EL SABER DESCONOCIDO


Anton Szandor LaVey

Pese a otros intentos de identificar un número con Satán, ha de saberse que Nueve es Su número. Nueve es el Número del Ego, ya que siempre vuelve a sí mismo. No importa lo que se haga a través de las más complejas multiplicaciones de Nueve por cualquier otro número, al final la ecuación del resultado siempre será Nueve.

Las verdaderas edades de los tiempos son semejantes al Nueve, con todos sus ciclos obedientes a su Ley. Todos los asuntos de naturaleza terrestre pueden ser evaluados por la resolución infalible del Nueve y su progenie. La acción y reacción relativas a las necesidades tribales del hombre están contenidas en períodos de nueve años: el total de ambos (dieciocho años) se le llama un Trabajo (working en el texto original). Al principio y final de cada Trabajo se les llama Años de Trabajo, y el punto intermedio entre ambos, es decir, el año Noveno, marca un cenit en la intensidad del Trabajo que se esté llevando a cabo.

Nueve Trabajos de dieciocho años equivalen a una Era (162 años). Nueve Eras equivalen a una Edad (1,458 años) que ha sido erróneamente denominada milenio. Nueve Edades equivalen a una Época (13,122 años).

Cada Edad (1,458 años) va alternando de Fuego a Hielo, cada cual se diferencia en los medios por los cuales el Control presenta su dictado. Durante la Edad de Hielo, al hombre se le enseña a refrenar su orgullo y alejarse de sí mismo; solo así será bueno. Durante una Edad de Fuego, al hombre se le enseña a complacerse y a abrir su interior y examinarse desde dentro; solo así será bueno. Durante una Edad de Hielo, Dios está arriba. Durante una Edad de Fuego, Dios está abajo. A lo largo de cada Edad, grandes hechos ocurren cada dieciocho años, ya que el Control debe mantener un ciclo de acción y reacción en el interior de un ciclo mayor de Fuego y Hielo.

Cada dieciocho años se lanzan mensajes portentosos y siniestros, y se actúa acorde con éstas durante los dieciocho años siguientes, al final de los cuales aparece una nueva declaración. La Edad del Hielo de la que surgimos recientemente comenzó en el año 508 "A.D". Tal como el Cenit de pasión para lo que ha inspirado cada Trabajo ocurre a medio camino entre los Años del Trabajo, así mismo el punto de mayor intensidad de una Edad ocurre en la mitad de su recorrido. Así, por el año 1237 "A.D". el fervor del hombre había alcanzado su cúspide en cuanto a lo que representó la última Edad de Hielo. Tal Edad acabó en 1966, y nació la nueva Edad de Fuego.

El siglo veinte nos ha preparado para el futuro y la llegada de la Edad de Fuego fue bien anunciada en los últimos años de Trabajo de la Edad de Hielo. Los pueblos de la Tierra se han conmocionado por los vehículos de 1894, 1912, 1930, y 1948, y la comunicación ha sido bien forjada. La Nueva Edad Satánica nació en 1966, y éste es el porqué fue construida Su Iglesia.

El niño está aprendiendo a caminar, y cuando llegue al Primer Año de Trabajo —es decir, en 1984— habrá sentado sus pasos, y finalizando el siguiente —2002— habrá alcanzado la madurez, y su reino estará colmado de sabiduría, razón y deleite.

REGIE SATANAS!

AVE SATANAS!

HAIL SATAN!

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