MAGIA SATÁNICA
Ordo Templi Satanas
La construcción de un Trabajo Mágico Satánico es a la vez
compleja y simple. En la mayoría de las tradiciones mágicas, hay una ortodoxia
muy estricta que considera ciertos elementos obligatorios y esenciales para el
éxito del hechizo en cuestión, elementos como las fases de la luna, el número
de veces que se debe hacer sonar una campanilla, etc. A menos que las fórmulas
se sigan al pie de la letra, el operador puede tener ninguna expectativa de
éxito. Esto generalmente es porque se ven funcionamientos mágicos tales como
penetrar en otras dimensiones, o planos, invocar entidades y poderes
extraterrestres, y cosas por el estilo. Probablemente estas entidades y poderes
sean bastante caprichosas a la hora de elegir dónde y cuándo aparecer, y a
menos que pase algo excepcional, el Mago puede esperar nada más que tiempo
desperdiciado a cambio de sus esfuerzos.
La Magia Satánica, por otro lado, como ciertas otras
formas de magia (como la Magia del Caos), es mucho más libre de
restricciones en su construcción y ejecución. De hecho, puede decirse que cada
acto de la Voluntad, cada acto consciente de creación es de hecho Magia
Satánica. En la Magia Satánica hay pocas reglas, y, de acuerdo con los
principios de individualidad expuestos por el Satanismo, a cada Mago se le
anima a proponer sus propias formas y rituales para la formulación de hechizos.
Esta actitud algo floja proviene del concepto Satánico de
lo que forma en realidad la base de la magia. El Satanista ve el centro de cada
trabajo mágico como siéndolo el mismo Mago, en lugar de que lo sea cualquier
entidad externa. La meta de todos y cada uno de los Trabajos de Magia Satánica,
ya sea realizado exclusivamente en una cámara ritual privada o por los
centenares de participantes comprometidos en una reunión al aire libre (como
los rallys nazis), es dar energía a la Voluntad del participante(s).
Logrando un enfoque suficiente para la Voluntad, es como se siente que pueden
lograrse resultados físicos reales.
El proceso real por el cual se obtienen estos resultados
no es muy pertinente al Mago Satánico. Si el Mago está efectuando cambios en
los estratos del quántum del universo, o proyectando energías mentales
desde dentro de la mente, o simplemente ajustando resonancias subconscientes
dentro de su propia mente lo que le ayudará a provocar el resultado deseado, o
una combinación, está totalmente fuera del punto. El punto es que los rituales
tienen un efecto. ¿Cuándo se logran los objetivos, quién se preocupa de los
medios?
Sin embargo para lograr esta "sintonización"
precisa y la atenuación de la Voluntad del Mago, es necesario para el Mago el
estar ubicado en el estado mental adecuado. Es este hecho el que crea la
necesidad de los ornamentos tradicionales de Trabajos mágicos; las llamas,
dagas, pentagramas, y cosas por el estilo. Todas esas cosas no significan nada
en ni por sí mismas (no obstante las protestas de los practicantes de
"magia compasiva"). Más bien, toda la parafernalia ocultista no es
más que herramientas para reforzar el ánimo del Mago. Aún sabiendo
conscientemente que los aditamentos son de por sí inherentemente inútiles, su
simbolismo e impacto emocional son significantes. Tan significantes, de hecho,
hasta el punto de ser necesarios para crear el estado de ánimo requerido para
un Trabajo exitoso.
De hecho, cuando el Mago Satánico crece en experiencia y
conocimiento, pude facilitarse cada vez más el lograr el estado mental
apropiado y enfocar su Voluntad sin necesidad de una parafernalia tan
detallada. La clave principal en la Magia Satánica es hacer lo que de
resultado.
Por supuesto, esto no debe verse como una renuncia
completa al ritual. La idea de ritual por sí tiene un lugar bien asentado en la
psique humana. Los rituales traen con ellos un sentimiento inherente de
estabilidad y confort, aun cuando no lo sea por una razón verdadera. A veces
este sentimiento de estabilidad, el conocimiento que otros han hecho, está
haciendo, y harán de nuevo la misma cosa que el Mago está haciendo puede ser un
elemento psicológico importante cuando de dirigir un ritual se trata.
Desde un punto de vista institucional, los rituales
asumen un papel aún más significativo. La conducción de rituales por
organizaciones tiende a extenderse y a extender el sentimiento de estabilidad
del grupo, y refuerza la confianza del número de miembros del grupo en el
propio grupo. En este punto, los rituales mágicos no se diferencian para nada.
También es posible mezclar y emparejar los dos
principios, empleando ciertos elementos de Trabajos de Magia Satánicos “hechos
de antemano” y entretejerlos con los elementos “hechos en casa”, es
decir, elementos naturales del medio donde se efectúe el Ritual. En esta forma,
la consistencia y estabilidad del sistema ritual puede combinarse
armoniosamente con la tendencia individualista tan importante en el
mantenimiento de la vitalidad Satánica.
En este punto, debe aclararse algo. Considerado la
naturaleza egoísta de los Trabajos de Magia Satánicos, el concepto entero de
sacrificio animal o humano está mandado a recoger. Cuando uno finalmente
asimila la idea de que las palabras y acciones físicas del Trabajo son
poderosas en sí y por sí mismas, se pierde toda justificación de un sacrificio.
Si estás realizando un ritual de destrucción, diseñado para borrar a un
individuo o cosa dada, y sientes que tu Voluntad puede elevarse a un punto
cercano al delirio zambullendo tu daga en el corazón de alguien, entonces,
házlo así, representacionalmente, es decir, simbólicamente, como un psicodrama.
El simular un sacrificio humano servirá para enfocar tu Voluntad tanto como uno
real, y sin las nocivas consecuencias sociales y legales que implica un
asesinato. No puede enfatizarse lo suficiente que el Mago Satánico usa la
parafernalia del Trabajo Mágico como apoyo, sin importancia significativa de sí
mismo. Entendiendo esto, se anula la necesidad de un sacrificio real de un
humano o animal.
Incluso cuando el Mago Satánico alcanza el punto en su
desarrollo mágico donde él puede realizar rituales "al vuelo", sin
beneficio de algún adorno ritual, uno de los factores más importantes
involucrados la canalización de la Voluntad es la propia imagen de los Magos.
Sin un fuerte sentido del ego, y una imagen de sí mismo bien definida, el Mago
Satánico encontrará difícil, si no imposible, lograr el estado mental apropiado
necesario para el enfocamiento de la Voluntad requerido en una Trabajo exitoso.
Hay muchas técnicas que pueden emplearse para ayudar en la definición de la imagen
de sí mismo, y cada Mago (o grupo de Magos) debe usar cualquier cosa que mejor
les sirva a sus propósitos.
Relacionado a la importancia del sentido de la imagen de
uno mismo está el concepto del respeto de sí mismo. El Mago que está lleno con
secreto auto-desprecio y culpa, y que se ve a sí mismo en una luz infeliz, no
puede esperar lograr resultados notables. El Mago debe purgar de su mente algo
que tendería a rebajarlo a sus propios ojos; éste es uno de las principales
razones por las que el Mago debe evitar substancias adictivas a toda costa. El
único momento en que el Mago Satánico debe tener legítimamente sentimientos de
culpa es cuando ha sucumbido a sus propias debilidades, cuando ha traicionado a
su Voluntad. El concepto de ciertas acciones que son inherentemente “malas”
(o sea, el concepto judeo/cristiano/islámico de Pecado) no es racional, y debe
rechazarse de entrada por el Mago Satánico. Si ha tomado una decisión
consciente de hacer algo, basado en el peso de la evidencia y un proceso lógico
de decisión-fabricación, que entonces él debe regocijarse en su opción y no
debe tener remordimientos.