La Orden Negra Del Dragón es enteramente espiritual en naturaleza, teniendo como meta la teoría de ganar inmortalidad a través de la psique. Este es el sendero de extenuación, de cuando el espíritu y la carne son uno y se vuelven más fuertes con comprensión y determinación.
La esencia de la serpiente es el Ojo que se esconde dentro de la carne. Ahí dentro está el poder de Ch’an, de la nada y el silencio. Tal es la mirada que cautiva y anuncia el dominio de la presencia. Este es el Espíritu de Luz el cual es iluminación personal, la Llama Negra. Quien es el maestro comandando y abatiendo al ego. El Luciferino se da cuenta que el ego debe ser deshecho y quemado para revelar La Llama Negra de Ser Inmortal.
Este “ser” o “Fuego de Serpiente” interna está siempre mutando, cambiando, transformándose. La Serpiente entonces envuelve la columna para convertirse en el lugar de Leviatán. La Voluntad del Luciferino es el Satori, el cual es un cáliz interminable de sangre de fuego. Puedes beber de esta copa, pero nunca te llenarás. Mientras que el yo está siempre progresando y mutando en un Ser Divino La serpiente tiene hambre de más. Aquellos que fallen se convierten en el festín de las sombras del vacío. Aquellos que se Transformen son los Avatares del poder interminable del ser de Set.
Yo soy de la carne de Ahrimán. El lobo es la piel que cubre el hambre de lucha. La serpiente es la piel que dirige la mirada del Ojo. El murciélago es la sed interna llamada Trshna, para caer en el abismo y en el Grial de la Sangre del Dragón. Desde el Ojo de Set su forma se convierte oscuridad, Ahrimán. Qué aquella chispa interna despierte los sentidos. De los cuales caigo como sombra hacia la nada. Para alcanzar un sorbo de la copa para saciar la sed más profunda. Para descubrir entonces las Cinco Llamas de Angra Mainyu. Y los servidores del vacío que se unen en mi ser. Para despertar y levantarme desde el Océano. La toma de mi Liderazgo Divino sobre la Tierra.