RELIGIOSIDAD DE LOS HIJOS SEGÚN EL SATANISMO
Alberto A F. Reyes
En este sentido el Satanismo igual es objeto de juicio. La capacidad de ser críticamente responsables y crear por tanto juicios propios de esto o aquello es una capacidad que los padres deben fomentar en los hijos. Enseñar a los hijos a tomar decisiones libre y responsablemente es una forma muy Satánica de educar con amor.
Puesto que somos individuos independientes libres y funcionales es entendido que una conciencia no es igual a otra, un individuo no es igual a sus padres, hermanos, abuelos o quien quiera que se sitúe en su círculo más cercano.
Es una tontería suponer que si un padre o madre es Satanista necesariamente los hijos lo serán, en realidad no funciona así. El Satanismo no debe ser una imposición a los hijos como lo ha sido tradicionalmente el cristianismo, donde desde pequeños a los niños sin tener aún conciencia de lo que sucede a alrededor se les inicia en la religión del crucificado. El Satanismo no es impositivo, sino de libre decisión, lo que a esta filosofía-religión la caracteriza es precisamente la libertad del individuo de elegir lo que mejor le acomode según su individualidad y para su individual satisfacción.
Un padre Satanista no necesariamente tendrá hijos que lo sean, de hecho, está mal suponer esto, porque necesariamente al suponerlo impones algo que tal vez a los hijos no les vaya. Uno no se hace Satanista, es errado suponer que los hijos lo serán por mero legado de padres a hijos. El Satanismo no es una filosofía para todo el mundo, hay que nacer predispuestos al Satanismo, eso no quiere decir que seamos "los elegidos" o "los tocados por el diablo" o algo parecido, ¡No!... Lo que quiere decir es que hay que nacer con la disposición que caracteriza al libre pensador, hay que nacer con ese estigma, esa llama interna, la llama negra que caracteriza al Satanista.
Por otra parte, un padre amoroso respeta las decisiones de los hijos, e incluso las alienta a su libre ejercicio, siempre que esas decisiones tengan como objeto una actitud de libertad en el verdadero sentido de lo que la libertad significa, es decir siempre que esa libertad no atente con las libertades ajenas. Eso también aplica a la libertad religiosa o no religiosa de los hijos.
De hecho, está bien que un individuo tenga o no una religión cualquiera que sea esta, está bien que base su vida en un sistema religioso o que base su vida según sus propios criterios, siempre que su sistema religioso, o sus criterios personales sólo le afecten a esa persona en particular. Lo que no está bien es que pretenda que su religión, o la subjetividad de sus criterios, sean una imposición moral a la vida o al proceder de terceras personas, a quienes su sistema religioso o dichos criterios personales tal vez les importen una mierda.
Un padre Satanista enseña a sus hijos a tomar decisiones basándose en el uso de la razón, se muestra con respeto a la decisión religiosa de los hijos e incluso alienta a sus hijos a ejercer esa libre decisión. Siendo que la verdad es subjetiva alienta a sus hijos a formar sus propios conceptos, a tener un criterio propio, no un criterio en base de una imposición moral o religiosa, sino a cuestionar para hacerse de un juicio propio de esto o aquello, a seguir su propia filosofía y a actuar conforme a lo que individualmente precisan.
