Usualmente cuando leo de aquellos quienes no están inmersos dentro del sendero izquierdo, comentan que "¿cómo uno puede alcanzar la "iluminación" si en lugar de ir "arriba", se quedan "abajo"?", "¿cómo pueden alcanzar iluminarse con la oscuridad?", "¿cómo puede un practicante del sendero izquierdo, trascender la muerte con dioses de oscuridad?"
Entiendo que no logren comprender cómo es que en la "oscuridad" se puede encontrar sabiduría. Desde luego, es algo que uno debe vivir y atravesar para poder entenderlo.
Desde luego y es pertinente aclarar antes de continuar que hablo a título personal y no bajo la denominación de alguna corriente esotérica en particular. Es un camino y la experiencia que he tenido en mi trabajo dentro del sendero siniestro. Es por ello que no puedo hablar por todos y tampoco negar que hay quienes, como en todos lados, caen en el fanatismo, la irreverencia, la locura y la esquizofrenia.
Para empezar, uno debe transgredir y rebelarse ante los dogmas y la moral; no se trata de "ir hacia la luz", sino de "ir hacia uno mismo". Cuando referimos a "bajar hasta lo más hondo", no se refiere a bajar a un pozo sin fondo o hasta los confines del universo (ya que este no tiene pues constantemente se sigue expandiendo). No, esta filosofía va mucho más allá de una simple analogía de "blanco" o "negro".
A saber, la oscuridad representa la matriz cósmica, el centro cósmico y las aguas primordiales de donde surge todo. Ahí, en donde ha devenido la existencia, se puede encontrar una forma de volver a "acceder" a las capacidades y potencias como si de una propiedad "totipotencial", como poseen las plantas, fuera así análoga en nuestro Ser.
¿A qué me refiero?
Cuando uno hace meditación, lo hace para dos cosas: para ir a dentro de uno mismo y liberarse de condicionamientos. Esta forma de entrar en uno mismo, dentro de la oscuridad nos permite llegar a un estado en donde podemos atravesar estas fuerzas caóticas que muchos no se atreven a engullirse, y que en lugar de meterse a la boca del dragón o a la cueva de las serpientes, buscan sacarle la vuelta y esperar a que, eventualmente, puedan obtener dichas fuerzas para su lucha. No, el sendero izquierdo no es así.
Nosotros como seres en consciencia activa y en desarrollo, sabemos que las capacidades latentes en desarrollarlas, están única y exclusivamente en nosotros. Así lo llames tolerancia, resistencia o virtud, todo eso lo podemos encontrar en nosotros mismos utilizando técnicas o herramientas que nos enfrenten a las circunstancias que nos harán enfrentarnos a nosotros mismos, como bien lo he dicho muchas veces, al calor de las brasas.
No se trata de "descender" y quedarnos ahí. No, se trata de "ir hacia lo más profundo e interior de nosotros" para, desde ahí, comenzar nuevamente el desarrollo y progreso como una deconstrucción, como un desaprendizaje para un nuevo aprendizaje. Esta forma de auto-terapia, lo que busca es que el individuo se ponga en contacto gracias a los dioses, seres o entidades oscuras que nos permiten enfrentarnos a nuestros infiernos y a los "susurros" del propio Ego (Eliphas Levi).
Pero, ¿por qué alguien cuerdo quisiera enfrentarse a los demonios?
Porque los demonios, de una forma metafórica y metafísica, no son únicamente una energía externa que puede ser evocado o invocada; son una analogía a nuestros "demonios internos", que bien deben ser dominados antes de que estos nos dominen a nosotros. No hablo de un acto de posesión, sino de auto-dominio en donde se les hace frente, pero no como enemigos a destruir, sino como una forma de nosotros para equilibrar e integrar y poder aprovechar. Bien lo decía Carl Jung sobre la sombra, como un aspecto inconsciente de nuestra personalidad que no "reconocemos", pero que ahí están, y que una vez hecho conscientes, podemos convivir con nuestra luz y nuestra oscuridad y, además, poder usarla.
¿Qué la perspectiva es diferente a los senderos de luz?
Claro que si. Es eso lo que lo hace propia y única y no pretendemos usar sus mismos códigos, herramientas o formas de trabajo. Tenemos otros, los nuestros, los que desarrollamos y trabajamos en lo personal como en lo privado, como ustedes y como todos los tenemos. No busco una separación ni etiquetar como contrarios o enemigos, más bien, como compañeros de otros senderos. Sin más, sin lucha de egos ni vanidades. Al final del día, la noche y de la vida, solo nosotros responderemos por nosotros mismos. Así que “estos dioses oscuros”, son otra forma de trabajar mi propia divinidad. Tal vez no te guste y choque con lo convencional, pero estamos conscientes que no debemos darle gusto a nadie. Es eso, lo que nos hace ser auténticos y rebeldes.
En las mitologías, los dioses sabían sus capacidades, sus poderes y sus habilidades. Pocos eran los dioses quienes no conocieran sus propias fuerzas, inclusive cuando se llenaban de alguna como de la ira o de la venganza, eran capaces de sorprenderse a sí mismos. No obstante, nosotros quienes vemos el potencial de un dios en nosotros mismos, como seres "cósmicos" y en consciencia en desarrollo, debemos también reconocer estas fuerzas internas y dejarnos llenar para controlarlas. No por nada Nietzsche lo decía: "¿cómo podrías renacer sin haberte convertido en cenizas?".
Así como en la cábala se habla de una simpatía, de una sincronicidad con las fuerzas teúrgicas y "mágicas", así en el sendero izquierdo hablamos de estos estados que podemos alcanzar para conectar con estas fuerzas internas, ya sea si las ves desde una forma filosófica o mágica, son y residen dentro de nosotros porque, si somos capaces de entenderlas, también podemos ejecutarlas. La diferencia, sin embargo, depende 100% de nuestro trabajo personal, individual, constante y diario que tenemos que hacer.
Del mismo modo en cómo un practicante del "sendero derecho" se tardaría en conectar con tal o cuál deidad, así nosotros también tenemos nuestro tiempo y nuestro momento para poder acercarnos a estas fuerzas. Desde luego, en algunos casos toma años porque la deconstrucción del individuo no es algo con lo cual natamente sepamos como hacerlo progresivamente como si de una técnica ya estandarizada para todos se pudiese copiar. Existen rituales, existen meditaciones, prácticas esotéricas y mágicas que nos permiten llegar a ello y, a diferencia de la "disolución" en el todo o en el Dios externo, la idea de nosotros es la exaltación y divinización de nuestro Ser; es decir, de alcanzar un estado en donde no tengamos que obedecer a una "causa superior" porque nosotros SOMOS esa causa superior.
Muchos dirán que esta pretensión es imposible y que lo único que logrará será crearnos un Karma que nos desterrará para siempre de la "unidad" completa del Ser. Claro, eso mismo dice la iglesia y su dogma cristiano, el talmud, la tora, todas las corrientes judeo-cristianas. Personalmente no tengo problema con ello, por la simple razón de ser una anti-religión, pero no en su sentido "diabólico" de querer destruirlas como lo hacen los extremistas del islam o los fanáticos religiosos realizan con su sincretismo.
No, esta amenaza, no es nueva. Los practicantes del sendero izquierdo buscan su propia espiritualidad y su propio camino, a su modo y a sus enseñanzas. Me queda claro que tantos años con sus enseñanzas deba estar bien cimentado y fundamentado con todo su egregor y con todas sus energías bien explicadas y justificadas, pero, así como empezaron de la "nada" y descubrieron su "verdad", así nosotros los caminantes del sendero oscuro es lo que buscamos del mismo modo.
No es un camino fácil ni tampoco sencillo, sin embargo, es reconfortante cuando logras ver tus avances propios y que, cuando se te presentan vicisitudes, por ti mismo las puedes superar, y ver que ya no necesitas de un rezo, de un mantra, de pedir a los dioses porque tú mismo has logrado obtener una fuerza como un dios y salir avante de la vicisitud. Claro está que debemos comprender que no se trata de soluciones mágicas e instantáneas. Que infantil es pretender que así es como opera el sendero izquierdo, como lo mismo opera para los conocedores del otro sendero.
Tampoco quiero que se dé a entender que son caminos completamente "antagónicos" porque, así como la luz necesita de la oscuridad para existir, así la oscuridad, en cierto modo, necesita de la luz para "existir". Ya que, por ejemplo, si viviéramos en la única "oscuridad", le llamaríamos de otra forma y no "oscuridad" porque no hay una "contra-parte" aún sabida.
De cierto modo, este camino busca también llegar a una madurez en donde se entienda que no se puede vivir sin sombra y sin oscuridad. Un caminante sabe que no puede hacer a un lado los sentimientos de la ira, el rencor o la venganza, pero entiende que es responsable de saber cómo usarlo, cómo canalizarlo y como evitarlo. Si es un desgaste absurdo y algunas veces tonto el desperdiciarlo, será entonces de alta consciencia simplemente "hacerse a un lado" o "liberarlo" de una forma en que no le afecte a él ni a otro. Por eso es que el sendero de la mano izquierda requiere madurez, no para enaltecer el ego ni la soberbia, sino para hacer un trabajo en solitario y responsabilizarse de sí mismo, de cada acto, de cada pensamiento y de cada sensación.
Este libre albedrío se obtiene única y exclusivamente a través del conocimiento, y a mayor conocimiento de uno mismo más libre es. Este poder sobre mi propia existencia me otorga la capacidad de ser un creador de mi realidad, por diversas herramientas y formas y, del mismo modo, construir (filosóficamente), mi propio universo. Pretender ser un Dios y crear un "sol de la nada" es por demás ridículo y absurdo porque ni ellos mismos puede hacerlo, y desprestigiar este camino como desprestigiar el otro, solo demuestra una completa ignorancia e ineptitud por parte del practicante, porque bien sabe que el trabajo del individuo siempre debe ser integral, debe trabajar y reconocer tanto su luz como su oscuridad y, eventualmente y si así lo desea, poder trabajar la forma que mejor le parezca. Es por ello que puede ser intrusivo, grotesco y amenazante para muchos, pero para quienes ya hemos vivido este infierno y esta oscuridad, la muerte y otros seres son solo otros guías y “maestros” más.
Desde luego el resultado siempre ha sido, es y será, un trabajo propio y personal, y aunque puedan existir órdenes con distintas corrientes y con distintas deidades guías, siguen siendo únicamente conductores de almas que, conscientes o inconscientes, mueven el mundo de los adeptos.
¿Cuál es nuestro fin?
Dejar de someternos ante los condicionamientos culturales, religiosos, morales y éticos de otros para, formar nuestro propio camino libre, que se llene de sí mismo de cultura, moral y propia ética.
Explorar esta oscuridad, entonces, no es ir hacia "abajo", es ir "hacia lo profundo" de nosotros mismos, y entre más profundo entremos, más conoceremos de nosotros mismos y ya no será el "dios externo", "suprema consciencia" o como gusten llamarle, el "único" que conocerá "cuántos cabellos tenemos sobre la cabeza".
Ya, por último, no todas las corrientes dentro del SMI son iguales y mucho menos persiguen lo mismo, que aunque parecido, algunos resaltan ciertos aspectos más que otros, como la gnosis, un sentido de auto-supervivencia o bien de la auto-empoderación. Pensar que negamos la luz por ser luz es absurdo, porque nosotros la encontramos en otra fuente, que es la de nosotros mismos.