LA RELIGIÓN DONDE CADA UNO ES SU PROPIO DIOS


LA RELIGIÓN DONDE CADA UNO ES SU PROPIO DIOS
(Introducción al Satanismo)
Matt G. Paradise

Cuando se escucha la palabra "satanismo", la mayoría de la gente se suele imaginar una religión que adora a un Dios del mal, lo cual es completamente falso, ya que un satanista auténtico sólo se "adora" a sí mismo. No creemos en ningún Dios sobrenatural, sea este bueno o malo. Por lo tanto, se puede considerar al satanismo como una filosofía atea.


Los principios del satanismo pueden resumirse en los siguientes puntos:
  1. Satán, para nosotros, no es un Dios ni tampoco un ser pensante, sino simplemente una imagen simbólica de la fuerza que controla y mantiene el equilibrio de todo el universo. Vivir como Satanista quiere decir entonces, vivir según las reglas de la naturaleza, buscando satisfacción material, emocional e intelectual.
  2. Disfrutar la vida lo más intensamente posible, pero de una manera responsable. Es decir, sin olvidar las lecciones del pasado y sin dejar de considerar las consecuencias de nuestros actos.
  3. Desarrollar al máximo las habilidades personales.
  4. Tratar a las demás personas de la misma manera que ellas lo tratan a uno. En otras palabras, ser bondadoso con los que nos ayudan, pero implacable con nuestros enemigos.
  5. Toda persona debe aceptar las consecuencias de sus acciones. Sólo se debe ayudar a los que realmente lo merezcan. Los parásitos sociales deben ser abandonados a su propia suerte y los criminales deben ser castigados con la misma severidad con la que perjudicaron a sus víctimas.
  6. Respetar a los animales y matarlos sólo en casos de defensa propia o para usarlos como alimento.
  7. No hay nada sobrenatural. El universo entero consta solamente de materia y energía, pero existen fenómenos y tipos de energía que la ciencia moderna no ha podido aún explicar y que forman el fundamento de la auténtica magia Satánica.
  8. Al ser el satanismo una filosofía extremadamente individualista, se deduce que un satanista debe juzgar a otras personas sólo en base a sus virtudes y defectos de carácter personales, pero nunca en base a su raza, nacionalidad, estado de salud, sexo o la religión de sus antepasados (sobre este punto trato más a fondo en el artículo "Satanismo y Racismo").
  9. Los satanistas respetamos las leyes de los países en que vivimos, siempre y cuando éstas no atenten contra las libertades personales, y rechazamos cualquier tipo de conducta criminal o asocial.
Después de haber leído esto, muchos se preguntarán porqué nos llamamos satanistas, y no simplemente “ateos” o “humanistas”. La respuesta a esta pregunta se puede resumir por medio de los siguientes puntos:

  1. La palabra Satán quiere decir originalmente "adversario" y el Satanismo como una filosofía en la que cada individuo es su propio "Dios" y "Salvador", es el adversario de las demás religiones e ideologías, en las cuales el individuo debe someterse a la voluntad de un Dios, de una nación o de una clase social determinada.
  2. En la teología cristiana clásica Satán es considerado un símbolo del mundo material, de los placeres y del libre pensamiento más allá de cualquier dogma religioso, en oposición a Dios, que representa el mundo espiritual (en el cual los satanistas no creemos), la negación de los placeres materiales y la sumisión de la razón.
  3. Satán ha sido visto siempre como el "Dios" de la magia, de la cual los satanistas nos valemos para intentar influenciar los acontecimientos futuros según nuestra voluntad. El creer en el poder de la magia es otro de los puntos que nos distinguen de la mayoría de los “ateos”.
En otro artículo explicare de manera más extensa los fundamentos de la magia satánica, la cual no tiene nada que ver con pactos de sangre, sacrificios de animales o personas, abusos físicos o sexuales, o cualquier otra aberración propia de charlatanes y desquiciados que creen que el Satanismo es aquello que dicen las calumnias inventadas por las iglesias cristianas en nuestra contra.

Espero que esta pequeña introducción haya servido para aclarar muchos de los malentendidos en cuanto al satanismo. En mis próximos ensayos tratare más detalladamente varios de los puntos que he mencionado aquí.

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