¿PORQUE EL DIOS CRISTIANO NO EXISTE?
Chad Docterman
Introducción.
Los cristianos consideran que la existencia de su Dios es
una verdad obvia que ningún hombre con sano juicio podría negar. Yo me opongo a
tal asunción no solo por la escasez de evidencia que compruebe la existencia de
tal Dios ubicuo, sino también porque la naturaleza que los cristianos atribuyen
a su Dios, se contradice a si misma.
Comprobando la
negatividad universal.
Los cristianos al igual que muchos ateos dan por sentado
que la negatividad universal no puede ser comprobada. La negatividad universal
es el argumento de que el Dios cristiano no existe. Ellos dicen que uno debe
ser omnisciente para poder comprobar
la inexistencia de algo. Sin embargo, estoy en desacuerdo con esta posición, ya
que la omnisciencia no es necesaria
para comprobar que una cosa cuya naturaleza es auto contradictoria no existe.
Por ejemplo, no necesito tener un conocimiento extenso
del universo para comprobarle a usted que las esferas cúbicas no existen.
Dichos objetos poseen atributos exclusivos, los cuales podrían hacer su
existencia imposible. Un cubo posee por definición 8 vértices, mientras que la
esfera no tiene ninguno. Ambas propiedades son completamente incompatibles: es
decir, las mismas no pueden estar presenten simultáneamente en un mismo objeto.
Esta es una forma de demostrar que las supuestas propiedades del Dios cristiano
Jehovah, al igual que las del cubo esférico, son incompatibles, y por lo tanto,
se evidencia que la existencia de Jehovah es imposible.
Definiendo a YHWH
(Jehovah).
Antes de discutir sobre la existencia de algo, debemos
comenzar por su definición. Los cristianos han dotado a su Dios con los
siguientes atributos: Él es eterno, Todo-poderoso y creó todas las cosas. Él
creó todas las leyes de la naturaleza y puede cambiar todas las cosas a
voluntad. Él es todo-bueno, todo-amor y perfectamente justo. Él es
un Dios personal que es capaz de sentir todas las emociones humanas. Él lo sabe
todo. Él sabe el pasado y el futuro.
La creación de Dios era originalmente perfecta, pero los
humanos, al desobedecerle, trajeron imperfección al mundo. El hombre es malo y
pecaminoso, y debe sufrir en este mundo por sus pecados.
Dios les da a los humanos una oportunidad para perdonar
sus pecados, y todo aquel que la aproveche será premiado en los cielos, pero
mientras estén en la tierra, deberán sufrir en base a esto. Todos los humanos
que no acepten este perdón deben ir al infierno para ser atormentados por toda
la eternidad.
Un verso de la biblia que los cristianos usan con
frecuencia dice que los ateos son tontos. Yo intento demostrar que los
conceptos de Dios arriba especificados son completamente incompatibles y así
revelar la imposibilidad de los mismos de ser ciertos. ¿Quién es el tonto? El
tonto es aquel que cree en cosas imposibles y las llama misterios divinos.
La perfección
busca más perfección.
¿Qué estaba haciendo Dios durante esa eternidad antes de
haber creado todas las cosas? ¿Si Dios era lo que único que existía, entonces
que fue lo que rompió a ese equilibrio eterno y lo obligó a crear? ¿Estaba
aburrido? ¿Estaba solo? Dios es supuestamente perfecto. Pero si algo es
perfecto, esta completo y no necesita nada más. Nosotros los humanos nos
ocupamos tratando de encontrar a esa elusiva perfección, debido a existe un
desequilibrio causado por la diferencia entre lo que somos y lo que queremos
ser. Pero si Dios es perfecto, no puede haber ese desequilibrio. Él no desea
nada, ni quiere nada y no hay nada que deba hacer o hará. Un Dios que es
perfecto no hace nada excepto existir. Un Dios perfecto es imposible.
La perfección
genera imperfección.
Pero en la búsqueda de un argumento, continuemos.
Supongamos que este Dios perfecto creó el universo. Los humanos son la corona
de su creación, ya que fuimos creados a su imagen y tenemos la habilidad de
tomar decisiones. Sin embargo, estos humanos sabotearon esa perfección original
al decidir desobedecer a Dios.
¿Que!? Si algo es perfecto, nada imperfecto puede
provenir de ello. Alguien dijo una vez que una mala fruta no puede venir de un
buen árbol, y sin embargo este Dios “perfecto” creó un universo “perfecto”
que fue hecho imperfecto por seres humanos “perfectos”. La fuente
principal de imperfección es Dios. Lo que es perfecto, no puede convertirse en
algo imperfecto, por lo tanto los seres humanos tuvieron que haber sido creados
imperfectos. Lo que es perfecto no puede crear algo imperfecto, por lo tanto
Dios tiene que ser imperfecto para poder crear a estos humanos imperfectos. Un
Dios perfecto que crea seres humanos imperfectos es imposible.
El argumento del
libre albedrío.
Los cristianos rechazan esto por medio del argumento del
libre albedrío. Ellos dicen que un ser debe tener libre albedrío para ser
feliz. El Dios omni-benevolente no
quiso crear robots, por lo que le dio a los seres humanos libre albedrío para
que estos pudieran experimentar el amor y la felicidad. Pero los humanos
utilizaron este libre albedrío para elegir el mal, e introdujeron imperfección
en el perfecto universo original de Dios. Dios no tuvo control sobre esta
decisión, por lo que la culpa por la imperfección del universo está en los
humanos, mas no en Dios.
Aquí es donde el argumento es más débil. En primer lugar,
si Dios es omnipotente, entonces la
asunción de que el libre albedrío es necesario para la felicidad es falsa. Si
Dios hubiese hecho la ley de que solo los seres con libre albedrío pueden
experimentar felicidad, entonces el también pudo haber creado fácilmente una
ley que permitiese a seres robóticos experimentar felicidad. La última opción
es claramente la mejor, ya que robots perfectos nunca pudieren haber tomado decisiones
que los hubiesen hecho a ellos y a su creador infeliz. Un omnipotente Dios perfecto que crea seres capaces de arruinar su
propia felicidad es imposible.
En segundo lugar, si incluso se nos permitiese necesitar
al libre albedrío para ser felices, Dios hubiera podido haber creado humanos
con libre albedrío sin la habilidad de elegir el mal, pudiendo elegir entre
muchas otras opciones.
En tercer lugar, supuestamente Dios tiene libre albedrío
mas no puede tomar decisiones imperfectas. Si los humanos somos imágenes en
miniatura de Dios, nuestras decisiones serían igualmente perfectas. Por otra
parte, los habitantes del cielo, quienes presumiblemente tendrán libre
albedrío, nunca usarán ese libre albedrío para tomar decisiones imperfectas.
Pero ¿por qué no pudieron hacerlo igualmente los primeros humanos perfectos?
El punto es el siguiente: La presencia de imperfecciones en
el universo desaprueba la supuesta perfección de su creador.
El Dios omni-benevolente crea sufrimientos.
Dios es omnisciente.
Al crear el universo, pudo ver todos los sufrimientos por los cuales los seres
humanos tendrían que pasar como resultado directo del pecado de los primeros
humanos. Él escuchó los gritos de los condenados. Seguramente el supo que
hubiera sido mejor que esos seres humanos nunca hubieran nacido (de hecho la biblia
hace alguna referencia al respecto), y esta entidad omni-compasiva seguramente supo que sería mejor no haber creado un
universo destinado a la imperfección en el cual muchos humanos estarían
condenados al sufrimiento eterno. Un ser perfectamente compasivo que crea seres
que él sabe que están condenados a sufrir es imposible.
Castigo Infinito para pecados Finitos.
Dios es perfectamente justo, y sin embargo sentencia a
seres humanos imperfectos que él mismo creó a un sufrimiento infinito en el
infierno por pecados finitos. Claramente, una ofensa limitada no puede merecer
a cambio un castigo ilimitado. Al Dios sentenciar a seres humanos imperfectos a
una eternidad en el infierno por una simple vida mortal de pecados es
infinitamente más injusto que el castigo mismo. La absurda injusticia de este
castigo infinito es incluso mayor al tomar en cuenta que la fuente original de
la imperfección humana es el mismísimo Dios que los creó. Un Dios perfectamente
justo que sentencia a su creación imperfecta al castigo eterno por pecados
finitos es imposible.
La Fe es más
importante que las obras.
Consideremos a toda aquella gente que vive en las zonas
más remotas del mundo quienes nunca han incluso oído algo sobre el “evangelio” de Jesucristo. Consideremos
toda aquella gente que simplemente se sumaron a la religión de sus padres y de
su nación como se les enseñó desde el nacimiento. Si le creemos a los
cristianos, toda esta gente perecerá en el fuego eterno por no haber creído en
Jesús. No importa cuan justos, amables y generosos ellos hayan sido para con el
prójimo durante sus vidas: si ellos no aceptaron el evangelio de Jesús, están
condenados. Ningún Dios justo juzgaría a un hombre por sus creencias en lugar
de sus obras.
La revelación
imperfecta de lo perfecto.
La biblia es supuestamente la Perfecta Palabra de Dios. Esta contiene instrucciones para que la
humanidad evite el fuego eterno en el infierno. ¡Que forma tan amable de este
Dios de proveernos de los medios necesarios para superar problemas por los
cuales ÉL es directamente responsable! El Dios todopoderoso pudiese eliminar
automáticamente con un simple acto de voluntad todos los problemas que nosotros
los humanos tenemos que soportar, pero en cambio, en su sabiduría infinita, él
ha optado por ofrecer esta indescifrable amalgama de libros que es la Biblia
como único medio para evitar el infierno que él preparó para nosotros. El Dios
perfecto ha decidido revelar sus deseos en una obra imperfecta, escrita en un idioma
imperfecto de hombres imperfectos, traducida, copiada, interpretada, alterada y
relatada por hombres imperfectos.
Ni siquiera dos hombres estarán de acuerdo en lo que
supuestamente esta Palabra Perfecta de
Dios significa, ya que la mayor parte de la misma es contradictoria, u
oscurecida por enigmáticos símbolos. Y sin embargo, este Dios espera que
nosotros, seres humanos imperfectos entendamos este paradójico acertijo usando
las imperfectas mentes con la cual nos equipó para ello. Seguramente el Dios omnisciente y omnipotente supo que hubiera sido mejor revelar su voluntad
perfecta directamente a nosotros, en ves de permitir que la misma sea
envilecida y pervertida por el lenguaje imperfecto y las chapuceadas
interpretaciones del hombre.
Justicia contradictoria.
Uno no necesita estudiar a otra fuente mas que la biblia
para descubrir sus imperfecciones, porque la misma se contradice a si misma y
de esta forma expone su propia imperfección. Esta se contradice por ejemplo en
asuntos de la justicia, ya que el mismo Dios justo que por un lado asegura que
hijos no deberán ser castigados por los pecados de sus padres, da la vuelta y
destruye a un hogar entero por los pecado de un hombre (el robó parte del botín
de guerra de Jehová). Fue este mismo Jehová quien afligió a miles de su
inocente gente con plagas y muerte para castigar al rey David por haber hecho
un censo (?!). Fue el mismo Jehová que permitió que los humanos masacraran a su
hijo porque el perfecto Jehová arruinó a su propia creación. Solamente consideremos
cuantos han sido apedreados, quemados, desgarrados, violados y esclavizados por
el enmohecido sentido de justicia de Jehová. La sangre de los bebés inocentes
está en las mismísimas manos de Jehová.
Historia
contradictoria.
La Biblia se contradice repetidamente en asuntos
históricos. Una persona que lea y compare los contenidos bíblicos se verá
confundida sobre quienes exactamente fueron las esposas de Esau, si Thimnah fue un
concubino o un hijo, y si el linaje de Jesús es a través de Salomón o de Nathan. Estos son apenas pequeños
ejemplos de los cientos de contradicciones ilógicas documentadas en la Biblia.
Pero ¿Si la biblia no puede confirmarse a si misma en materias mundanas, como
podemos nosotros darle crédito en materias espirituales?
Profecía
incumplida.
La biblia se malinterpreta a si misma con sus profecías.
Lea Isaías 7 y compárelo con Mateo 1 para encontrar una de las
malinterpretadas profecías de las cuales los cristianos son pasiva o
intencionalmente ignorantes. El cumplimiento de una profecía en la Biblia es
citado como prueba de su inspiración divina, y sin embargo aquí encontramos en
ejemplo elocuente de una profecía cuyo significado intencional ha sido y sigue
siendo el de ser borrosamente deformable para apoyar a subsecuentes doctrinas
falsas. Por lo tanto no es sorpresa que un crédulo siempre encontrará razones
para respaldar sus escuálidas creencias frente a cualquier evidencia que las
contradiga.
La biblia es imperfecta. Y solo hace falta una
imperfección para destruir toda la supuesta perfección de esta alegada Palabra
de Dios. Muchas han sido encontradas. Un Dios perfecto que revela su voluntad
perfecta en un libro imperfecto es imposible.
El Omnisciente cambia el futuro.
Si un Dios sabe el futuro, es por ende incapaz de cambiarlo.
Un Dios omnisciente que es
todopoderoso y tiene libre albedrío es imposible.
El Omnisciente se sorprende.
Un Dios que lo sabe todo no puede tener emociones. La biblia
dice que Dios experimenta emociones humanas, incluyendo ira, tristeza y
felicidad. Nosotros los humanos experimentamos emociones como resultado de un
nuevo conocimiento. Un hombre que antes ignoraba la infidelidad de su esposa,
experimentará las emociones de ira y tristeza solo después de saber lo que
anteriormente era un secreto. En contraste, un Dios omnisciente no puede ignorar nada. Nada le está escondido, por lo
que nada le puede ser revelado. Por lo tanto, no existe un conocimiento ganado
al cual este Dios pueda reaccionar.
Nosotros los humanos experimentamos ira y frustración
cuando algo sale mal y no podemos remediarlo. Sin embargo, el perfecto Dios omnisciente, puede arreglarlo todo. Los
humanos experimentamos ansiedad por cosas que nos hacen falta. En cambio al
Dios perfecto no le hace falta nada. Un Dios omnisciente, omnipotente
y perfecto que experimenta emociones es imposible.
Conclusión.
He ofrecido argumentos que evidencian la imposibilidad, y
por ende la inexistencia del Dios cristiano Jehová. Solo un individuo sin razón
y libertad de pensamiento puede aceptar la existencia de un ser cuya naturaleza
es contradictoria como la de Jehová, el “perfecto” creador de nuestro universo
imperfecto.
La existencia de Jehová es un imposible al igual que las
esferas cúbicas y los invisibles unicornios rosados.
Si algún cristiano lee esto y aún así persiste en
defender a esta imposibilidad a través de la “trascendencia divina” y la “fe”.
Si algún cristiano continúa llamándome ateo tonto, entonces me veré forzado a
invocar toda la ira del Invisible Unicornio Rosado:
“¡Eres un tonto por
negar la existencia de IUR. ¡Has rechazado a la fe verdadera y te as apoyado en
los limitados poderes de la razón humana y así arrogantemente has negado la
existencia de Su Divina Trascendencia, y por lo tanto estas condenado!”
Si estos argumentos son buenos para Jehová, entonces
también lo son para su Invisibilidad Rosada.
Pero para mi, solamente la realidad es aceptable.
Chad Docterman