SIMPLIFICANDO EL ATEÍSMO SATÁNICO

Noto una extraña tendencia en los recién llegados a esta religión a equiparar el "ateísmo" con la omnisciencia, afirmando que ya saben todo, sobre todo. Esta tendencia es reforzada por los polemistas de la "ciencia" que pretenden tener ya tanta certeza sobre la naturaleza de la realidad que ya saben todo lo que puede existir, así como todo lo que no puede existir. Pongo la palabra "ciencia" entre comillas porque la verdadera ciencia está SIEMPRE abierta a los hechos de la realidad y a una completa voluntad de cambiar la teoría frente a nuevas evidencias.


Incluso Richard Dawkins siempre tiene cuidado de explicar que no puede probar o estar 100% seguro de que Dios no existe. ¿Por qué? Porque Dawkins entiende que no puede probar que nada en absoluto existe. No se puede probar una negativa. Afirmar que puedes hacerlo es asumir el atributo clásico de Dios mismo: la omnisciencia.

El tipo particular de ateísmo al que aspiramos aquí no es uno de certeza absoluta como Dios, sino de alta probabilidad pragmática. Básicamente vemos al Dios con barba sentado en un trono en el cielo como bastante tonto e "increíble" a pesar de los millones de personas que piensan lo contrario. El tipo de ateísmo que defendemos se relaciona con la idea de una PERSONA que es todopoderosa, omnisciente y que está en todas partes a la vez (omnipotente, omnisciente y omnipresente).

La palabra clave aquí es "persona". Lo que es importante comprender es lo que demasiadas personas nuevas en el satanismo pasan por alto por completo. No estamos afirmando que sabemos que en ninguna parte del universo no pueden existir seres superiores a los seres humanos −¡como los gatos!−. Tal vez haya extraterrestres que son más inteligentes y poderosos que nosotros en algún lugar ahí fuera. Ese tipo de seres NO es de lo que estamos hablando con el ateísmo Satánico.

Además, el ateísmo Satánico no afirma que los poderes o experiencias supernormales sean "imposibles". No cometemos el error común de equiparar el rechazo de una creencia en Jehová o en Alá o en el Gran JuJu con el rechazo también de los llamados fenómenos "psíquicos" como la telepatía, la precognición, la clarividencia, etc. Ni siquiera afirmamos saber con certeza que los fantasmas NO PUEDEN existir, por ejemplo.

Aplicamos la duda a tales afirmaciones y, si el Satanista individual lo desea, nos sentimos libres de explorar si tales cosas pueden o no existir e incluso ser útiles. Una gran parte de la Gran Magia del Satanismo está involucrada en tales exploraciones personales y pruebas para aquellos que están interesados en ese aspecto.

Es útil distinguir entre el ateísmo Satánico y todas las muchas otras formas de "ateísmo" que existen fuera del Satanismo. Nuestra perspectiva de lo que llamamos ateísmo es más estrecha que la que muchos otros consideran una perspectiva ateísta "auténtica". En otras palabras, somos muy, muy específicos en lo que consideramos que es el ateísmo. Otros tienden a ser muy descuidados, e incluyen todo tipo de creencias sobre la realidad como parte de su "ateísmo". Empiezan por ver a través de las tonterías que rodean la suposición de que una "Gran Persona" como Jehová o Visnú o Alá existe, ya que eso parece no coincidir con nada de lo que encontramos la menor cantidad de evidencia, pero eso no incluye saber con absoluta certeza que no puede existir una vida después de la muerte o fantasmas o monstruos marinos o Santa Claus −que se acerca bastante a Jehová en sus atributos pero parece mucho más amigable para las niñas y niños buenos!−.

Ahora también hay una cuestión de madurez involucrada en todo esto. A finales de la adolescencia y principios de la edad adulta hay una tendencia a que la gente quiera "saber la verdad" sobre las cosas. No quiero decir que sean sólo saludablemente curiosos. ¡Quiero decir que quieren saber la verdad ABSOLUTA y ganar argumentos con aquellos que se atreven a estar en desacuerdo con ellos! Es bastante obvio que esta tendencia psicológica es parte de intentar alcanzar la edad adulta y encajar en la sociedad adulta, luchando por posiciones de poder, así como para impresionar a los miembros del sexo opuesto. El libro clásico de Eric Hoffer en la lista de lectura de COS El Verdadero Creyente detalla el tipo de personalidad que encuentra importante identificar una causa para abrazar y convertirse en un fanático partidario de ella. Recomiendo este libro altamente.



Así que hoy en día existe una nueva cosecha de lo que yo llamo "verdaderos incrédulos" o "ateos evangélicos" que quieren convertir el mundo al ateísmo precisamente de la misma manera que los fanáticos religiosos fundamentalistas se esfuerzan por convertir el mundo a sus sistemas de creencias. Tristemente, algunos de estos "verdaderos incrédulos" asumen que el satanismo comparte todas sus "certezas" con respecto al rechazo no sólo del Gran Jujus en el cielo sino también de sus perspectivas omniscientes con respecto a cualquier evidencia de lo supernormal.

Pero nuestra visión sobre el ateísmo es realmente limitada en la forma en que la he descrito. ¡Los satanistas no pretenden ser omniscientes! No pretendemos saber ya con certeza todo lo que es posible o imposible. Somos nuestros propios dioses en el sentido de tomar la plena responsabilidad de nuestras acciones y colocarnos en el centro muerto de ser importantes en nuestro universo. ¡Pero no pretendemos ser como Jehová! Ser nuestro propio Dios es una declaración ética de política personal más que una declaración metafísica sobre la naturaleza de la realidad.

Asumimos una actitud de duda sobre afirmaciones inusuales. No sólo "creemos" algo. Y diferentes Satanistas personalmente dibujarán la línea de la duda contra la probabilidad en diferentes cuestiones. Algunos Satanistas han aceptado que la Gran Magia puede hacer cosas realmente "mágicas", mientras que otros no comparten esa perspectiva.

Sin embargo, no somos verdaderos creyentes o incrédulos de mente cerrada. ¡El ateísmo Satánico es muy específico y NO incluye convertirse en lo que nosotros mismos nos oponemos como Satanistas! Defendemos la duda, ¡NO la certeza divina!

Operamos desde la suposición de que los dioses de gran personalidad, como Jehová, son tontos y sin evidencia de su existencia. Más allá de eso estamos dispuestos a mirar y explorar cualquier cosa en la realidad que nos interese.

¡Y estar abiertos a lo que es realmente real es algo que atesoramos enormemente!

Así es como yo lo veo.

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