En las creencias esotéricas de la corriente 218, Caín es considerado como el primer vástago directo de Satanás/Samael y el primer asesino, lo que lo convierte en el primer señor de la muerte. La Templum Falcis Cruentis presenta los mitos y prácticas relacionados con Qayin en sus tres libros llamados "Liber Falxifer" (volúmenes 1, 2 y 3).
Se cuenta que la Serpiente, que se dice que es Satanás, depositó su semilla en el vientre de Eva al ofrecerle el fruto del árbol del conocimiento. De esta semilla nació Caín (Qayin Ben Samael), cuyo destino estaba marcado por su rebeldía. Su papel como Amo de la Muerte se originó en su don principal: la agricultura, ya que se dedicaba a la cosecha, mientras que Abel pastoreaba ovejas. Cuando Yahvé exigió ofrendas de los hermanos, Abel ofreció carne quemada de su rebaño y Caín entregó frutos de su cosecha.
Yahvé rechazó deliberadamente la ofrenda de Caín, lo que provocó su ira y su posterior transformación en el Sendero Siniestro. Caín renegó de Yahvé y consumó su acto con el asesinato de Abel, convirtiéndose así en el primer dador de muerte.
La corriente 218 toma elementos del culto a la Santa Muerte o San La Muerte en Latinoamérica y los adapta al culto en torno a la figura de Qayin. Se dice que el instrumento con el que Caín dio muerte a Abel fue una guadaña, aunque la historia más popular relata que fue con una quijada de caballo. En cualquier caso, estos símbolos se asocian con Qayin.
Se cuenta que Yahvé desterró a Qayin a la tierra de Nod, lugar donde se cree que Lilith también pudo haber habitado después de su destierro del Edén.