TORRES EN LLAMAS


Wolf ©1998

La profanación de iglesias es una especialidad Escandinava realizada por personas que han escogido la etiqueta de "Satanistas". Muchos Satanistas se oponen a sus acciones, pero me pregunto, ¿necesitan hacerlo? En este corto ensayo, comento por qué los Satanistas no necesitan molestarse con el asunto de la profanación de iglesias.

Pentagramas dibujados en las paredes, fuego sobre un altar y cruces invertidas. Otra iglesia cristiana ha sido vandalizada por un joven que, bajo la influencia de las drogas o el alcohol, ha decidido consagrar el edificio al Diablo. Los medios de comunicación se deleitan en los fuegos del Infierno: “¡hay Satanistas en acción!

Un sacerdote de pueblo, que además de su profesión es "experto en Satanismo", es llamado para que testifique contra el hecho de que el joven haya actuado o no bajo la influencia del alcohol o las drogas es irrelevante. El verdadero problema, según el sacerdote, es que el jovencito está poseído por Satán. De hecho, el que Satán haya hecho que la sociedad Escandinava se haya vuelto indiferente hacia el cristianismo es un verdadero problema.

No se nos aclara si con esto el sacerdote acredita a Satán el hecho de que la blasfemia o el vandalismo contra la propiedad cristiana ya no se castiguen con la tortura y la muerte. Según el sacerdote, es más importante que en el futuro el cristianismo cuente con mayor cubrimiento por parte de los medios, y se incremente el apoyo económico, para que nuestra sociedad pueda ser recristianizada.

Sin embargo, desde un punto de vista no-cristiano, el cristianismo está mucho más secularizado de lo que cree el sacerdote. Un ciudadano de la sociedad Escandinava sentirá presión cristiana por todos lados. La presión origina contrapresión, no importa si uno está de acuerdo con la presión o la contrapresión (esto no tiene nada que ver con la tercera ley de Newton). Es ante todo cuestión de si el cristianismo tiene "buena" o "mala" influencia sobre los individuos en una sociedad o sobre la sociedad como un todo. La conexión entre la presión cristiana y el vandalismo anticristiano es parte natural de la dinámica de una sociedad cristiana. Es de esperarse que en una sociedad que ejerce una fuerte presión sobre sus individuos, algunos individuos sucumbirán dicha presión, generando la reacción diametralmente opuesta. Por tanto, no hay necesidad de explicaciones místicas sobre diablos y demonios, ya que las explicaciones sociológicas y psiquiátricas sobre la reacción de dichos vándalos es mucho más sencilla y más que suficiente.

Oficialmente, los Satanistas suelen adherirse a una filosofía donde el bien y el mal son conceptos que no tienen una definición universal y objetiva, y que dos opuestos son parte de una misma unidad. De hecho, los individuos que sucumben a la presión cristiana siempre hallan su inspiración en el cristianismo, y satisfacen incondicionalmente todas las expectativas cristianas sobre el comportamiento de un Satanista. ¡Paradójicamente, los tildan de Satanistas porque se rindieron a la presión cristiana!

Entre los Satanistas, la reacción general es la de denunciar el vandalismo. Las razones suelen ser diversas, pero generalmente caen en una de dos categorías: consideran erróneo el no tener respeto por la propiedad ajena, o bien tienen al vándalo como un perdedor con el cual no quieren ser identificados.

El que los Satanistas consideren o no erróneo el tener respeto por la propiedad ajena se debe principalmente a que la propiedad puede ser de gran importancia para su propietario. De la misma manera, puede esperarse que el propietario estará motivado a defenderse a sí mismo de posibles vándalos. Así, el abstenerse de tales actos será cosa del potencial vándalo. Sin embargo, para el vándalo será una razón puramente personal. No importa si el vándalo considera que las consecuencias legales valen la pena (lo cual hacen a veces los vándalos) o no, otros Satanistas no necesitan tener una opinión al respecto —recordemos Las 11 Reglas Satánicas de la Tierra: no te preocupes por algo que no tenga que ver contigo.

Algunos Satanistas notan que las iglesias Escandinavas son obras de arquitectura. Obviamente, esto es correcto: una iglesia, al igual que una casa, un condominio, o un hangar de aviones es, técnicamente hablando, una obra de arquitectura. También sirve para resaltar su 'valor', ya que en Escandinavia una iglesia no es más que un vestíbulo con bancos de madera y paredes cubiertas con cal. Ciertamente no tienen atractivo o confort alguno. Por fuera rara vez tienen más valor estético que cualquier otro edificio situado en una posición geográfica elevada.

Si las iglesias, como obras de arquitectura, tuviesen un uso práctico, uno podría haber defendido su existencia. Si una casa, o una bodega, no son de utilidad, suelen ser demolidos, o remodelados, de modo que puedan utilizarse. Pero ¿cuántas iglesias son utilizadas para cosas productivas? ¿Cuántas iglesias están alfombradas, y equipadas con material silenciador para que puedan utilizarse para, digamos, educación? Tal como las iglesias están equipadas en este momento, no hay razón para preservarlas. Como objeto de destrucción, las iglesias están al mismo nivel que las fábricas abandonadas.

Obviamente es aceptable que las iglesias sean preservadas, a pesar de su carencia de valor constructivo, así que no hay razón inmediata para ir por los fósforos. De otro lado, no hay motivo en absoluto para defender el que sean preservadas. Las iglesias tienen sus propietarios, y por consiguiente uno debe esperar que, si uno destruye los edificios, dichos propietarios tomarán venganza —pero, como ya mencioné, eso es algo que le concierne al vándalo.

Y en cuanto a que el vándalo sea un 'perdedor', pues, tal como ya expliqué, el vándalo es parte natural de una sociedad cristiana. Como parte de la misma unidad, los vándalos no pueden ser aislados como personas "malas" que están contra el "buen" cristianismo. Cualquier afirmación en este sentido implica que uno cree que el todo puede dividirse en más de una unidad. Esto no es otra cosa que rezagos de una formación cristiana, ya que uno apoyaría el dualismo cristiano y sería un indicio de que uno no se ha liberado de una mentalidad donde el cristianismo es definido como lo "bueno" que está en lucha contra otras fuerzas "malas".

Generalmente, los Satanistas tienen una fuerte aversión hacia los cristianos. Puede esperarse que los Satanistas que vean a través de las acciones de los vándalos también sientan aversión a los vándalos, basándose en el hecho de que los vándalos son tan cristianos como cualquier otro cristiano. ¡Sin embargo, esto no tiene nada que ver con el vandalismo “hecho” por estos vándalos! Por tanto, no hay necesidad de que los Satanistas hagan comentarios sobre las acciones de los vándalos.

Algunos Satanistas deploran la utilización por parte de los vándalos del concepto de "Satanistas" ya que esto les da a los Satanistas una mala reputación. Esos Satanistas creen que mientras los vándalos destruyan propiedad cristiana, los Satanistas nunca serán aceptados. Obviamente, el cristianismo utilizará cualquier incidente que para su concepto sea Satánico como argumento para defender tan mentados altos valores de la religión cristiana. Por ende, es bastante plausible que, a más iglesias incendiadas, más combustible para el fuego cristiano. Sin embargo, aunque los vándalos ayudan a los cristianos (lo cual no es de extrañar, teniendo en cuenta que los vándalos son esencialmente cristianos), uno no debería suponer que, si los vándalos detuviesen su actividad, los cristianos aceptarían a los Satanistas. El Diablo ha tenido muchos nombres a través de la historia, y los cristianos siempre han sido capaces de hallar a quién tildar de "Satanistas", y los han utilizado para reclutar seguidores. El hecho de que hoy en día haya vándalos que se llaman a sí mismos "Satanistas" es irrelevante. Sería ingenuo creer que, si cesara el vandalismo, los cristianos comenzarían a aceptar a los Satanistas. Los Satanistas siempre tendrán mala reputación entre los cristianos. los cristianos nunca aceptarán a los Satanistas, y por consiguiente no hay porqué hacer que nos acepten.

Además, es bastante irónico que una persona que escoja llamarse a sí mismo Satanistas se preocupe por su reputación. Un Satanista que es un egoísta declarado y que tiene sus propios valores como fuerza personal, está capacitado para crear una existencia decente sin tener en cuenta a la sociedad. Los pintores y compositores nunca han dejado que sea detenido su talento, sino que han practicado su arte bajo la cubierta del cristianismo. ¡La mayoría de ellos han dado al Diablo lo suyo ya sea en un cuadro o una obra musical! A tal Satanista de facto no le importa lo que hagan otros Satanistas menos talentosos.

Las profanaciones de iglesias y otros actos vandálicos contra las propiedades cristianas es un asunto por el que los Satanistas no necesitan preocuparse. El vandalismo anticristiano es parte del cristianismo, y probablemente un Satanista tendrá su opinión a favor, o en contra, ¡si este aún tiene en el cristianismo un hueso para roer!

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