VALORES FAMILIARES
Wolf
©1998
En "The Devil's
Notebook", Anton LaVey pregunta: "Quién conoce un buen caso de
'armadura de la personalidad' cuando lo ve?" Con tal pregunta, LaVey hacía alusión al Dr. Wilhem Reich, un psicólogo y alumno de Freud, que había profundizado
enormemente en las 'doctrinas oscuras' durante su estudio de la psique
humana. Wilhem Reich describió la neurosis humana como un proceso de 'blindaje
de la personalidad' en su libro “Análisis de la Personalidad”, que
fue publicado por primera vez en Alemania en 1933. El libro iba dirigido a
estudiantes de Psicología, y aunque las implicaciones del estudio de Wilhem
Reich son inmensas, el principio fundamental de este proceso es bastante
simple: la palabra clave es 'defensa'.
Una 'armadura de la
personalidad' consiste básicamente en varias capas de la personalidad de un
individuo, cada una como defensa ante una necesidad interior. La armadura
protectora no es causada por la necesidad en sí misma, sino por una
contradicción entre sus sentimientos interiores y el mundo exterior. Por
ejemplo, cuando un niño se masturba en su cuna o muestra algún interés en los
genitales de su madre, lo hace porque está descubriendo su propia sensibilidad
genital. Esto es algo natural. Si al niño se le cohíbe, se enfrenta a una contradicción
entre sus sentimientos interiores y la cohibición del mundo exterior. Incapaz
de resolver este dilema, el niño encapsula dicha contradicción desarrollando
una protección que va a reprimir sus sentimientos interiores. Sigue la
contradicción, pero no será percibida por la conciencia del niño, mientras el
inconsciente del niño mantenga la armadura.
Los valores tan queridos
por occidente alientan la represión de los impulsos y sentimientos interiores.
Los medios de reprimirlos se hallan en la mente humana. La neurología demostró
hace tiempo que cuando algo nos sucede, aproximadamente transcurre medio
segundo antes de uno sea consciente de ello. (La conciencia humana compensa el
retraso de medio segundo 'sustrayendo' la diferencia que hay entre el
momento que surge una sensación y el momento en que deviene consciente, de
manera que la experiencia es percibida simultáneamente con otros eventos
internos o externos. Sin embargo, la verdad es que en el consciente humano no
hay experiencias instantáneas). Por ende, una sensación no puede ser reprimida
conscientemente ya que es demasiado tarde para ello, pero eso no significa que
una sensación no pueda ser reprimida inconscientemente. De hecho, al decirnos
constantemente que reprimamos nuestros sentimientos (o con que se nos diga sólo
una vez, si uno es lo suficientemente impresionable), la represión de los
sentimientos es elaborada en su totalidad por el inconsciente. Sin embargo, la
represión de un sentimiento cuyo origen sea somático, es decir, en el cuerpo, debe
ser hecha a su vez por el cuerpo. Como lo ha demostrado la neurología, cuerpo y
mente forman una unidad inseparable. De esta forma, todos los sentimientos
reprimidos se reflejarán en un comportamiento en particular, tanto en su forma
de pensar y de actuar, reprimiendo sus sentimientos. En su otro libro "The
Satanic Witch", Anton LaVey
describe de forma bastante ilustrativa características de diversos patrones de
comportamiento. Publicado en el blog Sociedad Satánica.
Qué ha de contestar,
pues, un hombre escogido al azar, que encaje por ejemplo en el 2 del reloj (para
quienes no entiendan, hay un Reloj Sintetizador de Personalidades en 'The
Satanic Witch') cuando se le pregunte por qué prefiere la abstinencia
sexual? Difícilmente podría esperarse de él que nos diga que siente temor del
acto sexual, y mucho menos que nos diga que tal temor tiene su origen en un
temor a ser privado de su pene, es decir, ser castrado. En lugar de hacer eso,
nos diría que "no le parece que el sexo sea tan necesario", o
que "no le hace falta", o que "la promiscuidad pone en
peligro el alma humana", o que "aún busca la mujer perfecta",
u otra mentira similar. Podría afirmarse que no es más que una excusa que
ofrece, como consecuencia de no tener sexo. Sin embargo, sería incorrecto,
porque sería sólo una precaución que toma para evitar el sexo. La diferencia
radica en dónde está la contradicción. Con la explicación de que no es más que
una excusa para no tener sexo, se supone que sí quiere tener sexo, pero que por
alguna razón no lo tiene. Así, según dicha teoría, la contradicción yace entre
su deseo de sexo y el hecho de que no tiene sexo; la contradicción es en este
caso un factor externo y que él está en uno de los polos opuestos de la
contradicción. Sin embargo, si este fuera el caso, intentaría solucionarlo insinuándosele
a una mujer. Un 'no' inicial, (o uno persistente) no lo afectaría de
manera significativa, y hasta que no haya conseguido un 'sí' de alguna
chica, la contradicción permanecerá insoluta y, en consecuencia, continuará con
el 'cortejo'.
Adquiere tu copia digital o formato físico en: https://a.co/d/6NiTGci
Con la explicación
anterior, la contradicción es el resultado de su necesidad de tener sexo y su
inconsciente reprimiendo tal necesidad; la contradicción yace en él mismo, no
entre él y cualquier mujer en la que esté interesado en el momento.
Desafortunadamente, mientras su dilema no haya dejado de existir, su
inconsciente habrá embotado su capacidad de reconocerlo, y ni hablemos de
resolverlo. Se da cuenta que algo está mal (no tiene sexo) pero el
motivo se halla en ese punto olvidado dentro de su consciente. Y por ende, al
no poder reconocer tal dilema, lo evade inconscientemente de una manera que,
puede parecer una externalización de su contradicción. Ésa es la razón por la
que se pone así mismo en la imposible tarea de conseguirse una tipa como, por
ejemplo, "Scully", la de los 'Archivos X", que sea
a la vez su amiga y su pareja sexual, para que de esa manera no tenga sexo, que
es muy diferente a que por eso mismo no tiene sexo. Hay una diferencia
importante. Si el problema se redujera al hecho de que no tiene sexo, se
pondría a sí mismo metas más 'accesibles'.
Una contradicción no es
en sí misma algo desafortunado; de hecho, la vida misma es una contradicción.
Estamos hechos de materia que se considera muerta, a la vez que estamos
bastante vivos. El acto de vivir es en sí mismo enfrentarse a la contradicción
entre la vida y la muerte, y a la vez que resolvemos un dilema, surgen más. La
vida puede ser vista como una trayectoria a través de un caos de
contradicciones. Cuando un dilema deja de ser tal, ya no hay motivo para
resolverlo. Una contradicción que sea encapsulado y despachado no tiene ningún
factor que lo motive. En este sentido, la gente que reprime sus dilemas
internos ya está medio muerta en algunos aspectos de la vida física, ya no
tienen nada que los motive. Es interesante anotar que un klippoth es
descrito como un muerto viviente.
Según Wilhem Reich, el
propósito del análisis de la personalidad es arrancar la armadura del paciente,
capa por capa. Si el analista toma un atajo, dirigiéndose a la médula, o saltándose
una capa o dos, el paciente se verá estando de acuerdo en que, por ejemplo,
tenía ciertos problemas en su fase anal. De la misma manera puede entender de
qué forma se ha secularizado el cristianismo en la sociedad, a todos los
niveles, y concluirá que es una desgracia. Sin embargo, si bien el paciente
puede entenderlo de manera intelectual, racional, no lo siente carnalmente, no
lo experimenta en su cuerpo, ya que la armadura sigue allí. La discrepancia
entre el entendimiento carnal e intelectual del paciente constituye una
separación de mente y cuerpo. Así, a la vez que está de acuerdo en que el
cristianismo tiene un efecto nocivo en su vida, seguirá manteniendo los mismos
principios, con o sin pleno conocimiento de ello. Así es como encontramos muchos
auto-denominados 'ateos' o 'satanistas' hacen más por el
cristianismo que muchos cristianos. En este ejemplo, el paciente se sentirá
inclinado a concluir que sus problemas personales son causados principalmente
por el cristianismo. La conclusión es correcta (sólo parcialmente, trataré de
esto más adelante, porque el cristianismo no es el único al que hay que
culpar), pero el hecho de saberlo no ayudará al paciente. Para el paciente, el
cristianismo no pasa de ser un 'demonio' conveniente al que podrá echarle
la culpa de todos sus problemas. Como sabemos, echarle la culpa al Diablo
significa transferir la culpa y la redención propias de uno mismo hacia los
demás. El paciente puede comenzar su cruzada personal contra el cristianismo,
creyendo que tal cosa solucionará sus problemas. Sin embargo, al hacerlo, el
paciente desvía su atención de su propio problema y la enfoca hacia el
cristianismo (o a lo que sea) y se separa a si mismo de su verdadero problema
personal. La reacción del paciente no es accidental: al desviar su atención de
su verdadero problema interno hacia cualquier elemento externo es un mecanismo
de defensa para escapar del problema que lleva en sí. Al mismo tiempo, el
paciente se hace a la idea de que está en proceso de resolver su dilema. Por
ende, en lugar de no dejarse afectar por ello, la abrupta confrontación con su
propio problema interior pueden perjudicar su 'armadura' si ésta no ha
sido antes removida cuidadosamente.
En el proceso de penetrar
en las distintas capas de la coraza del paciente, éste es forzado repetidamente
a enfrentar sus propias contradicciones interiores. Si bien suena muy fácil,
las contradicciones interiores eran tan aterradoras para el paciente que
parecían amenazar su propia existencia. Así, el paciente se defenderá con
dientes y uñas contra el analista que penetre su coraza, aún si está consciente
de que el analista no busca la destrucción del paciente.
En general, para que una
persona se despoje de su armadura, es necesario que la persona logre una
comprensión carnal de qué es lo que causa su problema interior, no que se
limite a aceptar y racionalizar las indicaciones tentativas del analista a
medida que éste se las vaya dando. Desafortunadamente, si una persona sufre de
una separación entre su conocimiento intelectual y carnal, la persona no podrá
interpretar correctamente sus señales corporales, si es que se da cuenta de
ellas. (Si pudiera interpretarlas, podría reconocer su problema y resolverlo).
Un famoso experimento neurológico consiste en examinar a una persona cuyo daño
cerebral consista en que tiene separados sus lóbulos frontales. Este tipo de
daño cerebral es el mismo que Antonio Damasio describe en su libro 'El Error
de Descartes'. En este experimento, se le muestra al paciente dos imágenes.
Hay una barrera entre sus ojos, de manera que su ojo izquierdo pueda ver una
imagen, que representa un paisaje nevado, y el ojo derecho ve la imagen del pie
de una gallina. La persona tiene a su disposición una serie de imágenes,
algunas de las cuales corresponden a las dos imágenes que se le han mostrado.
Se le dice al sujeto que seleccione dos imágenes que correspondan a las escenas
que tiene enfrente. En el experimento, el sujeto señaló una cabeza de gallina
(correspondiente a la imagen de la pata). El resultado no era nada
sorprendente. Sus ojos vieron dos imágenes, y sus dos manos obedecieron las dos
mitades cerebrales señalando las imágenes correspondientes. Sin embargo, la
explicación que dio el sujeto en cuestión fue sorprendente; explicó que la pata
de la gallina correspondía a la cabeza de la gallina... ...lo interesante del
experimento es que 1) desconocía de manera consciente el paisaje nevado, 2) su
inconsciente percibió el paisaje nevado y dirigió su mano a ... 3) hizo una
explicación tentativa para su acción, y 4) tal explicación, que parecía
correcta al sujeto en cuestión, estaba totalmente equivocada. El sujeto había
observado que sus manos se movían en dirección a las dos imágenes y, basado en
dicha observación, sacó sus propias conclusiones. Este ejemplo sirve para
explicar que no sólo los sujetos que pertenecen a este tipo de pacientes
ignoran su discapacidad, sino que algunos hacen explicaciones racionales que no
siempre son lógicas o consecuentes.
El consciente del sujeto
en cuestión ignoraba algunas señales corporales. No es difícil extrapolar el
resultado del experimento a otras señales corporales que otras personas, al
igual que este sujeto en cuestión, no son conscientes de lo que sienten y que
son incapaces de interpretarlo correctamente. Serán capaces de dar
explicaciones más o menos racionales a sus propias acciones, pero para una
tercera parte, las explicaciones serán incorrectas, suponiendo que la tercera
parte sepa en qué fijarse.
Los trastornos de
personalidad basados en efectos psicológicos son considerados generalmente
menos severos que los que tiene su origen en daños cerebrales, aunque en
algunos casos los síntomas sean bastante similares, o hasta idénticos. Con la
tecnología actual, los daños psicológicos son curables, en comparación a los
daños cerebrales, aunque algunas veces, los psicólogos también deban tirar la
toalla. En 'La Función del Orgasmo', Wilhem Reich anotaba que los
sacerdotes estaban más allá de su capacidad para curar gente y que en
consecuencia, se rehusaba aceptar algún sacerdote como paciente.
Creo que un método para
curar pacientes neuróticos es hacer que los pacientes verbalicen las
experiencias que los llevaron a sus conflictos internos, pero, francamente, no
conozco el procedimiento -después de todo, soy ingeniero eléctrico, no
psicoanalista-. Una forma de que podría ser bastante efectiva es concientizarse
que el paciente no es sólo su boca hablando, sino que es su cuerpo, y es con su
cuerpo que nos habla, no sólo con su boca. Obviamente, como el cuerpo no "habla"
ningún "lenguaje humano" —en el sentido que sus mensajes no
se expresan con palabras— el mensaje debe ser traducido a palabras, para
que el paciente entienda intelectualmente lo que su cuerpo le está diciendo.
Sin embargo, el problema radica en que el paciente no da crédito a lo que su
cuerpo le está diciendo. Si uno le dijera al paciente del ejemplo anterior que
lo que vio fue la imagen de un paisaje nevado, lo más seguro es que lo niegue,
ya que no es consciente de que en realidad lo vio. En este caso, no debe ser
difícil convencer al paciente de tal hecho porque el paciente no tiene ningún
incentivo para negarlo —a menos que se espere cierto escepticismo de parte del
paciente, en la forma de una réplica a su analista como "claro, me imagino
que la imagen también va con el unicornio que está allí, no?". (Es más, a
juzgar por los resultados presentados por Antonio Damasio, pacientes con el
daño cerebral antes mencionado, parecen tener una inclinación a negar los
hechos).
Como sucede con los
pacientes que sufren de tal daño cerebral, los pacientes con problemas
psicológicos no están conscientes de algunas reacciones corporales que son el
resultado de su problema. Sin embargo, si se le indica al paciente su reacción
corporal, puede que se lo note, acompañándola con una explicación de por qué
está reaccionando de esa manera.
Las reacciones corporales
pueden ser bastante peculiares: consideren, por ejemplo, una mujer que tenga 25
años y que aún mantenga un fuerte lazo con su madre. Podrá decir que no es tan
dependiente de su madre, y que, por ejemplo, nos explica que sus fines de
semana se dedican a escalar montañas y peñascos en lugar de pasar tiempo con su
madre. Pero no se necesita ser un experto en psicología para darse cuenta que
la montaña representa a la madre.
Otro ejemplo interesante
es la observación que hice entre los Skydivers. Fue casi cuando
estábamos cerca del sitio de donde se tiran que los deportistas compararon a su
afición con su actividad sexual, y hasta parecían sentirlo así. Un Skydiver
me dijo que cambiaría su deporte por el sexo, la compañía de Skydiveing
tenía camisetas con la leyenda "tenga un aire-gasmo". Lo más
parecido que tienen a un orgasmo es ese ligero vacío en la parte abdominal
inferior y en la zona pélvica que tienen mientras caen, bastante similares a lo
que uno siente cuando está "llegando" al orgasmo. Es esta
sensación la que busca todo Skydiver. Si eso es lo más cerca que
han estado al orgasmo, están reprimiendo una fuerza importante, considerando
que el orgasmo tiene una intensidad que llega a cotas mucho más altas.
Los dos ejemplos que he
dado pueden sugerirnos que el cuerpo puede mostrar señales que son muy
difíciles de interpretar. Puede que sea cierto, pero depende del modelo que se
use. Por lo que he visto, la materia viviente no es tan compleja; suelo
comparar humanos con dos modelos de sistema con los que trabajé durante mis
años de universidad. No entraré en detalles, bastará con decir que ambos
modelos intentan perfilar un mismo sistema dinámico. Uno de estos modelos podría
compararse a un cuerpo humano con un cerebro que, al estar separado del cuerpo,
controlara el cuerpo en sí. El otro modelo es similar al anterior, incluiría un
camino de retro-alimentación que iría del cuerpo al cerebro. En éste modelo, si
el cerebro controla al cuerpo, el cuerpo reacciona a éste, y modificaría el
cerebro según. Así mismo, si el cuerpo recibe otro estímulo, el cuerpo, y por
extensión, el cerebro, reaccionarían y modificarían sus acciones según sea el
estímulo. (Si el camino de retro-alimentación en el modelo de
"retro-acción" (feedback) se "avería", el
modelo pasaría a ser uno de "abreacción" (feedforward)
Según se mire, el primer sistema equivaldría a la visión tradicional de que el
cuerpo es materia, mala, y que debe ser controlada. El segundo modelo plantea
que el cuerpo (excluyendo el cerebro) tiene dos papeles; el objeto que
desempeña una labor especificada por el cerebro (como en el primer modelo) y es
el encargado de determinar los factores para las decisiones del cerebro. En
este caso, el factor más importante es que tanto el cuerpo como el cerebro
conforman una unidad, o las consecuencias para el sistema en sí pueden ser
bastante severas. La estructura del segundo modelo es la misma que describe
Antonio Damasio en su ensayo, 'El Error de Descartes', donde prueba, con
evidencia clínica, que si una estructura particular en una persona es destruida
—bien sea por daño cerebral o no— el resultado es la locura.
Esencialmente, cualquier
modelo de retro-acción plantea que sus acciones volverán a éste.
Desafortunadamente, ésta forma de pensar, al igual que otras verdades, ha sido
deformada por las enseñanzas cristianas hasta el punto de quedar
irreconocibles. En cierto momento el cristianismo enseñaba que uno habría de
pagar por sus 'pecados' morales; hoy en día esta noción está bastante
disipada. Sin embargo, su mitología sostiene hoy en día que Jesús murió por
todos sus pecados, y así los redimió. En consecuencia, al ser relevados de la
tarea de ser sus propios redentores, ya no necesitan asumir la responsabilidad
de sus propias acciones, ya que tienen asegurada la retención.
Sin embargo, el que los
dos modelos describan la percepción cristianizada y la estructura correcta del
cuerpo humano, respectivamente, no es particularmente relevante. Lo que sí
resulta interesante es que desde un punto de perspectiva de ingeniería, el
primer modelo es casi siempre computacionalmente demandante, ya que requiere
una cantidad enorme de parámetros que el cerebro debe conocer, para poder
controlar el cuerpo de manera apropiada. En contraste, en el segundo modelo
sólo sería necesario conocer unos cuantos parámetros, ya que el cuerpo se
estabiliza sólo si se le es permitido transmitir información al cerebro. (Por
ejemplo, el primer modelo puede necesitarse para computar la temperatura de un
sistema utilizando fórmulas no triviales, mientras que el segundo modelo sólo
necesitaría asimilar en su sistema el valor de un termómetro. El primer modelo
no podría utilizar un termómetro como parte de un enlace de retro-alimentación,
debido a que el termómetro no puede ser aislado del sistema, esto implicaría
que el cuerpo fue aceptado como una sustancia válida y estable que pudo
transmitir información valiosa).
Aplicar los mismos
modelos a los seres humanos —o cualquier organismo viviente— es posible,
sin duda alguna. Los esquemas de Antonio Damasio sobre la interacción entre el
cerebro humano y el cuerpo son casi idénticos a las que yo solía utilizar en la
universidad cuando describía los sistemas eléctricos. Este modelo aún necesita
perfeccionarse; por ejemplo, le falta cuantificar la interacción en términos de
cantidad de hormonas, etc. El modelo de retro-alimentación es considerado
difícil de investigar; además del requisito de que todos los valores sean
descritos estadísticamente para así poder obtener un modelo general, los
algoritmos matemáticos con una memoria inherente —causada por la
retro-acción— pueden ser bastante engañosos. Como mencioné, el sistema de
retro-alimentación puede servir de modelo para un sistema real utilizando mucho
menos parámetros que el otro sistema. Damasio sugiere que a un conjunto de
parámetros se le denomine "marcadores somáticos." Algunos
parámetros son conocidos, pero aún quedarían por cuantificar: por ejemplo, el
hambre y el dolor; entre otros hecho que aún no han sido del todo aceptados,
como el descubrimiento de Freud de que desarrollamos sensaciones genitales en
nuestra primera infancia —que bien podría ser o no ser cuantificable con los
marcadores somáticos. Con nuestro conocimiento actual, podemos concluir que una
persona ha desarrollado una personalidad agresiva debido a un trastorno sexual
que sufrió de niño, y podríamos ser capaces de aislar el incidente. Sin
embargo, en el presente, aún nos encontramos en el proceso de determinar los puntos
focales que determinan la personalidad de un individuo.
De esta manera, mientras
estamos casi en el punto cero, en lo que concierne a modelar a los seres
humanos como sistemas de retro-alimentación, como lo hace Damasio, el otro
sistema, que es el inculcado por el dogma cristiano, comprende un vasto número
de variables que son interdependientes entre sí y de múltiples niveles. La
complejidad de éste modelo de seres humanos, sería incalculable y más allá de
la comprensión humana (!). Para una mente sencilla, una complejidad tan inmensa
trascendería hasta convertirse en misticismo y en teorías que una deidad mezcló
con genes de simio para poder crear un ser dotado con "inteligencia
divina". Resulta interesante notar que cuando un sistema sencillo de
retro-alimentación está diseñado utilizando un modelo de “feedforward” y
éste modelo presenta un elevado grado de complejidad, casi siempre suele ser
una señal que el sistema de retro-alimentación está al borde de la
inestabilidad!
Vale la pena anotar que
en algunos casos es necesario ejercer cierto control sobre un cuerpo. Ya que el
cuerpo posee una cantidad de inercia, se requiere de cierta cantidad de estrés,
posibilitando un cambio más rápido. Por ejemplo, si hay un peligro inminente y
el cuerpo lo siente, el cerebro impone cierta cantidad de adrenalina en el
torrente sanguíneo para poder tensionar el cuerpo. En una escala mayor, por
ejemplo, en términos de producción, la mayoría de productos nuevos tendrán una
fase de prueba inicial, durante la cual no es posible determinar si un producto
es bueno, o tiene alguna falla. Bajo un régimen comunista, el problema se
resuelve con un plan quinquenal. Personalmente, disfrutaría de eso ya que el
promedio de vida de un ordenador personal es un poco más de dos años.
Otra concepción del ser
humano como una estructura fundamentalmente sencilla ha sido sugerida por
varios estudiantes de geometría fractal. Un ejemplo interesante es una figura
fractal que se asemeje a una forma particular de hoja de helecho. (No
recuerdo qué tipo de helecho). Para generar esta figura, se imprimen
ciertos puntos, siguiendo algunos parámetros de los cuales se elige uno para
ser utilizado repetidamente —por ejemplo, uno de ésos parámetros puede
indicar que rotes en el sentido de las manecillas del reloj el sitio donde
poner el punto unos 45 grados— basándose en una elección al azar. Existen
algoritmos similares; por ejemplo, algoritmos que describen figuras parecidas a
árboles, etc.). El algoritmo del helecho produce una figura que, cuando le fue presentada
a un botánico, hizo que el botánico exclamase que en verdad era una imagen de
un helecho. Se ha sugerido que las estructuras genéticas pueden tener
parámetros parecidos a los de las estructuras fractales; es decir, seres
humanos, y otras plantas y animales. Hay otros aspectos interesantes de la
geometría fractal, el más importante de los cuales es tal vez el hecho que los
fractales exhiben cierta similaridad: no importa qué tan cerca o qué tan lejos
estés de una figura fractal, mantiene la misma estructura. En este sentido, un
fractal es la expresión matemática de lo infinito en lo finito, y viceversa.
La moraleja de lo
anterior es que el animal humano ha escogido un modelo para describirse un
modelo que necesita una descripción mucho más compleja de la necesaria, si se
hubiese escogido un modelo diferente. Donde un modelo puede llevarnos a la
conclusión de que somos los seres más inteligentes (obviamente, según
nuestra propia definición de inteligencia) sobre la Tierra, el otro modelo
puede explicar que lo que consideramos "inteligencia divina"
no es más que otra palabra para decir que somos particularmente proclives a la
inestabilidad a nivel biológico.
No importa cuál sea el
modelo, es con nuestros cuerpos donde llevamos a cabo los actos que son necesarios
para nuestra auto-conservación —es decir, actos de existencia vital. Un
comediante, y ahora político danés, Jakob Haugaard, demandaba ocho horas de
tiempo libre, ocho horas de sueño, y ocho horas de trabajo al día, como parte
de su programa político. Sin embargo, tal como está conformada nuestra
sociedad, ésa no sería una solución estable. En las sociedades contemporáneas,
tanto de oriente como de occidente, tal vez la actividad que consume más tiempo
sea el trabajo. Si bien el sexo es importante, el sexo no es comparable al
trabajo ya que, a diferencia de éste, el cuerpo ejecuta la actividad sexual por
sí mismo, y sin que uno lo desee conscientemente. Por otro lado, el trabajo es
una faena la cual uno preferiría vivir sin ella. Cabe anotar que en un trabajo
trivial, el cuerpo a veces tiende a "hacerlo por sí mismo"
pero a diferencia del sexo, no puede hacerse sin algo de práctica, y
ciertamente sin el mismo gozo. Además, el sexo consume mucho menos tiempo que
el trabajo. Si el trabajo es o no una actividad natural para el animal humano,
resulta irrelevante para esta discusión —el hecho es que el trabajo es una
actividad que consume la mayor parte de nuestra vida consciente. Por ende,
debería dársele más atención a cómo modela nuestras vidas. Algo de lo que viene
a continuación es tratado por Wilhem Reich en "La Psicología de Masas
del Fascismo".
Nuestros pensamientos son
el resultado de las reacciones químicas en nuestro cuerpo y en nuestra
estructura física. Cuando algún evento acciona el pensamiento de, digamos, una
silla, la imagen de una silla se forma literalmente en nuestros cerebros —no de
madera o plástico, sino como una estructura de neuronas interconectadas. A
primera vista, la imagen será borrosa, pero debido al sistema de
retro-alimentación, o a la interconexión, del cuerpo y el cerebro humano, la
imagen se refuerza a sí misma debido a las asociaciones de la vista, el sonido,
y la sensación de una silla que el cuerpo conoce a nivel carnal. En resumen,
mientras pensamos en algo, el cuerpo reacciona como un todo sobre sí mismo,
como resultado de sus pensamientos. Como señalé anteriormente, nuestra
existencia vital es afectada por nuestro cuerpo, pero ya que nuestros
pensamientos afectan nuestro cuerpo, afectan también nuestro trabajo y nuestros
actos. Todo lo que somos, hacemos, y pensamos influenciará nuestro trabajo; por
lo tanto, una ideología también influenciará nuestra existencia vital. Los
pensamientos, filosofías e ideologías pueden por tanto ser consideradas como
una fuerza material, ya que los pensamientos se manifestarían materialmente.
Según este punto de vista, las ideologías de los trabajadores determinan tanto
la calidad como la cantidad del trabajo que desempeñen. Lo opuesto también es
verdad; nuestro trabajo influencia nuestros pensamientos y de allí que el
trabajo cree ideologías. La realidad materialista modifica al trabajador, y en
consecuencia, (y en el mismo orden, a menos que uno sea de los que dice que las
personas nacen con ideologías) su ideología va variando según cuál sea su
trabajo. Con esta interacción entre trabajo e ideología, el trabajador
implementará su ideología a través de su trabajo y afecta a sus compañeros de
trabajo. Resumiendo, a través de nuestro trabajo, creamos ideologías; y
basándonos en nuestra ideología, nos modificamos a nosotros mismos; y al
modificarnos a nosotros mismos, influimos en cómo trabajamos. Es una
dependencia circular, pero no necesariamente es un círculo vicioso. Sin
embargo, si uno de los enlaces en el círculo está dañado, afecta al sistema
entero.
De esta manera, es de
vital importancia para una persona el tener una ocupación que le de cierta
postura de importancia, pero que sea importancia de verdad, no una quimera como
pueden ser los títulos que puedan darle algunas organizaciones religiosas o
sociales. La ocupación que tenga bien puede no ser una que sea altamente
estimada por los parámetros de la burguesía. Por ejemplo, consideren la foto,
muchas veces vista, del minero soviético en una mina de carbón que despedazó
dios sabe cuántas toneladas de carbón en un solo día. En occidente, este
ejemplo se utilizó como una muestra aterradora de lo que exigía de sus
trabajadores el sistema Soviético; tuvo por tanto un efecto reconfortante en
los trabajadores occidentales, quienes, en su situación actual, fueron
engañados e inducidos a creer que en ésa la sociedad con la que de otra manera
estarían soñando, serían explotados aún más. En realidad, y sin la propaganda
occidental, la foto del sonriente minero transmitía a otros mineros el hecho de
que él había alcanzado una marca tan maravillosa que se necesitaría de otro
minero para igualarla. Los mineros se daban cuenta que eran capaces de cosas de
las que nadie más podía lograr. Además, los mineros se enorgullecían de su
trabajo, y se daban cuenta de su verdadera importancia para la sociedad. Sin
embargo, los trabajadores laboran para la sociedad únicamente en un nivel
secundario —trabajan principalmente para ganarse el sustento.
Trabajadores que se
identifican con sus trabajos; trabajadores que reconocen el hecho de que el
trabajo que realizan es vital, no sólo para su propia existencia, sino para la
existencia de la sociedad de la que son parte; trabajadores que son conscientes
de sus habilidades; trabajadores que se identifican con su trabajo, y
trabajadores que se identifican con otros “trabajadores” a nivel
internacional: cada uno de estos trabajadores es el dueño absoluto de su
importancia y no necesita una autoridad superior como defensa o justificación
de su existencia. Cada uno de ellos es su propio Führer. El fascismo, que
necesita del liderazgo de una supuesta élite cuyas acciones no pueden
ser cuestionadas, es imposible cuando cada persona es su propia élite.
A la inversa, los
trabajadores que no sienten importancia alguna explicarán su existencia como el
acto de misericordia de una persona cuya existencia está justificada por el
hecho de que, por ejemplo, él (porque siempre es un hombre) es el dueño
de la fábrica donde está empleado. De esta manera, los trabajadores no trabajan
para ellos mismos sino para alguien más. Literalmente se han convertido en
esclavos, propiedad de un ser superior, y lo sienten. De ésta manera, los
trabajadores sienten que sus vidas no tienen justificación; pero esto les causa
frustración, ya que no obstante están vivos. Buscan una manera de dar sentido a
sus vidas. Sin embargo, la única manera que conocen para justificar sus vidas
es a la cual han asociado a su patrón y a los de su clase -- la burguesía,
quienes son auto-empleados y no parecen ser esclavos. Por lo tanto, los
trabajadores sólo tienen una opción: proveerse la misma justificación que le
dan a la burguesía. Los trabajadores intentan volverse como la burguesía,
quienes, para los trabajadores, existen como una élite externa (casi como
dioses paganos), y lo único que logran con ello es sentar las bases para el
fascismo.
Debería ser obvio que un
estado que no ofrezca (o permita) trabajo para todos tendrá resultados
devastadores en aquellos individuos a los que no les está permitido trabajar,
ya que estos individuos estarían viviendo de la caridad de otros. Si una
persona es incapaz de trabajar, el dejarlo en su puesto de trabajo tendrá sobre
sus compañeros de trabajo el efecto opuesto al del hábil minero ruso. Las
ventajas de una sociedad comunista son bastante claras.
Uno de los puntos clave
en otro de los libros de Wilhem Reich, '¡Escucha, Hombrecito!', es que
fuera de lo ordinario, la tendencia que tiene el 'hombrecito' de crear 'dioses
de imbéciles' —Gods of Assholes— (como lo señaló Anton LaVey en The Cloven Hoof, #129), todo gran
hombre tiene un hombrecito dentro de sí. El pre requisito de convertirse
en un gran hombre yace en la capacidad de reconocer el hombrecito que
hay dentro de uno mismo. Cuando se lee "¡Escucha, hombrecito!"
resulta muy tentador para la persona del común considerar al hombrecito
como un subhumano; y al hacerlo, el lector evita enfrentarse al hecho de
que él mismo es un hombrecito.
Como los obreros no son
burgueses, pueden darse la sensación de que lo son al adoptar el mismo estilo
de vida de la burguesía. Empiezan amoblando sus hogares según los parámetros
burgueses y cuando salen se visten bien. Hace muchos años vi un ejemplo
bastante notable de todo esto, cuando aún estaba en el colegio: nuestra clase
fue llevada a Roma, una isla situada al suroeste de la costa Danesa. La tarea
era observar las antiguas casas que habían sido convertidas en museo. Alguien
notó que las camas eran bastante pequeñas y le preguntó a nuestro profesor si
en aquel entonces la gente era así de pequeña. Nuestro profesor explicó que en
aquellos días la moda de la alta burguesía incluía peinados barrocos que
tardaban horas o días en terminarse y por este motivo era necesario que para
proteger sus peinados la gente durmiese sentada en la cama. Las personas no
eran más pequeñas que hoy en día —no mucho— sino que habían adoptado el
uso de camas pequeñas como otra corriente de la moda. (No podían costearse
los peinados). Si bien todo lo demás en la casa estaba diseñado para
propósitos prácticos, las camas —donde tienes sexo— eran copiadas del
amoblado burgués. En general, el estilo de vida burgués se había extendido en
todas estas casas y en sus actividades cotidianas, en un intento de
identificarse con la burguesía. (Para la tendencia actual en el estilo de vida
burgués, consultar cualquier magazín de moda que caiga en tus manos.)
Por tanto es difícil dilucidar la razón por la cual los trabajadores se sienten
inferiores, pero el hecho de que el dormitorio sea uno de los primeros lugares
que intentaron copiar según el estilo de vida burgués nos indica que la
relación amo/esclavo que sentían tenía una importancia sexual, al menos
para ellos.
Los trabajadores no se
transforman de trabajadores a burgueses tan solo con adoptar un estilo de vida
burgués. No recuerdo si Wilhem Reich también discute en "¡Escucha,
Hombrecito!" el hecho de que para ser un gran hombre, uno no debe
negar del todo su identidad anterior. Muchas veces, entre la gente que se une a
la Iglesia de Satán hay quienes declaran que quieren escapar de la influencia
cristiana que les ha sido impuesta (y que por ende se ha hecho parte de ellos).
Sin embargo, nuestros pensamientos, aunque hayan sido más o menos
distorsionados, son una parte física de nosotros mismos. El querer escapar de
los propios pensamientos es por tanto un deseo de escapar de nuestro propio ser
y es un indicio de una división entre cuerpo y mente. Aún más, no es posible
escapar de uno mismo: lo que una vez fue ya no es y nunca podrá serlo de nuevo
(una vez que te haces un adulto, ya no puedes volver a ser niño), sin embargo
lo que fue no puede ser destruido completamente (aún sigues llevando tu
infancia contigo, y si pudieses destruir tu infancia, te destruirías a ti
mismo). No es necesario decir que tampoco puedes destruir una parte de lo que
alguna vez fue. El huir del cristianismo no sólo NO es posible, sino que el
deseo de hacerlo implica que hay una parte física de uno mismo que uno no
acepta. Leyendo "¡Escucha, Hombrecito!" y considerando al
"hombrecito" como un klippoth uno evade, convenientemente,
enfrentar la posibilidad de ser uno mismo un hombrecito. (Es decir, a
menos que uno también se considere a sí mismo un "klippoth").
Por lo tanto, no es sorprendente ver a la misma gente explicar que la razón por
la cual se unieron a la Iglesia de Satán es que su membresía les permite
identificarse con los "listos" y los "fuertes".
(No es coincidencia que muchas personas se sientan seguras en compañía de
quienes consideran "imperfectos". Un ejemplo de lo anterior es
la secretaria con la ropa interior manchada que Anton LaVey describe en "The Satanic Witch". Así
mismo, muchas veces es conveniente hacerse el estúpido, especialmente para
fines manipulativos. Sin embargo, atreverse a ser imperfecto o estúpido puede
ser difícil a menos que uno tenga autoconfianza.
De manera similar, cuando
los aspirantes a burgueses —en el original "wannabe
bourgeois"— ven otros que no viven como burgueses, se fortalece su
ilusión de que ellos (moralmente) pertenecen a la clase burguesa. Y
sienten cierta grandiosidad especialmente cuando pueden predicarles a otros, a
gente "inferior" sobre sus más "finos" y
"selectos" gustos. Por ejemplo, pueden explicarle a otros
Satanistas cuán común resulta que los neo-satanistas puedan elevarse a
la más alta posición de "Satanistas" cuando se dan cuenta del
buen sabor de los vinos más finos, como lo haría cualquier enólogo o connosieur.
Con el transcurrir del
tiempo, los hogares de trabajadores se llenaban de más y más parámetros
burgueses. Sin embargo, los trabajadores, al no ser burgueses, no revolvían la
contradicción que había entre sus sentimientos de inferioridad en su trabajo y
su recién adquirido glamour. Mientras los trabajadores adopten más y más
elementos del estilo de vida burgués, la contradicción entre su valía social y
su deseo de valía queda sin resolver, a menos que los trabajadores sientan,
junto con sus posesiones materiales incrementadas, su importancia como
trabajadores.
El partido social
demócrata Danés fue fundado originalmente para darle poder político a los
trabajadores por medio de sindicatos de trabajo. Cuando se fundó el partido, la
situación de los obreros Daneses era miserable, y los sindicatos de trabajo sí
eran necesarios. Pero, como bien lo dice Ragnar Redbeard (¿Jack London?)
en "Might Is Right": "Las teorías e ideales y
constituciones, que para nuestros ancestros pudieron significar vida y
esperanza y libertad, para nosotros pueden ser muerte, destrucción, esclavitud
y deshonor". Ciertamente, los socialdemócratas Daneses hicieron casi
lo imposible para elevar a los trabajadores de una posición abyecta a un
estándar de vida comparable al de la pequeña burguesía, pero el tiro les salió
por la culata: los socialdemócratas hicieron posible que cada trabajador
consiguiera más y más glamour burgués, pero sin un incremento paralelo
en su sensación de identidad como trabajadores. De esta manera, aumentó la
contradicción entre la identidad de los trabajadores y el ideal burgués, y el
pobre cachorro maltratado se convirtió en Fenris.
Esencialmente, estoy
diciendo algo que debe ser obvio: que el sentimiento fascista entre los
trabajadores se incrementa cuando los trabajadores optan por el fascismo. El
fascismo no surge con Hitlers y otros dictadores fascistas de la misma
ralea; éstos son más que nada blanco fácil para servir de chivos expiatorios.
Lo que tal vez no sea obvia es que la opción de los trabajadores por el
fascismo se da cuando estos adoptan el estilo de vida de la burguesía, con
camas king-size y vinos selectos. Empero, la satisfacción de estas
"necesidades" materiales no es otra cosa que magia menor.
En "La Función
del Orgasmo", Wilhem Reich notó que los pacientes curados, que se
daban cuenta de su propia importancia para sus propias vidas, tendían a
desarrollar una moral que no era ni "buena" según los
parámetros sociales, ni "mala". Aparentemente Wilhem Reich fue
incapaz de explicar porqué se desarrollaba esta moral (carnal), pero la
halló idéntica a la moral presente en las sociedades matriarcales, más
equilibradas y pacíficas. Wilhem Reich concluyó que si el nuevo estilo de vida
era causado eliminando sus frustraciones sexuales, la solución para los
problemas de la sociedad sería una revolución sexual.
A la luz de lo anterior,
No creo que la respuesta sea tan difícil. En la explicación que di de los
trabajadores que se convierten en sus propios "Führers,"
sustituyan la palabra führer por Dios. El ser el Dios de uno
mismo, uno es el amo y señor de su propio éxito, pero también se es el amo de
su propio fracaso. En estos conceptos opuestos se hallan los dos opuestos Dios
y Diablo, y el convertirse en su propio Dios, uno se convierte también en su
propio Diablo. Estas auto-deidades opuestas son, por supuesto, una y la
misma, así que para resolver la contradicción existente entre ellos, hallamos
una solución que no es la unión de los opuestos; de otra manera no
resolveríamos dicha contradicción. Así mismo, la nueva moral del paciente
sería, por necesidad, incompatible con su perspectiva moral anterior.
Como demostró Freud, la
psique de una persona se determina, principalmente, durante su infancia, con
una fuerte tendencia a la sexualidad del niño, ya sea o no que ésta se
desarrolle naturalmente. ¿Qué, entonces, ha de esperarse de un niño que sea
criado en una familia autoritaria? Como mis padres han observado repetidamente
(con algunas excepciones) en su condición de profesores, es que los
hijos se vuelven exactamente como sus padres —aún cuando el niño pueda ver
claramente que sus padres se comportan de manera equivocada.
Notamos que una sociedad
fascista se basa únicamente en el respeto de las masas por la autoridad. La
estructura familiar ideal para procrear fascistas es la de una familia
estrictamente autoritaria, en la cual los hijos se forman con un respeto "natural"
por el padre y, a medida que crecen, extienden su respeto y obediencia
incuestionables a otras autoridades en la sociedad, a la vez que pasan dicha
ideología a sus hijos. Algunos exhiben una reacción totalmente opuesta, pero no
escapan al problema original. Muchas veces vemos a grupos de izquierda haciendo
el papel de la mano derecha de los fascistas, viviendo y comportándose a imagen
y semejanza de la imagen que los fascistas han creado de "rebeldes"
e "indómitos". Toda vez que estos miembros de la izquierda son
confrontados con la policía, el clero, los políticos, u otra figura de
autoridad, asumen su rol de "niños indisciplinados" forzando
así a sus oponentes a asumir sus roles de "autoridad". Eventualmente,
las personas a las que consideran autoridades se convertirán en autoridades de
verdad que a su vez obligarán a los "niños indisciplinados" a
seguir en su rol. Se ha formado una simbiosis, y es una simbiosis que,
notablemente, abre paso al fascismo.
Aún si una familia tiene
el poder mental de darse cuenta de su estructura fascista y reorganizarse a sí
misma por completo, puede que el daño ya esté hecho, aún antes de la concepción
de sus hijos: los trastornos mentales como la esquizofrenia y la maníaco-depresión
son hereditarias.
Una sociedad fascista
necesita una familia fuerte, donde el fascismo pueda crecer abiertamente. Por
ende, se hace mucho hincapié en los así llamados valores familiares,
especialmente los valores familiares que dictan que el padre, cabeza de
familia, siempre tiene la razón, siempre hace lo correcto, o lo que es más
conveniente (hay un cuento de Hans Christian Andersen llamado "Lo Que
Hace Papá Siempre Está Bien"), que su esclava femenina (en otras
palabras, su esposa) permanece casta y sucumbe a la voluntad de su amo. En el
ensayo de Karl McKinnon sobre la pornografía y el romanticismo, decía (sobre la
subcultura sadomasoquista —S&M) que "este es un mensaje algo
viejo, pero actualizado, para las mujeres: 'Es tu destino, tu naturaleza, la de
someterte y disfrutar de la sumisión. Eres la esclava de tu amor y tu amo tiene
el derecho de hacerte cualquier cosa que quiera. Le das ese derecho, porque tu
experiencia del gozo y la autosatisfacción residen en renunciar a tu poder, tu
identidad y tu voluntad. Si él quiere darte dolor, disfrutarás ese dolor,
porque tu voluntad es su voluntad!'" En la familia fascista, la mujer
debía permanecer asexual. Si la mujer tenía libertad sexual, no aceptaría como
compañero a un hombre autoritario que, —en palabras de Tani Jantsang— "no sepa follar" y buscará su
indulgencia en otro lado. Recordemos la Primera Declaración
Satánica... Satán representa
indulgencia, en vez de abstinencia. Al buscar la complacencia personal, el
fascismo se hace imposible.
De otro lado, se me
ocurre que en el núcleo de la familia autoritaria también yace la razón del
interés de los hombres por la pornografía infantil, pero es más que todo una
secuela de que las mujeres hayan ganado más libertades y por tanto sigue
vinculado, aunque en segundo plano, a la estructura de la familia autoritaria.
Los hombres, educados para ser pequeños fascistas, hallan increíblemente
difícil vivir según los parámetros autoritarios que se les exige tomar en la
familia patriarcal. El ensayo de Karl McKinnon, que también analiza esta
tendencia de la pornografía durante este siglo, nos muestra cómo la libertad
femenina causa una reacción contraria por parte del hombre, que hace que la
sumisión femenina pornográfica sea más y más violenta. Si los hombres no pueden
obligar a las mujeres a que se sometan, los niños pueden ser obligados más
fácilmente a que respeten al hombre abusador como autoridad. Una rápida
búsqueda en los grupos de noticias de USENET que ofrecen pornografía
infantil respalda esta suposición: muy comunes son las alusiones a las fotos de
"la colegiala y el director" y muchas veces encontramos a las daddy's
naughty little girls.
Al darnos cuenta que los
valores familiares juegan un papel importante —si no el más importante—
en mantener una sociedad fascista, es cuando entendemos porqué los partidos
políticos de derecha son tan específicos al incluir los valores familiares en
sus programas políticos. Escuchamos una y otra vez que los políticos de derecha
declaran que la santidad de la familia es de la mayor importancia y que los
valores familiares deben permanecer intactos. Si se negara dicha estructura
familiar, el sentimiento fascista de las masas disminuiría, ya que el terreno
para la ideología fascista sería estéril.
Cuando mis propios padres
observaron cómo los hijos se vuelven como sus padres, también hicieron otra
observación bastante interesante: la tendencia de los hijos a imitar a sus
padres se da especialmente en familias donde los niños se sentían inseguros
(ej; porque el padre golpeaba a la madre, abusaba sexualmente de los hijos,
etc.). En cambio, en familias donde los hijos se sentían seguros, éstos
generalmente terminaban rechazando los valores familiares tradicionales,
dejando a sus padres quejándose de que el niño nunca escribió ni volvió al
"hogar". Los niños que son criados en familias con un padre
estricto y autoritario se acostumbran a que el padre asuma todas las
responsabilidades. A medida que los niños se hacen adultos, se sienten
desvalidos sin el padre y extrapolarán la imagen de su padre a cualquier figura
autoritaria que pueda darles protección. Cuán a menudo no escuchamos a alguien
asegurándose a sí mismo que su líder político, su párroco, su pastor, o su
patrón debería tomar las decisiones, porque, "después de todo, él sabe
lo que es mas conveniente"? No es sorprendente que las personas que
están acostumbradas a que las autoridades tomen sus decisiones, no asumen mucha
responsabilidad sobre sus propias acciones. De hecho, tan pronto como esas
autoridades desaparecen, suelen quedar estupefactos.
Que los valores
familiares se imponen en Dinamarca debería ser obvio, a pesar del rótulo de
"liberación sexual" que tradicionalmente se ha atribuido a
Dinamarca desde la década de 1960. Un extranjero que visite Dinamarca notaría
cómo en los barrios residenciales casi todas las casas tienen barricadas de
matorrales en derredor, casi siempre setos de espinos. Mi padre, con algo de auto-ironía,
se refería a esta mentalidad de suburbio como "fascismo de espinos".
(Nuestra familia tenía una de las 'barricadas' más impresionantes del
pueblo.) Es en estos hogares, tras estos setos de espinos, donde los valores
familiares son mantenidos zelosamente —por aquello del 'celo' de
los 'zelotes'. Las fantasías (sexuales) más elaboradas de los
cazadores de brujas cristianos, sobre "granjas de procreación' son
nada comparadas con estas granjas de facto donde se procrean fascistas!
En Dinamarca, los
granjeros solían ubicarse en el ala derecha, al igual que los pequeños burgueses,
como el tendero de la esquina y otras familias auto-empleadas. Es precisamente
en estos negocios donde es vital que la familia permanezca unida, y es en estas
familias donde la madre es esencial para la granja, o la tienda, haciendo las
veces de esclava —literalmente hablando— del propietario. Así, en estos casos,
los valores familiares fascistas están inherentes en el negocio familiar.
Combinen esta observación con el hecho histórico de que las guerras y la
religión comenzaron con la agricultura. No es coincidencia que el fascismo
comenzase con la agricultura; y debido al efecto de auto-mantenimiento de los
valores familiares, la agricultura proveería terreno fértil para el fascismo.
Sin embargo, si los granjeros trabajasen para granjas estatales y el tendero
trabajase para una tienda que fuese propiedad del estado, el fascismo no sería
un elemento inherente en estos negocios. Puede ser que los problemas
nutricionales que llegaron como consecuencia de la agricultura sean de hecho de
menor importancia que la misma cultura agrícola. De otro lado, los problemas
nutricionales pudieron haber ocasionado que la población de esa sociedad, a
nivel molecular, intracelular, se volviese inestable. Después de todo, vale la
pena recordar que las doctrinas oscuras nos dicen que el “quelipoth” está
hecho de "carne extraña". Este documento fue escrito
originalmente en diciembre, cuando se celebra la tradición de la Navidad. Cabe
anotar que en Dinamarca, la Navidad es por lo general un evento en el cual las
familias se reúnen para llevar a cabo una “hygge” danesa —hygge es una
palabra de la cual los daneses se enorgullecen de que no tiene traducción en
ningún otro idioma. En mi traducción, significa la calidez de la luz de las
velas en una habitación pequeña que está ligeramente sobrecalentada y con poco
oxígeno. En Dinamarca, la Navidad es una tradición en la cual los valores
familiares se sienten intensamente. Si uno investigase durante un par de años
las encuestas de opinión pública en dicha época, no me sorprendería que en
diciembre encontrásemos cierto aumento de los simpatizantes de la derecha. Así
mismo, uno notaría que la frecuencia de escándalos políticos en los partidos de
derecha se intensifica en diciembre, cuando los fascistas son más eufóricos.
El incluir la Navidad me
regresa a la aversión favorita de los Satanistas: el cristianismo. como un
realista extremo, uno puede sentirse inclinado a rechazar tal misticismo, de la
misma manera como los partidos de izquierda han insistido en hacer. Sin
embargo, esto sería una falacia: aunque los dioses y diablos no existen como
entidades vivientes, ciertamente sí que existen en las mentes de las personas;
y como ya indiqué, las mentes de las personas producen resultados materiales.
Desde éste punto de vista, el Dios y el Diablo cristianos SÍ existen, tal como
lo hicieron sus predecesores. Después de todo, aunque la iglesia que queda al
final de la calle haya sido construida en base al misticismo, tiene una
existencia física. Como ya expliqué, las ideologías surgen del trabajo, y si el
trabajo no le da al trabajador un sentimiento de importancia, el trabajador se
identificará con alguien externo a él, dando como resultado la metafísica y el
misticismo. En otras palabras, aún si nos basamos exclusivamente en el
materialismo, estaremos obligados a incluir el misticismo, ya que el misticismo
se manifiesta materialmente a sí mismo a la vez que surge del materialismo.
El cristianismo es una
herramienta perfecta para el fascismo, ya que incluye tanto al misticismo, como
la represión sexual, los valores familiares fascistas, y a gran escala, el
fascismo —aún mayor que el que pueda ser obtenido por cualquier ser mortal;
como por ejemplo el Dios cristiano, quien, en la mitología cristiana, siempre
estará por encima de todo. Tal vez esa es la razón por la cual muy pocas
religiones tienen como dios a un humano, sino que presentan a sus líderes como
representantes de autoridades superiores. La autoridad más alta que haya
declarado cualquier dictador es la de haber sido elegido por Dios (en Dinamarca,
se suponía que el rey tenía dicha cualidad; podemos hallar un residuo de esta
creencia en la exigencia de que la cabeza de la familia real tiene que ser
cristiana.) Por alguna razón, el declarar que uno ha sido elegido por dios
parece ser menos ridícula que el declarar ser un Dios.
Ya he explicado cómo las
ideologías y la existencia vital se convierten, a la larga, en causa y efecto
de cada cual. Con la fe cristiana, fue posible que los líderes fascistas (o
feudales) subyugasen pueblos enteros prometiéndoles que aceptando la miseria en
la Tierra, después de la muerte serían recibidos por ríos que manarían leche y
miel. Por tanto, estos pueblos, buscando huir de la opresión, construyeron
templos para su Dios, de modo que al morir se librasen de dicha opresión, sin
saber que al construir sus altares, se ofrecían a sí mismos como víctimas de
sacrificio para los fascistas; el único efecto que tenían su fe y sus creencias
era el de agravar su miseria. En cierto sentido, el cristianismo es una de las
puestas en práctica más exitosas de magia mayor que hemos visto hasta el
momento. Hoy en día, el cristianismo ha perdido mucho de su poder; LaVey escribía en su Biblia Satánica
que el tiempo obra a nuestro favor (esto es, de los Satanistas.) El buen Doc
tenía razón, pero en términos del cristianismo, pero el cristianismo no es más
que una herramienta del fascismo. Con todo lo anterior, el aplicar, digamos,
los principios libertarios "objetivistas" de Ayn Rand, no alteraría
en absoluto el sentimiento fascista de las masas —es más, en una sociedad
Randiana, uno estaría más propenso a sentirse insignificante, tratando así de
convertirse en parte de la burguesía, que en las sociedades semi-fascistas de
la actualidad. Parecería que el comunismo es de hecho la mejor solución. Sin
embargo, el fascismo no cesaría de existir en el segundo que alguien imponga el
comunismo a nivel mundial —o nacional, ni se desvanecería en la nada en el
lapso de dos o tres generaciones. La gente criada bajo la opresión fascista aún
sentiría necesidad de misticismo, y ése es un problema que necesita resolverse.
Wilhem Reich propuso una revolución sexual en la cual las indulgencias
personales tengan prioridad sobre los deberes hacia la autoridad. Indulgencia
en vez de abstinencia, en fuerte oposición al fascismo, es también el principio
fundamental de la Iglesia de Satán, y del Satanismo.
Wolf ©1998