MAGIA MAYOR PARA PRINCIPIANTES
Wolf ©1998
Antes que nada, permítanme hacer una aclaración: No hay gran diferencia en cuanto a los términos “Magia Mayor” y “Magia Menor”. No es más que la diferencia que hay entre acomodar la realidad a tu voluntad gracias a la psicología aplicada y cierto conocimiento de la naturaleza humana sin ayuda externa (Magia Menor) y el acomodar la realidad a voluntad gracias a cierta ayuda del exterior.
La Magia Menor es algo que todos manejamos en cierto grado. El niño que quiere imponer su voluntad y eventualmente lo logra, el perro que obedientemente hace aquello que trae los favores de su amo —entre ellos, una buena alimentación —el aspirante que se viste bien y limpia sus zapatos para obtener un empleo (puede darse el caso contrario), la mujer en el bar cuya falda parece levantarse sin intención, pero que es para una aventura de una noche.
Pero esto no significa que todo el mundo aplique conscientemente la Magia Menor. Gran parte de la fuerza del Satanista reside en el hecho de que él es consciente de qué es lo que hace, y por qué razones. Con ello, incrementa las posibilidades de éxito y de lograr lo que tenga en mente.
Aconsejamos a cualquiera que quiera un entrenamiento óptimo en Magia Menor, que lea The Satanic Witch de Anton LaVey.
La Magia Mayor, o Magia Ritual o Ceremonial, va un paso más allá, evocando no solo el Poder Satánico interno, sino también el Poder Satánico Terrenal fuera de nosotros mismos. La Biblia Satánica menciona tres razones o motivaciones principales para realizar un ritual:
— Sexo, o Deseo; para conseguir pareja.
— Obtener algo (material) para ti o para alguien más.
— La destrucción de un enemigo.
Los rituales o ceremonias pueden tener una docena de motivaciones distintas. La práctica te dirá cuando sentir la necesidad de formalizar tu voluntad de dicha manera.
Los cristianos son bastante buenos en lo que concierne a Magia Mayor. De hecho, toda “plegaria escuchada” por su Dios inexistente no es más que la manifestación de una voluntad firmemente concentrada. Cualquier cristiano simple y llanamente negará lo anterior, pero no es su Dios quien utilizó la mano de Dios, es él mismo —ya que su voz, es la voz de su propio ser interior/inconsciente. El hecho que no todas las plegarias sean “escuchadas” u obtengan “respuesta” no es culpa de su Dios, sino en el mísero fracaso del cristiano y su poder de concentración y combinarlo con su propia voluntad. No les digan.
Si aún el grupo más odiado en la tierra tiene pocos problemas para realizar Magia Mayor, entonces por qué los Grottos escuchan y leen las siguientes quejas con tanta frecuencia: “De verdad me gustaría comenzar a llevar a cabo mis rituales, pero...” seguidos por una diversidad de razones para no hacerlo: “...sé muy poco al respecto”, “...no tengo todo lo que necesito para ello”, “...no puedo dejar mi cama en la mitad de la noche”.
La pregunta es: ¿quieres practicar la Magia Mayor? ¿No? Bueno, pues no lo hagas. No te hace ser menos Satanista.
Sin embargo, al no hacerlo ignoras un elemento del Satanismo que está, nada más ni nada menos que anclado en tu alma oscura, en tu lado oscuro, ya sea que lo utilices o no y la utilización de este poder potencial hace de tu vida mucho más interesante. ¿No nos inclinamos por lo siniestro, lo misterioso, lo oculto? “Haz lo que tu naturaleza te dicte”. Es tu elección.
“Me gustaría practicar Magia Mayor, pero no sé lo suficiente al respecto”.
Como dijo LaVey: “Puedes encontrar cientos de libros en los que está inscrita ‘La Sabiduría’. Miles de páginas y tomos incontables que te dicen qué larga y difícil es la senda de la Magia, que te tomaría por lo menos la mitad de tu vida; o panfletos con un ‘plan de diez pasos hacia una vida mágica exitosa’. La verdad es que todo lo que te enseñan esos libros son trucos. Cada Mago debe hallar su propio camino —su propia ‘clave’ o ‘combinación’, una fórmula y unas palabras que funcionen mejor para él; su propia base”.
Cuando lees algo en un libro que te atraiga, que te guste, ensáyalo durante un buen tiempo y observa qué tanto te reporta, antes de correr hacia el siguiente libro. No tengas miedo de ajustar, acomodar, hacer ciertas modificaciones, añadir o sustraer palabras.
Sin embargo, sé consciente del hecho que ningún Mago exitoso te revelará Todo. Lo único que obtienes es la forma, no la esencia. Su conocimiento es de hecho un saber oculto y hay un gran poder en mantenerlo en secreto.
No te dejes tentar por ceremonias complicadas y extravagantes y advertencias sobre los terrores que te atacarán si no haces todo al pie de la letra. Eso es mierda, a menos que te lo creas. La sencillez y la simplicidad no tienen nada de malo. Un ritual bien elaborado de cien pasos puede servir para incrementar la atención del celebrante, o para profundizar su fe en lo que está haciendo. Pero al final es el ritual el que sirve al Mago y no a la inversa.
Recomendamos la lectura de por lo menos la Biblia Satánica de Anton Szandor LaVey y a continuación re-leer El Libro de Belial, que se halla en dicha obra.
Utiliza, si lo deseas, los Trece Pasos; como base es bastante funcional y fácil de manejar, con opciones suficientes para añadir lo que consideres necesario.
En un ritual, es bueno tener un comienzo y un final claro. Cuando emplees una campana o un gong para señalarlos, hallarás que, con el tiempo su solo sonido puede ser suficiente para inducirte, sintonizarte, o salirte del estado mental que necesitabas. Lo que también recomendamos es leer libros sobre el funcionamiento del cerebro, la naturaleza humana, física y psicología. Mientras mejor entiendas lo que estás haciendo y más profunda sea tu creencia en lo que ha de ser el resultado, éste saldrá mucho mejor.
“No tengo todo lo que necesito...”
Una túnica negra, un altar, una imagen de Baphomet, una vela negra y una blanca, campana, cáliz, bebida favorita (alcohólica o no), espada o daga, falo, gong, pergamino, incienso, mujer desnuda, cuarto especial y aditivos propios para crear la atmósfera deseada —todo esto puede desempeñar cierto papel en tu Cámara Ritual pero no todo el mundo puede tenerlo, o costearlo.
Pues bien, todos estos objetos son medios de alcanzar un objetivo, no son el objetivo en sí. En mi caso comencé con una vela negra y un pequeño rincón en mi dormitorio donde Yo, sentado en el suelo, podía aislarme y concentrarme en evocar la Fuerza Satánica.
Hoy en día poseo una Capilla Negra completamente equipada. Tanto en la primera situación como en la última los resultados han sido casi invariablemente satisfactorios.
Entonces, ¿qué es lo que necesitas realmente? Es asunto tuyo el decidirlo, teniendo en cuenta cuáles sean tus circunstancias. No hay duda del sinnúmero de beneficios que trae consigo un cuarto separado y permanentemente equipado: puedes entrar y salir cuando lo creas necesario, sin tener que armarlo y desarmarlo una vez más; no tienes que recrear la misma atmósfera una y otra vez; hay restos de evocaciones y energía emocional acumuladas que saturan el lugar más y más —sólo para mencionar unas cuantas cosas. Estas ventajas, sin embargo, pueden transformarse en desventajas cuando una falta de preparación, que puede ser puesta en la construcción del altar, trae consigo poca fuerza de voluntad y poca concentración.
A la hora de concentrarse, es agradable tener una buena capacidad de enfoque. Tal vez seas capaz de tener tal enfoque cuando cierras tus ojos. Una vela puede resultar bastante útil. Probablemente piensas en algo que te sea personal; la cuestión es, que al concentrarte en ese algo te desconectes por completo del mundo a tu alrededor. Al comenzar un ritual, es como si te adentraras en una realidad diferente y excluyeras la realidad cotidiana. Si ves que te es muy difícil alcanzar un nivel muy alto de concentración, puedes practicar más. Una forma divertida de hacerlo es jugar con dardos.
Lo mismo sucede con el ajedrez (resulta muy útil para la visualización), la meditación, tocar un instrumento -hay una gran variedad de posibilidades. Pintar, escribir, leer. Algo que me ayudó mucho, fue comprar una campana. Ya lo mencioné antes. Pero debo repetirlo una vez más: son solo medios.
Lo esencial es un lugar donde sabes que no serás molestado para nada. Puede ser dentro de tu casa, así como un lugar en el bosque, un terreno baldío, una casa abandonada o un cementerio si es necesario. El motivo para ir a tal lugar es que deseas alcanzar algo a través del ritual que no hayas podido hacer de otra forma más común.
El siguiente factor es hallar el timing, o coordinación y momento apropiados. Aunque es un hecho que mucha gente duerme de noche y que durante su sueño no están protegidos contra la influencia del mago, no es necesario llevar a cabo todos y cada uno de los rituales a media noche. En primer lugar, nadie mejor que tú sabrá cuando sea hora de actuar. La necesidad de “estar en cónclave” con tus Hermanos Oscuros te indicará. Esto puede ocurrir a cualquier hora del día o de la noche. A veces debido a circunstancias prácticas no hay otra opción que llevar a cabo el ritual en otra ocasión distinta a la que hubieses preferido. Sólo hazlo cuando te sientas listo para ello y tengas la posibilidad.
Sin imaginación no llegarás a ningún lado. Tu fuerza de voluntad y tu imaginación son la parte ejecutiva en la realización de tu meta. En tu imaginación verás de antemano los resultados de tu ritual, como si ya hubiesen ocurrido. Describe con tus propias palabras qué es lo que ves: esa mujer, ése hombre, esa destrucción, ese empleo, esa libertad, ese evento, y MÍRALO. Dibújalo, háblalo, visualízalo, déja que ocurra. No es por nada que al final de cada ritual se termina con las palabras “Está Hecho”.
Si te resulta difícil visualizar, entonces práctica. Trata tanto como te sea posible para hacerte una imagen de personas o cosas tan vívida como te sea posible, a todo color, en movimiento. Cómprate el juego de rompecabezas “Tangram”; una vez seas capaz de dividir las figuras negras en tu mente y ubicarlas en los lugares que trae el juego —visualizando —construirás toda figura que te sea posible con el tangram, sin mayor esfuerzo. ¡Práctica!
A parte de la voluntad absoluta para obtener lo que deseas, tendrás que ejercitar las emociones que mejor exprese tu anhelo. Voluntad, imaginación y emoción interactúan entre sí como los engranajes de un reloj. Sírvete del ejemplo de la gente del medioevo, con sus emociones “primitivas” y déjate llevar incondicionalmente por tus emociones. Deseo, codicia, odio, rabia, tristeza. Grítalo o susúrralo, derrama tus lágrimas o siéntate con un nudo en la garganta, o párate, acuéstate, lo que sea, pero ¡SIENTE! Deja que tus emociones alcancen un nivel casi insoportable —direcciónalas —y ¡DÉJALAS IR! Deja que fluyan del todo. Cuando lo hayas dominado, comenzarás a sentir casi inmediatamente una sensación de cansancio casi satisfactoria.
Se necesita cierto sentido de la realidad, y a esto se le llama el Factor de Equilibrio. No me extenderé en el tema, la Biblia Satánica es lo suficientemente clara al respecto. Se consciente de qué es lo que pides, se honesto en cuanto a la viabilidad de tu deseo, piénsalo con calma —puede que obtengas lo que has pedido.
Y a propósito de honestidad: la honestidad ocupa el primer lugar en la lista de herramientas necesarias. Sé honesto, en primer lugar, contigo mismo. Sé consciente de tus motivaciones verdaderas para practicar la Magia Mayor. No creo que haya una razón “buena” o “mala”, pero el hacerlo “porque sí” no es razón alguna. Sé honesto contigo mismo y con la Fuerza Satánica respecto a la carga cultural, intelectual o espiritual que recibes de tu entorno.
El Satanista no se protege contra la Fuerza que él evoca; él es parte de ella. Lo cual no significa que cuando hayas comenzado a practicar la Magia Mayor, pueda haber, consciente o inconscientemente, algún tipo de miedo o temor de lo que estás haciendo o evocando. Explora en tu interior, y si hay algún tipo de temor, preocupaciones o dudas, enfréntalas primero. De todas maneras, es bueno conocer los poderes con los que vas a trabajar. No comiences con un ritual de destrucción; mejor evoca la Fuerza Satánica, preséntate, revela cuáles son tus motivaciones, deseos, metas, expresa tus temores y pide ayuda. Deja que la presencia de Satán irrumpa y disfrútala. ¡Perteneces a ella! “He tomado tu nombre como parte de mí mismo...”
En caso que no hayas hecho esto antes, define qué es Satán para ti. Sé consciente de qué es lo que llamas. Aquí no hay nada “bueno” ni “malo”, a menos que no te sientas bien haciéndolo. ¡Como Satanista deberías sentirte de lo mejor en presencia de Satán!
SACRIFICIOS
Deja el cuchillo de carnicero a un lado, que el gallo siga con vida, que los niños se vayan a sus casas. En un ritual Satánico NO corre sangre, ni siquiera la tuya. El único sacrificio que vas a llevar a cabo es el despojarte de todas tus máscaras y actitudes delante del Señor Oscuro. La Pretensión y el Auto-Engaño son dos de los Pecados Satánicos.
RESUMIENDO
La honestidad, la autoconsciencia, la fuerza de voluntad, la imaginación y la emoción son elementos esenciales de la Magia Mayor. Cada quien debe hallar su propia senda en el Sendero de la Mano Izquierda, y lo que otros hayan experimentado puede serte útil como guía, mas no como Ley. Sigue tus instintos y no te refrenes. ¡Nada es imposible! ¡La única restricción está en tu propia cabeza!