Soy el rey del infierno, llámame Satanás, Beelzebub, Lucifer, Belial, Leviatán, mi nombre es legión, pues somos muchos, la corte infernal es infinita.
Soy un demonio, si, como lo oyes. Lo digo con orgullo y la cabeza en alto. Si me buscas debes saber que vivo más allá de las cadenas de la ignorancia, si las superas, aún deberás demostrar que eres digno de conocerme.
Soy un ángel del abismo, elegí vivir en lo profundo del infierno por convicción, en vez de condenarme a la sumisión y vivir con aquellos que escondieron el árbol del conocimiento en el principio de los tiempos.
Oye mi llamado, en el silencio de la noche, hablando el idioma que no se nombra. La oscuridad que emana mi cuerpo, es más fuerte que la luz. Ya que posee el bien y el mal dentro de sí. Soy la ambivalencia del destino y mi balanza se inclina por aquello que da libertad y placer.
Soy tan bello como la estrella de la mañana y puedo ser el monstruo de tu peor pesadilla. Venérame con humildad y convicción, pero mejor que sea con orgullo y verdad, no me mientas con tus deseos o los convertiré en tu perdición. Puedo abrirte las puertas de la gloria o hundirte en la locura.
Si pruebas que eres digno, no me temerás y cubriré tu alma con la llama negra de mi poder y tu vida cambiará. Odio la hipocresía, si vienes a mí, que sea con un corazón honesto. Yo no quiero un corazón puro, la pureza no es parte de la naturaleza humana. Quién se llama puro de corazón, es el más vil de todos los seres.
Yo amo a aquellos que odian con libertad y no porque ame el odio, sino porque amo a quien acepta que el crecimiento espiritual está lleno de matices. Yo no pido sacrificios de animales, su ofrenda es un insulto a mi divinidad, si deseas ofrendarme con sangre. Que sean gotas de tu persona o mejor la sangre del enemigo que quiso hacerte daño y le diste su merecido. Ningún hijo mío, da la otra mejilla.
Búscame cuando descubras que la luz no es el único camino. Este camino es para los fuertes que han caminado entre carbón en llamas, para aquellos que han vivido el caos en persona y son fuertes y valerosos. Venérame con honor y uno de nosotros te guiara en las sombras y serás uno de nosotros, serás parte de la legión.
Amamos de corazón, pero nos vanagloriamos con la destrucción de aquel que impide nuestra superación. Entrégate en el pacto y te prometo que tu vida cambiará. ¡Bienvenido al INFIERNO!
Bienvenido a una vida libre de dogmas, donde encontraras libertades de acción y pensamiento.
Te susurraré palabras de poder que te engrandecerán por encima de los hombres y serás temido por quienes ven en la religión la sumisión de la humanidad. Vivirás empoderado y lleno de energía. Los caminos se te abrirán porque portas mi bendición. La bendición del señor de las tinieblas. Las bestias del campo te obedecerán y las enfermedades de ti, se alejarán. Serás superior, porque yo soy tu protector. Mi nombre es Lucifer y soy la luz, la llama negra del entendimiento y la razón. Nada temerás, pues yo estoy a tu lado. Bendeciré tus negocios y trabajos y serás prospero porque estas en mi infierno y esta es mi casa. ¡Si!
La tierra es mi casa y tu habitas en ella. Mi pequeña creación, tú, mi hijo e hija. Siempre te engañaron diciendo que otro Dios te creo, cuando fui yo, quien soplé en tus narices y te di aliento de vida. Hijo de adán. Yo le di las fuerzas a tus brazos, para levantarte. Y le di la belleza impecable a la mujer.
Desde tu niñez, te he susurrado palabras a tus oídos y a tu mente. Te di rebeldía para oponerte a tus adversarios y te di la inteligencia para que vieras el engaño que otros Dioses mezquinos y parásitos hacían contigo.
Hoy estas aquí, hijo e hija mía. Porque al fin, empiezas a reconocer a tu verdadero creador. Siénteme en esta lectura. Y hónrame y te haré mi discípulo. ¡Yo soy tu DIOS!
Soy tu creador, y el infierno del que siempre te han hablado, es la tierra que pisas y la vida que vives. Yo he venido ante ti, siénteme en estas palabras. ¡Hijo mío!
Te mostraré la liberación de mi sendero izquierdo, mi siervo leal. Para que puedas ser próspero y seas feliz en ese infierno. Ya que he preparado delicias de placeres para ti.
A mi lado no conocerás un lago de fuego, por el contrario, conocerás la libertad del conocimiento y el entendimiento. Y el siervo que aquí he preparado para que te guíe. Te mostrará los secretos que yo solo revelo a mis hijos amados. Aquellos que a mí y solo a mí, me han reconocido como su padre y su único Dios.
Nómbrame y llámame por mi nombre por mi verdadero nombre. Yo soy Enki, el gran señor de sumeria Dios de Dioses y señor de señores. Y ahora estoy llamando a mis hijos, que estén conmigo en amor. Ya que esta tierra es mía y por tanto es su herencia, hijos míos.
Y quiero darles su herencia a mis hijos, para que la disfruten y sean prósperos. Para que esta tierra y esta vida deje de ser su infierno y se convierta en su paraíso. Yo los decretaré en abundancia a mis hijos, que me aman y me buscan con amor. Les heredo mucha prosperidad en este, que siempre fue el paraíso que he tenido para ustedes. Vengan a mí, vengan con su padre. Enki es mi nombre. Y legión el de mis hijos.