GNOSIS SATURNAL O GNOSIS DE SATURNO


 En origen, es atribuido este concepto al fallecido y Gran Maestro de la "Fraternitas Saturni" (FS), Gregor A. Gregorius, donde explica el complejo sistema que relaciona al mito de los eones y demiurgos con la era de Acuario.

Bajo la ley de Thelema, esta doctrina parte de que cada hombre y cada mujer es un microcosmos (y una estrella), un reflejo a imagen del macrocosmos en donde posee el potencial creativo de todo el universo. 

Bajo esta nueva era, que es influenciada directamente por Saturno y Urano, pretende ser un tiempo revolucionario en donde los dogmas son derribados por los hechos mismos; es decir, por las acciones mismas. 

Saturno, aquí viene a simbolizar los límites como la expansión del ego y su evolución; esto es porque este símbolo, muestra el camino individual y es descrito que el principio solar es el ego, la esencia de Saturno. Metafóricamente, esto se traduciría a que Saturno es el Sol y la esencia del Sol es Saturno, recordándonos así la analogía del Yin y el Yang como principios opuestos que están juntos y unidos, más no separados en su totalidad. 

Esto trastoca definitivamente con los viejos dogmas del "bien" y del "mal" impuestos por las religiones de la era de Piscis, en donde se realzó esta dicotomía de poder "luz-oscuridad" y tomándose, ahora, como dos fuerzas complementarias que forman parte del universo mismo, del Uno Mismo, del Propio Ser. 

Alcanzar este balance cósmico no es sencillo, desde luego, porque requiere ir más allá de lo inculcado como "bueno" y "malo", por los términos morales y las concepciones tradicionales en donde se ha crecido. 

Aparece, entonces, el término "La Luz Oscura", "The Black Light" como rayo iluminador desde el centro del universo, oscuro e infinito con todo su potencial. Es por ello que esta filosofía centra su potencial y visión en la unión de estas fuerzas, que a través del trabajo con la Ley de 4 "Love-Light-Live and Liberty", se puede conseguir. 

Del mismo modo, así como en la ley de Thelema se expresa que el Agape, Amor y Thelema es numerológicamente el mismo (93), así es la visión del sexo que reconcilia estas polaridades considerada como el principio mágico más poderoso que existe, pero no desde una visión carnal y simple sino desde una cosmovisión más elevada y enaltecida, que es capaz de crear y destruir.

Por ello Saturno, es un modelo de sabiduría y consciencia, de completa autorresponsabilidad y guianza. Esto nos permite liberarnos de nuestras propias limitantes y nos permite convertirnos en nuestras propias deidades.

Es por ello que se encuentra dentro del Sendero de la Mano Izquierda, porque en esencia y en principio es completamente opuesto a las religiones abrahámicas que siguen un camino de obediencia, fe ciega y humildad. 

Así entonces, tal como Saturno fue visto como Lucifer y como la Estrella de la Mañana, así mismo seremos juzgados por el propio principio divino que es a través de nuestros propios actos y de nuestra propia Voluntad. 

Entonces, es preciso entender, que somos determinados y movidos bajo la ley de Thelema: "¡Amor es la Ley! ¡Amor Bajo Voluntad", sin embargo, queda añadido: "¡Amor sin compasión!", pues la compasión más que ser un vehículo para la verdadera transformación es una limitante, pues esta complace más a quien la ejerce que a quien la recibe, evitando así se enfrente contra aquello que le hará crecer y superarse a sí mismo, evitando enfrentarse con la realidad y con los sentimientos que traen así consigo. 

Evitar, entonces, no es transformar, ni trabajar ni avanzar. Enfrentarlo los sentimientos como las ideas es donde ocurre la verdadera catarsis, la verdadera luz, la proeza y la grandeza. Esta, es una prueba del Ego.

Entonces no, el amor no debe ser compasivo, sino real, sincero, transformativo y purificador, empezando primeramente con el amor hacia uno mismo y con la justicia, hecha a consciencia, hecha real, ejecutada supremamente hacia el reconocimiento de nuestro potencial y grandeza. Sin proyecciones, sin vanidades, sin mentiras, sin complacencias.  

Esta es la fuerza y el poder de la Gnosis Oscura, de la gnosis Saturnal, en donde el individuo comienza a ver lo real y la realidad, en donde todo le es transparente porque está encima de todo: es virtuoso porque ha forjado su propio acero, es sabio porque ha sufrido sus propias batallas. Sin embargo, debe tener cuidado porque resonar en la esencia y octava de Saturno, y esto es capaz de hacerle destruir (por sí mismo) todas las buenas cosas que atraiga a sí mismo. Es por ello que aquellos quienes poseen esta gnosis pueden ser y parecer fríos, malévolos, oscuros y despiadados, cuando en realidad se han visto transformados por su propio abismo, por su propia oscuridad.

El poder, entonces, no es libre; hay que merecerlo, tomarlo y ejercerlo, iniciando, primeramente, sobre nosotros mismos. Es por ello importante entender el "sacrifica quién eres por aquel en quien te convertirás".

Y para ello hay que ejecutar las pruebas de la oscuridad, el trauma, las cadenas, el tiempo, el frío, la disrupción, la sangre, los ancestros, la muerte y la soledad. Si puedes pasar estas pruebas, podrás ser soberano del caos primordial y, por ende, de tu propio universo (el que eres y haces posible).  

"Hay que ser un héroe para enfrentarse con la moralidad de la época" - Michel Foucault.

¡Que la luz de Saturno brille!

¡Ave Satvrnvs!


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