En el abismo del océano profundo, donde las olas rugen como un coro ancestral y las profundidades guardan secretos insondables, entono las palabras arcanas que despiertan al titán de las aguas. ¡Leviatán, señor de los mares y guardián de los abismos infinitos!
Bajo el resplandor de la luna plateada, convoco tu esencia ancestral. Desde las fosas más oscuras hasta los límites donde la luz se pierde, te llamo, oh Leviatán, criatura de mitos entrelazados.
Que tu forma gigantesca surja como las olas imparables y que tu aliento agite los vientos marinos. Surgido de las profundidades del océano primordial, ven con tus ojos que conocen los secretos ocultos de las profundidades.
Bajo la tormenta creciente, donde la magia del agua danza como gotas luminosas, te invoco, oh Leviatán, para que tus poderes titánicos se despierten. Que los océanos mismos reconozcan tu presencia y que tu sombra proyecte la majestuosidad de las profundidades sobre el mundo.
Leviatán, criatura de las aguas y la fuerza indomable, ven a nosotros como un señor eterno. En este acto, sellamos nuestra conexión con los elementos primordiales y abrimos las puertas a la grandeza que yace en las profundidades de la fantasía. ¡Que así sea!
