EL MESÍAS MECÁNICO
Qué viene
después; ¿Los creyentes se vuelven locos?
Magus Peter H.Gilmore
La película de Mel Gibson, "La Pasión de Cristo" es un
ejercicio bastante tedioso de brutalidad gráfica y situaciones fuertes, con una
generosa porción de antisemitismo y en buena medida una pizca de lucha contra
el paganismo. En una fusión inteligente, Gibson combina la sensibilidad
estética de las plagas en la Edad Media, con el caos de un videojuego
contemporáneo de balaceras bastante elaboradas con un diseño ultra-violento y
"religioso", adaptado en forma de película para ganar en
taquilla.
El Satán, (el de la película) omnipresente,
andrógino, de voz profunda y con su figura envuelta en un manto, es tal vez
inspirado por las representaciones medievales de la “muerte triunfante”:
un avatar asexual, plagado de
corrupción. En un punto Satán parodia la imagen de la Virgen y el Niño
sopesando un bebé hinchado y demoníaco. Sin duda, se adapta a las elecciones
estéticas realizadas por el director, pero no es congruente con nuestro símbolo
de Satán, como un heroico individualista.
Parece pretencioso que los actores hablen en latín y arameo,
todo es parte de un intento del director por crear la sensación de “usted
está allí” en la mente del espectador. De hecho, los evangelios, que
sirvieron de fuente para esta historia fueron elaborados mucho después del
tiempo de los hechos alegados por las personas que no pudieron haber estado
presentes. Gibson está tratando de vender al público un mito, presentándolo
como si fuera la más auténtica recreación histórica y precisa de una batalla de
la Guerra Civil. Además, el diálogo a menudo ni siquiera es subtitulado, sobre
todo cuando Yeshua está
siendo atacado por los romanos, por lo que quienes no están familiarizados con
el latín, desconocen el significado exacto de los epítetos que llovieron sobre
el torturado nazareno. No pueden traducir las palabras y maldiciones en latín,
pero no se miden en mostrar toda esta violencia gráfica!
Al igual que los dramas de pasión en la edad oscura, la
película se centra exclusivamente en los golpes y la crucifixión de Yeshua,
Gibson no pierde el tiempo al presentar los culpables. Con casi toda la película
en la oscuridad de la noche y una poca luz de luna establece un contexto de
terror, Judas va al concilio y traiciona a su maestro por las famosas 30 piezas
de plata. Los sacerdotes hebreos son presentados como tipos corpulentos, muy
abrigados, y completamente decididos a darle muerte a Yeshua, a quien
consideran un rival para su autoridad espiritual. Envían a sus lacayos
militares, Judíos también, a “Begin the Beguine”, a darle una paliza a Yeshua
y sus seguidores como hippies en el huerto de Getsemaní.
Contrasta la imagen con la representación posterior de la
figura pragmática del poder; Poncio Pilato, el
gobernador romano de esta lejana y apestosa provincia llena de fanáticos
religiosos. Él no ve por qué Yeshua deba morir, y sólo ordena que sea
latigado, obviamente a sus compañeros, los Meshuggah (palabra hebrea que
significa Locos -N de T), con la esperanza de apaciguar la clase gobernante
sedienta de sangre judía. ¿Ahora se preguntan por qué algunas personas afirman
que esta película tiene una cierta inclinación antisemita?
Por supuesto, los sujetos que dirigen el castigo, son un
grupo de brutos alborotadores paganos, chicos de alguna fraternidad que
se convirtieron en oficiales de prisión, que llegan muy lejos. He aquí la más
brutal paliza jamás filmada. Yeshua, el profeta aficionado de algún
desierto, es el primer azotado hasta que es abatido, su espalda con profundas
marcas por el proceso, exhibidas muy de cerca. Pero él se pone de pie otra vez,
provocando a los romanos sádicos a castigarlo de nuevo con instrumentos más
perjudiciales, esto es, látigos de cuero tejidos con rebordes y cuchillas
metálicas. Estos son usados con la mayor fuerza posible y somos invitados a
unos close-up con trozos de carne arrancada del cuerpo de Yeshua.
Él, golpeado casi muerto, finalmente es tirado en el pavimento en un mar de
sangre literalmente, y Greg
Cannom, quien es conocido por haber hecho algunos efectos de maquillaje
para películas de terror, ha diseñado un traje con todo el amor posible
en los detalles de las costillas que son visibles a través de la carne
despellejada. Los aficionados a las salpicaduras de sangre pueden encontrar
esto de interés. Sin duda, va más allá de cualquier cosa que remotamente pueda
considerarse erótico sado-masoquismo en el ámbito de la atrocidad
repugnante.
Todos ustedes saben el resto de la historia, pero Gibson ha
añadido algunos toques personales.
Nos ofrecen una serie de flashbacks, uno de los
cuales representa a Yeshua, el carpintero, elaborando una mesa que es
demasiado grande para las tradiciones locales. Cuando su madre le cuestiona
sobre ello, él dice que va a hacer un juego sillas. Por lo tanto, no sólo es el
Mesías, él es un genial innovador del diseño de muebles! Me pregunto si eso era
poco para los evangelios no canónicos?
Cuando Yeshua tropieza por segunda vez en camino al
lugar de ejecución, su madre recuerda en una escena de flashback, cuando el pobre niño Yeshua cae y sale
corriendo a consolarlo. Eso no es particularmente sutil.
No tenemos que tratar en detalle las contradicciones
inherentes a la historia. Sin embargo, es interesante notar, como se muestra en
esta película, Yeshua sabe en la “comilona final” que lo van a
ejecutar (como su Padre quiere), y él sabe que Judas lo traicionaría de
acuerdo con lo pactado. Pero entonces Yeshua parece enfurecido con
Judas, quien sólo está haciendo lo que su Dios le ha ordenado que haga. Uno
pensaría que Judas, supuestamente amaba y veneraba a su mentor y por lo tanto
sentía un gran dolor por haber sido él, quien tuvo que hacer esto, pero podría
ser en realidad considerado un héroe por los cristianos, por tener que ser
puesto en una situación tan dolorosa que lo empuja al suicidio. ¿Quizá debería
ser considerado el santo patrono de las tareas ingratas? Un culto extraño más
es el cristianismo.
También es de interés la escena donde los dos malhechores crucificados
junto con Yeshua expresan su visión sobre la circunstancia. Uno cree en
él como hombre santo, y el otro reta a este Mesías moribundo para ejercer sus
poderes y conseguir librarse del infierno. El que duda, es castigado cuando un
cuervo llega y picotea su ojo sacándolo hacia fuera. Parece un acto algo
malicioso por parte de Dios, ¿no te parece? Los romanos, quienes atacan
salvajemente a Yeshua están ilesos, mientras alguien que esta bajo
presión y lo desafía verbalmente, resulta mutilado. Alguien más cree que esto
es una extraña jerarquía de valores? Y por supuesto, el Todopoderoso que
permite que su hijo sea objeto de abuso, guarda venganza con un terremoto como
un castigo final después de su muerte. Mal momento? ¿Por qué causar estragos
contra aquellos que están haciendo lo que quería que hicieran, judíos y paganos
por igual? La búsqueda de sentido en el sistema de este mito ha sido
infructuosa por milenios.
Cuando la lanza de Longino atraviesa el
costado de Yeshua para asegurarse que está muerto, se libera un chorro
de sangre y fluidos corporales, hay que recordar “Monty Python and the Holy Grail”
para encontrar una gota similarmente exagerada. Varias personas se bañan en
éxtasis bajo el torrente y el director celebra esta repugnante conducta.
La penúltima imagen de Piedad es María abrazando el cuerpo
destrozado de su hijo muerto, esta fue de
resignación y derrota. De hecho, es un toque humano, y sería la reacción
natural al presenciar estos eventos. No hubo triunfo ni resistencia y con
esperanzas en la resurrección —sólo dolor, degradación, y sufrimiento intenso. Y ya que el director
claramente culpa de esta muerte a los líderes de la comunidad judía, no me
sorprendería que los cristianos, quienes tienen esta leyenda como la más
querida, puedan tener sentimientos de venganza al ver estas imágenes, hacia los
que son representados como responsables del hecho. —como olvidar que su propia
deidad es supuestamente el autor final de la hipótesis. Todos sabemos que a lo
largo de la historia, cuando el cristianismo se asocia con el estado, se vuelve
un instrumento de tortura, similar al utilizado con Yeshua en la
película, esto en contra
de cualquiera que no creyera en su enferma fe, en contra de
los “herejes” propensos a nimiedades de la doctrina y el dogma. Los
cristianos han tenido un montón de "ojo por ojo" en los
últimos dos mil años, por lo que uno podría esperar razonablemente que ahora estén
satisfechos.
En esta película se muestra el abuso, la tortura y la
ejecución de una forma exageradamente pornográfica y es poco adecuado que
personas menores de edad la vean. Si la película mostrara a cualquier otra
persona —de ficción o verdadera— pasando por una experiencia tan terrible, creo
que probable hubiera sido clasificación
X, o prohibida por completo debido a su obscenidad, incluso si la víctima fuera
Hitler. Que tales imágenes tan desagradables puedan ser aceptables para un
público amplio, desde un contexto religioso es motivo para pensarlo.
Con esto claro, se podría especular que los innovadores de
la pornografía pueden encontrar que este es el momento de introducir un nuevo
Mesías. Por ejemplo, una joven señorita “santa” (“caliente” para
los estándares contemporáneos, su mayoría de edad debidamente demostrable), una
verdadera hija de Dios, que tiene una visión tan pecaminosa de la humanidad,
que la muerte de Yeshua no fue suficiente. Ella, afirmando que Dios le
ha inspirado a someterse a la máxima degradación del mundo, con un gigantesco “gang-bang”, todos los pecados
de la humanidad serian expiados a través de su acto desinteresado, siendo ella
un gran receptáculo para el Jism (termino del argot referente a Semen -N
de T) de los miles de hombres “caídos”, entonces ellos serian salvados a
través de esta prostituta Paráclito. Si se realiza
con la piedad suficiente, quizá con el tiempo este mito podría ser la base para
una nueva religión. ¿No es menos ridículo u obsceno de lo que Gibson ha
representado?
Parece que muchos olvidan que la imaginería de la película
de Gibson ha sido previamente abordada con la misma alegría. Recordemos
la secuencia de Stanley
Kubrick en la película "A
Clockwork Orange", donde el violento delincuente Alexander De Lodge,
finalmente lee la "Sagrada Escritura" estando en la cárcel y
se imagina a sí mismo como un soldado romano, lujuriosamente flagelando a Yeshua
camino hacia el Gólgota. Gibson ha convertido el sueño húmedo del pequeño
Alexander en un largometraje tipo snore/gore fest. Tal vez un día, este
director —hasta que otro utilice la imagen del salvador, representado por
extraterrestres—, sienta la necesidad de rehacer su trabajo. Puede que note
haberle dado a la tortura demasiada atención, así que crearía una "edición
especial". En este sentido, la breve imagen de la resurrección se extendería
en una visión de Jesús y el creyente ladrón entrando en un reino de los cielos,
atestado de ángeles, con mucha luz, más que cuando Paul Neary entró en la
renovada nave nodriza “CE3K”.
O tal vez los impulsos que llevaba en "Braveheart" saldrían a
flote y representaría la resurrección de Yeshua saliendo de un terrible
infierno en una llamativa secuencia de acción.
Su humilde narrador le deja ahora la propuesta de que este
aburrido trabajo es de hecho una encarnación de la esencia del cristianismo.
Presenciar la concentración del dolor y el sufrimiento como valor central, va
unido con la idea de un Dios torturando a su hijo hasta la muerte y esto lo
celebran como una algo positivo. Nosotros como Satanistas encontramos preciso
decir que Saulo de Tarso,
es el verdadero creador del cristianismo, y rechazamos todo esto como un credo
vil, inpropio para cualquier persona que ama la vida y busca la alegría en el
mundo. Siempre he pensado que es una perversión vincular la palabra “pasión”
a estos acontecimientos míticos de tortura espantosa, y esta película tiene más
que confirmada mi opinión, al igual que mi desconfianza en aquellos que sienten
que este es un uso adecuado de la palabra. En personas retorcidas como ellos,
no se puede confiar.
Magus Peter H. Gilmore
Texto tomado de Church of Satan
©2011 Traducción y puesta en formato HTML por Antihéroe
La versión original de este artículo puede hallarse aquí