31 DE OCTUBRE XXXIII A.S.
Blanche Barton
Este pasado año ha sido un período de tumulto para todos nosotros. Hemos lamentado la pérdida de nuestro fundador y Sumo Sacerdote, aunque ahora estamos más determinados que nunca a asegurar que los escritos y música de Anton Szandor LaVey Jamás moriran. LaVey fue un hombre reservado que mantuvo en secreto sus conflictos familiares y problemas de salud incluso a sus amigos más cercanos. Por no faltarle al respeto, no he querido hacer ningún anuncio público en relación con lo acontecido y después de un anuncio realizado hace unos días por su hija mayor Karla, me he visto obligada a salir al paso para clarificar ciertos hechos.
LaVey, antes de morir hizo lo posible por asegurarse que sus propiedades y su organización siguieran adelante. Sus dos deseos principales fueron que a su hijo Xerxes no le faltara de nada y que la Iglesia de Satán continuara como estaba desde 1966. Dejó un documento en donde me declaraba como Suma Sacerditiza de acuerdo con los artículos de incorporación de la Iglesia de Satán. Zeena LaVey denunció públicamente a su “no-padre” en 1990 y jamás se reconcilió con él. Karla LaVey, aunque estuvo durante largos períodos de tiempo incomunicada con su padre, estuvo presente durante los últimos meses de vida de Anton LaVey. Tras su desaparición, Karla y yo acordamos trabajar juntas para preservar el legado de Anton LaVey. Le ofrecí la posición de Co-Suma sacerditisa y acordé presentarla como tal a la prensa.
Poco después de esto, Karla empezó a mostrar señales de disconformidad. Eventualmente rehusó aceptar las responsabilidades de liderar la Iglesia de Satán que le había ofrecido, contratando a dos abogados para cambiar el testamento de su padre. Ahora, un año después de la muerte de Anton LaVey su contencioso legal aún no está resuelto. Karla LaVey clama ahora ser la Suma Sacerdotisa de la Iglesia de Satán, pero no lo es. Pese a que ha participado en varias entrevistas estos últimos años, Karla no ha formado parte de la operación de la Iglesia durante mucho tiempo. Es la hija de Anton Szandor LaVey y deberia estar agradecida del respeto que esta posición le brinda. Ella no es la líder de la Iglesia de Satán y no posee autoridad para hablar legalmente de esta entidad. Yo no soy hija de Anton LaVey, pero he dado a luz a un Satanista. Como tal empecé a llamarme así a la edad de veinte años. Durante los últimos catorce años muchos de vosotros habéis contactado conmigo como primera administradora de la Iglesia de Satán. Anton LaVey me señaló como su sucesora porque he probado que estoy preparada para ello. Igualmente señaló a varios líderes como administradores y portavoces alrededor de todo el mundo. No quiero que nuestro monumento sea saboteado por el orgullo. Las directrices de Anton LaVey son claras: Seguir. Yo continuaré este precepto con o sin la Iglesia de Satán. Sabemos quienes somos; llevamos impresa la marca de Caín. Encontrad vuestra fuerza y la verdad en esto.
¡Salve Satan!
Blanche Barton
Iglesia de Satán ©1998
