey en La Biblia Satánica. Fue registrada oficialmente como
religión ante el gobierno de Estados Unidos el 30 de abril de 1966. Su máxima
institución es llamada Iglesia de Satanás o Iglesia de Satán.
Cuando se escucha la palabra "Satanismo", la mayoría de la gente se suele imaginar una
religión que adora a un dios del mal,
lo cual es completamente falso, ya que un satanista auténtico sólo se
"adora" a él mismo, no creen en ningún dios sobrenatural, sea este
bueno o malo. Por lo tanto se puede considerar al satanismo como una filosofía
atea.
"Satanismo"
también se emplea como un término genérico para hacer alusión a todo tipo de
ritos, sectas u organizaciones que tengan como icono máximo la figura de
Satanás; aunque el Satanismo de Anton LaVey
es el único reconocido oficial y mundialmente como religión.
1. Historia
Después de siglos de ritos ocultos, mitos y cultos
considerados extremistas y paganos por la Iglesia católica, el Satanismo se
establece como religión gracias a Anton
Szandor LaVey. En 1966 funda la Iglesia de Satán y en 1969 publica la
Biblia Satánica, siendo ésta un texto que expone los principios, dogmas y
lineamientos de la nueva religión. Ese mismo año hace una recopilación de
antiguos ritos asociados con Satán y la magia negra, los adapta a los nuevos
lineamientos y publica Los Ritos Satánicos, texto en el que están contenidas
las ceremonias del Satanismo con descripción e instrucciones precisas para
llevarse a cabo. Un punto importante es que no es necesario pertenecer a la
Iglesia de Satán para considerarse Satanista (se expiden credenciales de
identificación por una cuota de admisión), incluso no se tiene que ser fiel
adepto de Anton LaVey para ser Satanista,
el mismo Dr. LaVey mencionó que los Satanistas no se
hacen, nacen, por lo que una persona puede haber vivido toda su vida de
determinada forma para luego descubrir que sus propios lineamientos y formas de
actuar encuentran un reflejo en el Satanismo.
2. Filosofía
Los principios del Satanismo pueden resumirse en los
siguientes puntos:
"Satán", para los Satanistas, no es un dios ni tampoco un ser pensante, sino
simplemente una imagen simbólica de la fuerza que controla y mantiene el
equilibrio de todo el universo. Vivir como Satanista quiere decir entonces,
vivir según las reglas de la naturaleza, buscando satisfacción material,
emocional e intelectual.
Disfrutar la vida lo más intensamente posible, pero de
una manera responsable, es decir, sin olvidar las lecciones del pasado y sin
dejar de considerar las consecuencias de nuestros actos.
Desarrollar al máximo las habilidades personales.
Tratar a las demás personas de la misma manera que ellas
lo tratan a uno, en otras palabras, ser bondadoso con los que nos ayudan, pero
implacable con nuestros enemigos.
Toda persona debe aceptar las consecuencias de sus
acciones. Sólo se debe ayudar a los que realmente lo merezcan. Los parásitos
sociales deben ser abandonados a su propia suerte y los criminales deben ser
castigados con la misma severidad con la que perjudicaron a sus víctimas.
Respetar a los animales y matarlos sólo en casos de
defensa propia o para usarlos como alimento.
No hay nada sobrenatural. El universo entero consta
solamente de materia y energía, pero existen fenómenos y tipos de energía que
la ciencia moderna no ha podido aún explicar y que forman el fundamento de la
auténtica magia Satánica.
Al ser el Satanismo una filosofía extremadamente
individualista, se deduce que un Satanista debe juzgar a otras personas sólo en
base a sus virtudes y defectos de carácter personal, pero NUNCA en base a su raza, nacionalidad, estado de salud, sexo o la
religión de sus antepasados.
Los Satanistas respetan las leyes de los países en que
viven, siempre y cuando éstas no atenten contra las libertades personales, y
rechazan cualquier tipo de conducta criminal o asocial.
En la Biblia Satánica se exponen los lineamientos, dogmas
e incluso pecados que rigen la vida de los Satanistas. Dichos lineamientos
incluyen, entre otros, aceptar al hombre como un animal terrenal y racional,
negar la existencia de cualquier dios externo así como cualquier fenómeno
paranormal (fantasmas, hechicería, tarot, etc.), buscar el desarrollo
intelectual, individual y principalmente la satisfacción de los deseos
primarios de cada persona.
El Satanista, examina su vida y hace un cambio en ésta.
Se es Satanista al momento de abandonar todo aquello que se cree perjudicial
física, moral o espiritualmente (religiones que prometen una vida mejor después
de la muerte, falsa moral, auto engaño hipócrita, abstinencia etc.), con el fin
de liberarse de la ética que cree inútil y de la auto represión que las
personas pudieran aplicarse a sí mismas (no confiar en ellas, sentirse débiles,
baja autoestima, y muchas otras cosas).
Según la forma de pensar del Satanismo, el modus vivendi Satanista, y un Satanista
en si, es aquel que vive libremente. Esto suena, o muy banal, o muy complejo.
Ser libre, es algo subjetivo, cambia con cada persona. Ser libre para un
Satanista es guiarse por sus propias convicciones, por sus propias reglas,
respetar a quien le muestra respeto. Es favorecer a los que lo favorecen, y
aborrecer a aquellos que no le agraden o que lo atacan. Un Satanista jamás pone
la otra mejilla, siempre devuelve lo que se da. La moral que plantea Anton LaVey es, "Trata a los
demás, como ellos te traten a ti".
Además de la autorregulación como factor básico del Satanismo,
también está el satisfacer los deseos primarios (los cuales recuerdan a los Satanistas
que siguen siendo animales con instintos y necesidades) sin importar nada ni
nadie. Anton LaVey también previo
que los Satanistas podrían excederse en su búsqueda de satisfacción personal y
resultar perjudicados, La Biblia Satánica marca ciertas limitantes, aunque al
final el límite lo impone el propio Satanista. Dado que la Biblia Satánica
estaba orientada a un público eminentemente cristiano, Anton LaVey tuvo que explicar la diferencia entre satisfacción y “compulsión”.
Finalmente, el Satanismo pregona que el individuo es su
propio dios, y esto es un axioma para el Satanista, la espina dorsal de su
filosofía de vida. El Satán de los Satanistas dista mucho del concepto de las
religiones judeo-cristianas. Para los
Satanistas, Satán no es un ente sobrenatural infinitamente malo, para ellos
Satán representa el espíritu humano que no se deja vencer ni acallar por falsas
morales ni convenciones sociales represoras. Una buena parte de Satán se
entiende como la iluminación (traída por
Lucifer), la manera en que se abren los ojos al conocimiento y al
entendimiento terrenal del mundo. Para el Satanista, estar consciente de esta
realidad y entender de esta forma el mundo que lo rodea equivale a adquirir la
visión de un dios.
Es principalmente por este aspecto que Satán no
representa un "nuevo dios"
para el Satanista, porque para el Satanista el único dios es él mismo.
2.1 Las Nueve
Declaraciones Satánicas
1. ¡Satán
representa complacencia, en lugar de abstinencia!
2. ¡Satán
representa la existencia vital, en lugar de sueños espirituales!
3. ¡Satán
representa la sabiduría perfecta, en lugar del auto engaño hipócrita!
4. ¡Satán
representa amabilidad hacia quienes la merecen, en lugar del amor malgastado en
ingratos!
5. ¡Satán
representa la venganza, en lugar de ofrecer la otra mejilla!
6. ¡Satán
representa la responsabilidad para el responsable, en lugar de la preocupación
por vampiros psíquicos!
7. ¡Satán
representa al hombre como un animal más, algunas veces mejor, más a menudo peor
que los que caminan en cuatro patas, y debido a su "divino desarrollo
intelectual y espiritual" se ha convertido en el animal más vicioso de
todos!
8. ¡Satán
representa todos los supuestos "pecados", ya que todos conducen a la
satisfacción física, mental, o emocional!
9. ¡Satán
siempre ha sido el mejor amigo que la iglesia ha tenido, ya que le ha mantenido
el negocio durante todos estos años!
Anton Szandor LaVey ©1969
2.2 Las Once
Reglas Satánicas de la Tierra
1. No
des tu opinión o consejo a menos que te sea pedido.
2. No
cuentes tus problemas a otros a menos que estés seguro que quieran oírlos.
3. Cuando
estés en el hábitat de otra persona, muestra respeto o mejor no vayas allí.
4. Si
un invitado en tu hogar te enfada, trátalo cruelmente y sin piedad.
5. No
hagas avances sexuales a menos que te sea dada una señal de apareamiento.
6. No
tomes lo que no te pertenezca a menos que sea una carga para la otra persona y
esté clamando por ser liberada de la misma.
7. Reconoce
el poder de la magia si la has utilizado con éxito para obtener tus deseos. Si
niegas el poder de la magia después de haberla utilizado con éxito, perderás
todo lo que has conseguido.
8. No
te quejes sobre algo que no tenga que ver contigo.
9. No
hieras o lastimes niños pequeños.
10. No
mates animales no-humanos a menos que seas atacado, o para alimentarte.
11. Cuando
camines en territorio abierto no molestes a nadie. Si alguien te molesta,
pídele que se detenga. Si no lo hace, destrúyelo.
Anton Szandor LaVey
©1967
2.3 Los Nueve
Pecados Satánicos
1. Estupidez — El número uno de los
Pecados Satánicos. El Pecado Cardinal del Satanismo. Es una lástima que la
estupidez no duela. La ignorancia es una cosa, pero nuestra sociedad crece cada
vez más en la estupidez. Depende de las personas que están de acuerdo con cualquier
cosa que se les dice. Los medios de comunicación promueven una estupidez
cultivada como una postura que no sólo es aceptable sino loable. Los Satanistas
deben aprender a ver a través de ésos trucos y no pueden darse el lujo de ser
tontos.
2. Pretenciosidad — Las actitudes vacías
pueden ser muy irritantes y no se aplican a las reglas cardinales de Magia
Menor. Se encuentra en el mismo nivel con la estupidez y es lo que mantiene el
dinero en circulación estos días. Se hace que todo el mundo se sienta la gran
cosa, así lo sean o no.
3. Solipsismo — Puede ser muy peligroso
para los Satanistas. Consiste en proyectar tus reacciones, respuestas, y
sensibilidades en alguien más que probablemente está bien lejos de sentirlas
como tú. Es caer en el error de esperar que las personas te den la misma
consideración, cortesía, y respeto que tú les das. No lo harán. En lugar de
hacer tal cosa, los Satanistas deben esforzarse en aplicar el "Trata a los
demás como te traten a ti." Funciona para la mayoría de nosotros y requiere
una vigilancia constante para que no caer en la cómoda ilusión de que todos son
como tú. Como se ha dicho, ciertas utopías serían ideales en una nación de
filósofos, pero desgraciadamente (o quizás afortunadamente, desde un punto de
vista propio de Maquiavelo) estamos bien lejos de tal cosa.
4. Auto engaño hipócrita — Está en las
Nueve Declaraciones Satánicas pero merece ser repetido aquí. Otro pecado
cardinal. No debemos rendir tributo a cualquiera de las vacas sagradas que se
nos presentan, incluso aquellos roles que se espera que interpretemos. La única
vez que el auto engaño tendría cabida sería cuando es divertido, y siendo
consciente de ello. ¡Pero entonces, no es auto engaño!
5. Conformismo gregario — Es más que obvio
desde un punto de vista Satánico. Está bien acoplarse a los deseos de una
persona, si al final te trae algún beneficio. Pero sólo los necios siguen con
el rebaño, permitiendo que una entidad impersonal les diga lo que tienen que
hacer. La clave es escoger a un amo sabiamente en lugar de ser esclavizado por
los antojos de muchos.
6. Falta de perspectiva — De nuevo, éste
puede causar un mal rato a un Satanista. Nunca debes perder de vista quién y
qué eres, y la amenaza que puedes ser, por tu misma existencia. Estamos
haciendo historia ahora mismo, todos los días. Ten siempre presente el marco
histórico y social en el que vives. Ésa es una clave importante para la Magia
Menor y Mayor. Mira los parámetros y encaja las cosas de tal manera que las
piezas encajen en el orden que desees que queden. De ésta manera no estarás
oscilando entre el constreñimiento del rebaño —sé consciente de que estás
trabajando en otro nivel completamente alejado del resto del mundo.
7. Olvido de ortodoxias pasadas — Ten en
cuenta que ésta es una de las claves para lavarle el cerebro a las personas de
forma que puedan aceptar algo como "nuevo"
y "diferente", cuando en
realidad es algo que había sido aceptado ampliamente pero es presentado en un
nuevo empaque. Se espera que nos asombremos y respetemos el genio del "creador" y nos olvidemos del
original. Esto es lo que hace a una sociedad desechable.
8. Orgullo contraproducente — La segunda
palabra es importante. El orgullo está bien hasta que llega a un punto en el
que comienza a afectarnos. La regla del Satanismo es "si funciona para ti, ¡grandioso!" Cuando deja de hacerlo,
cuando te has arrinconado y la única manera de salir es decir, "lo siento, cometí un error, desearía que
pudiéramos arreglarlo de alguna forma", entonces hazlo.
9. Falta de estética — Ésta es la
aplicación física del Factor de Equilibrio. Es importante en la
Magia Menor y debe ser
cultivada. Es obvio que casi nadie puede hacer mucho dinero así, al menos la
mayoría del tiempo, lo cual es descorazonador en una sociedad de consumo, pero
es una herramienta Satánica esencial y debe aplicarse para hacer eficiente el
uso de la magia. No es lo que se supone que le guste a uno —es lo que le guste
a uno. La estética es una cosa muy personal, que refleja algo de la naturaleza
de uno mismo, pero también existen cosas y estructuras que son universalmente
consideradas como agradables y placenteras lo cual es un hecho que no debe
negarse.
Anton Szandor LaVey
©1987
3. Magia
La magia es un elemento generalmente mal entendido entre
los no-satanistas e incluso entre los Satanistas que empiezan a conocer la
religión. Como se mencionó, el Satanismo no considera la existencia de seres,
entes o poderes sobrenaturales, luego entonces, al hablar de magia se deforma
el entendimiento de la doctrina entera.
Para los Satanistas la magia como tal no existe, sin
embargo “magia” es como se conoce al nivel de disposición mental que se alcanza
o se busca para lograr cualquier cometido. Es decir, el Satanista sabe que para
lograr algo hacen falta dos cosas; primero que nada, creer que obtener lo que
se desea es posible, lo segundo y más importante: trabajar para conseguirlo.
Los rituales descritos en Los Ritos Satánicos tienen la función de crear un
juego mental en el cual el Satanista está consciente de que las cosas no se
logran “por arte de magia”, sin
embargo acepta el papel que le toca en el juego y por un momento asume que con
el ritual se desatará la magia necesaria para conseguir lo que quiere. Esto
tiene como única función adquirir un estado mental en el cual la preocupación
por conseguir lo deseado no interfiera de forma negativa en el trabajo que se
debe hacer para obtenerlo.
Puede sonar sencillo a primera vista, pero cualquier
persona (no importando su religión o credo) puede constatar que difícil es
actuar con la presión y preocupación del fracaso y por el contrario, que fácil
es tener éxito si se deja a un lado el miedo y se concentran los esfuerzos en
la meta. Es por esto que el Satanista requiere práctica constante para dominar
la magia. Al final, un Satanista con dominio de la magia puede lograr lo que se
proponga, desde conseguir un artículo de moda hasta borrar del mapa a una
persona.
En este punto es muy probable que se confunda la magia
del Satanista con la brujería, en realidad son dos cosas diametralmente
opuestas, y aunque en este caso los dos conceptos de “magia” son distintos, es posible hacer una analogía: la brujería
supone que la magia debe actuar sobre la “víctima”;
para el Satanista la magia actúa en sí mismo, y lo que suceda con la “víctima” será consecuencia directa del
estado mental asumido por el mago.
El Satanismo en si no promueve el uso de la magia. Es una
herramienta lista para ser usada por quien lo desee, por lo tanto, no es algo
que el Satanista deba hacer para adquirir su estatus de Satanista. En general,
el Satanismo permite a sus seguidores total libertad sobre que pensar y creer.
El Satanismo se desarrolla en cada persona, muchas veces de forma distinta. Se
asiste a rituales sólo si se considera necesario, se interactúa con
agrupaciones Satanistas sólo si se considera necesario, se utiliza la magia
sólo si el Satanista siente la necesidad de hacerlo. El Satanismo es en gran
parte un estilo de vida, en el cual cada quien busca su camino y lo sigue, y
estrictamente se toma como adepto al Satanismo al individuo que toma la total
conciencia sobre su propia condición de, como cualquier otra religión,
filosofía o ideología.
4. Inmortalidad
Dentro del Satanismo se habla de la inmortalidad, siendo
ésta una de tantas metas que el Satanista pudiera perseguir. Según ésta
doctrina, la inmortalidad se alcanza únicamente sobresaliendo del resto de la
humanidad mediante una aportación de carácter altamente intelectual a la raza
humana en términos de cultura, ciencia, política o cualquier aspecto de la
sociedad. Son contados los Satanistas que han logrado alcanzar éste nivel y
cuyos nombres y aportaciones serán recordados aún con el paso de las décadas,
siendo probablemente Benjamín Franklin el caso más citado y al mismo tiempo
menos conocido entre el común de la gente. A pesar de haber pertenecido a una
época anterior a la fundación del Satanismo como religión, es bien sabido que
fue con él que las doctrinas de pensamiento liberal y oculto llegaron de Europa
al continente americano con los continuos viajes que hizo de Las 13 Colonias
Británicas a Londres a mediados del siglo XVII, justo antes de la Declaración
de Independencia de los Estados Unidos de América.
Bibliografía
•
Anton Szandor LaVey, The Satanic
Bible
•
Anton Szandor LaVey, The Satanic
Rituals
•
Anton Szandor LaVey, The Satanic
Witch
•
Anton Szandor LaVey, The Complete
Witch
•
Anton Szandor LaVey, The Devil’s Notebook
•
Anton Szandor LaVey, Satan Speaks
•
Michael W. Ford, Luciferian
Witchcraft (Lulu Press: March 31, 2005), Liber HVHI - Magick of the
·
Adversary DCLXVI Edition (Lulu
Press: June 6th, 2006).
•
Edward O'Toole, Sophia Bestiae
(Aestheteka Press: June 6th, 2006).
•
Blanche Barton, The Secret Life of a
Satanist
•
Blanche Barton, The Church of Satan'