Más allá de todo lo que nos han contado sobre este movimiento, el satanismo está basado en escrituras e ideas filosóficas que respaldan cada uno de sus argumentos.
Icons of Evil, The Number of the Beast, Black Sabbath, Under a Funeral Moon, Dawn of the Black Hearts, Sex, Drugs and Jesus Christ... La lista de discos de metal y rock en general que se han definido por un supuesto contenido satánico se puede extender por páginas y páginas sin encontrarles un final que satisfaga las necesidades de los adeptos al género que, en su búsqueda de vicios, sangre y blasfemias no pararán hasta encontrar esa joya que calme todas sus perversiones. Lo cierto es que para muchos de estos trabajos el adjetivo de satanismo está sobrevalorado; más de una de estas bandas utilizan al Diablo como una simple estrategia de ventas.
Durante el documental de 2009 Metal: A Headbanger's Journey, el músico Alice Cooper asegura que muchos de estos adoradores de Satán utilizan el nombre del mismo para lucir aterradores sobre el escenario, pues debajo de este son personas con vidas comunes muy alejadas del halo de misticismo y oscuridad. Aunque en otra toma del mismo documental aparece el vocalista de la banda Gorgoroth, Gaahl, explicando el satanismo visto desde una opinión que va de lo particular a lo general.
Evidentemente, el Satanismo, más allá de la música o de quienes lo utilizan como una especie de marca, está basado en creencias y doctrinas casi tan ancestrales como las que fundaron al mismo cristianismo o a cualquiera de las otras dos grandes religiones monoteístas. Comprender este movimiento toma años de lectura e investigación en los que los iniciados podrán encontrarse con textos que jamás habrían imaginado ver con sus propios ojos.
Heinrich Kramer y Jacob Sprenger
Dentro de este texto están comprendidos todos los conocimientos que los sacerdotes y verdugos necesitaron para las famosas quemas de brujas durante el periodo de la Inquisición de mediados del Siglo XVI. Sus autores definieron el proceso de escritura como algo que les transfirió sabiduría y poderes sobrenaturales. Si consideramos que uno de sus principales autores fue un importante demonólogo, todo tiene mucho sentido.
EL GRAN GRIMORIO (1522)
Papa Honorio
Considerando que el Papa es la figura más importante de la Iglesia Católica, es totalmente compresible que deba mantenerse informado acerca de las prácticas que se contraponen a las Sagradas Escrituras. Los conocimientos que el religioso adquirió probablemente revisando los documentos prohibidos de las bóvedas del Vaticano fueron vertidos en este libro que es considerado por muchas personas uno de los manuales de magia negra más poderosos de toda la historia, de hecho, hay quienes aseguran que el mismo Papa mandó asesinar a algunos practicantes de magia blanca.
VERSOS SATÁNICOS (1988)
Salman Rushdie
Hay quienes piensan que todas las religiones del mundo, a pesar de sus muchos muros ideológicos y tradicionales, apuntan siempre hacia un bien común, llamémoslo paraíso, gloria o dios; no obstante, es lógico pensar que, así como existen fuerzas celestiales, en cada realidad debe haber una fuerza que represente un orden contrario a todas estas ideas de divinidad. En esta novela muchas de esas fuerzas se concentran en una sola que, disfrazada del arcángel Gabriel, se encarga de seducir las mentes de un grupo de personas para implantar un nuevo orden en la tierra.
Anónimo
El debate acerca de su existencia aún está totalmente abierto; hay quienes dicen que no se trata de nada más que un fragmento importante en la creación lovecraftiana; sin embargo, grandes maestros del satanismo ─entre ellos el mismo Aleister Crowley, proclamado a sí mismo como el Anticristo─ han mostrado un gran afecto hacia este grimorio que aseguran tienen algo de verdad. Dependiendo de la edición que encontremos en tiendas, los prólogos hacia este texto pueden estar llenos de sabiduría satanista, lo que en realidad los convierte en verdaderas guías para conocer un poco más sobre este movimiento.
Aleister Crowley
Escrito el 9 de abril, este breve libro consta de tres capítulos redactados en una hora cada uno. Aunque a Crowley se le otorga el papel de autor dentro del texto, él mismo aseguró que quien dictó las ideas y palabras para escribirlo fue una fuerza llamada Aiwass, a quien posteriormente se referiría como su ángel guardián o su Yo Superior. Si en algún momento se quisiera resumir el contenido de este libro, estudiosos en el tema lo reducen a dos máximas:
«Hacer tu voluntad será el todo de la Ley».
«Amor es la ley, amor bajo voluntad».
EL EVANGELIO DE JUDAS (130-150)
Anónimo
La figura de Judas Iscariote, que ha sido comparada por mucha gente con la del anticristo, queda totalmente redimida en este texto en el que se documenta el apego que Jesús sentía hacia el que llaman "su discípulo más amado". Dentro del texto aparecen además constantes elogios por parte de Cristo hacia el apóstol, asegurándole que su tarea es aún más valiosa que la de cualquiera de sus compañeros, pues sobre él carga el peso de su muerte que liberará al mundo entero del pecado. La razón por la que este libro es catalogado entre los textos satánicos es porque su descubrimiento implica una destrucción de la Iglesia tal y como la conocemos, además de una clara reivindicación del mal.
En toda biblioteca que se jacte de ser satanista debe existir por lo menos un ejemplar en el que se encuentren enlistados los nombres de los diferentes demonios que habitan las tinieblas. Es de suma importancia conocer a cada uno de ellos o al menos tener una noción más o menos clara de ello, pues al igual que los santos, estos también cumplen funciones específicas relacionadas tanto con su nombre como con su origen.
Anton Szandor LaVey
A diferencia de la Biblia judeocristiana, la de Szandor es un libro más apegado a textos filosóficos antiguos. Dentro de ella se encuentran una serie de ensayos y rituales sobre los que se basa la Iglesia de Satán. Al ser uno de los libros base para adentrarse al satanismo contemporáneo, el autor recogió varias ideas del pensamiento de Friedrich Nietzsche, así como los fundamentos de la filosofía fundada por Aleister Crowley.
En efecto, el satanismo no sólo se trata de adorar a un macho cabrío sólo porque así lo dicta una supuesta tradición implantada en la mente de los hombres durante siglos. Más bien es una cuestión de filosofía y disciplina que nos permite cuestionar el orden de las cosas para llegar a una conclusión propia de cómo es que los hombres deben llevar su vida de acuerdo a lo que creen y sienten en cada momento.
