¿QUIÉN ES UN SATANISTA?


¿QUIÉN ES UN SATANISTA?
David R. Ondrejko

¿Quién es un Satanista? Muy sencillo: Yo lo soy.

Yo soy yo; nadie más lo es. Puedo llamarme a mí mismo Satanista. Puedo llamarme a mí mismo budista. Hasta me reservo el derecho de llamarme bandeja de ensalada de frutas si así lo deseo. Puedes estar de acuerdo conmigo, en desacuerdo, reírte, aplaudir, adorar o ridiculizarme. Lo único que no puedes hacer es discutir conmigo. Puedes discutir lo que yo diga, pero me niego a caer en cualquier discusión al respecto.

El hecho de que soy un satanista es un axioma. No está sujeto a debate, prueba o crítica. Lo aceptas o lo rechazas. Así de simple.

Como un satanista axiomático, mis creencias religiosas constituyen el satanismo. Esto tampoco está abierto a debate. Así mismo, puedo decidir aceptarte o rechazarte como satanista. No hay corte a la que puedas apelar, ni autoridad superior, no tienes ningún recurso.

Me niego a sujetarme a la definición de otros. Escogeré cualquier apelativo con el cual quiera identificarme yo mismo. Te diré lo que tal apelativo significa cuando lo use. Tú, y otros, pueden tener otras definiciones para tal calificativo. Ese no es mi problema.

No insistiré en que adoptes mis “etiquetas” como tuyas, ni que asocies mis significados con ellos. Tampoco consentiré que trates de imponerme el sentido que les das. A menos que las formas en las que nos identifiquemos y cataloguemos coincidan en cierto nivel, la comunicación será no sólo imposible y frustrante. Sino desagradable e indeseable.

Soy un satanista. Defino el satanismo. Decido quién es o no es un satanista. Esto puede ser egoísta; hasta puede ser megalomaníaco. Pero más que todo es la verdad.

No se hará ningún intento de disculparme por haberte ofendido. Si te sientes ofendido por lo que digo, entonces lo que digo tiene toda intención de ofenderte. No tengo paciencia con sicofantes. No hay espacio en mi universo para debates interminables o amabilidad sin sentido. Sólo hay espacio para trabajo, para esfuerzo, y para resultados.

Escuchad la Palabra de Satán.

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