La ciudad de Catemaco, en el estado de Veracruz, es conocida por la Virgen del Carmen —santa patrona del pueblo—, porque Mel Gibson filmó aquí la película Apocalipto, por sus increíbles reservas naturales y su laguna, pero principalmente por la gran cantidad de brujos que practican magia blanca y magia negra en la región.
Los brujos de Catemaco trabajan tanto con espíritus buenos, como el Niño Dios o ángeles, hasta invocando a la Santa Muerte o Satanás, y aseguran poder ayudar a las personas en situaciones difíciles, ya sea con problemas de desamor, solvencia económica, venganza o evitar malas vibras y envidias, entre otras cosas.
Alejandro Mendoza, editor de VICE.com en México, formó parte de algunas misas negras en las que hubo pentáculos de fuego, sacrificios animales, sangre, y junto a algunos de los brujos más respetados y con mayor trayectoria en Catemaco, invocó a Satanás en un lugar conocido como La Cueva del Diablo para intentar descubrir qué tanto es real y qué tanto es fantasía en una tierra que vive de la magia.